El centroizquierda turco se enfrenta al dilema de su renovación tras una nueva derrota frente a Erdogan
Kiliçdaroglu bloquea las dimisiones en la cúpula mientras algunas voces piden que deje paso al popular alcalde de Estambul, aunque el Gobierno busca que la justicia lo inhabilite
La nueva derrota ante el presidente Recep Tayyip Erdogan ha abierto el debate sobre la necesidad de una renovación en el Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal formación socialdemócrata de Turquía y primera fuerza de la oposición. Cada vez más voces exigen a su líder, Kemal Kiliçdaroglu —candidato de la oposición frente al presidente Recep Tayyip Erdogan— que deje paso a dirigentes más jóvenes.
En la madrugada...
La nueva derrota ante el presidente Recep Tayyip Erdogan ha abierto el debate sobre la necesidad de una renovación en el Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal formación socialdemócrata de Turquía y primera fuerza de la oposición. Cada vez más voces exigen a su líder, Kemal Kiliçdaroglu —candidato de la oposición frente al presidente Recep Tayyip Erdogan— que deje paso a dirigentes más jóvenes.
En la madrugada del domingo al lunes, cuando el recuento ya había dejado claro que Erdogan seguiría en el poder, varios miembros del comité central del CHP ofrecieron a Kiliçdaroglu su dimisión en bloque. Este la rechazó. También se negó a presentar él mismo su dimisión, arguyendo que eso daría una imagen de “fracaso” cuando considera que el 48% de los votos alcanzados en la segunda ronda de las presidenciales de este domingo es un gran éxito de la oposición, según informaron este lunes varios medios turcos. “Pese a todas las presiones, las ganas de cambiar este régimen autoritario son obvias. Continuaremos la lucha. Nuestro camino continúa. Seguimos aquí”, dijo Kiliçdaroglu en su discurso tras hacerse públicos los resultados.
Pero cada vez son más las voces que le reclaman que se retire y critican su insistencia en haber impuesto su nombre como candidato conjunto de la oposición frente a otros nombres a los que las encuestas daban más posibilidades frente a Erdogan, como los alcaldes de Estambul, Ekrem Imamoglu, o Ankara, Mansur Yavas. “Pese al mucho esfuerzo que ha puesto en las elecciones presidenciales, Kemal Kiliçdaroglu no ha tenido éxito. Nuestro partido también ha fracasado en las elecciones legislativas”, criticó el exdirigente del partido Mehmet Akif Hamzaçebi en Twitter. “Ya basta. Déjelo, por favor. Dedíquese a sus nietos. Nos dio esperanza durante 13 años, pero ahora debe dejarlo con dignidad”, pidió el alcalde de Bolu, Tuncay Özcan.
En este nuevo periodo, Kiliçdaroglu ni siquiera posee un escaño en el Parlamento, lo que hace muy difícil su continuidad como líder político. Pero el veterano socialdemócrata (tiene 74 años) parece querer pilotar el rumbo de su formación, al menos hasta las elecciones municipales de marzo del año que viene. Es decir, diez meses que, según dejó entrever Erdogan en su discurso triunfal, serán prácticamente una campaña electoral continua.
La batalla municipal
El CHP debería haber celebrado su congreso ordinario el año pasado. Sin embargo, fue pospuesto para centrarse en el periodo electoral que culminó el domingo. Según fuentes citadas por los medios Medyascope y Habertürk, la idea de Kiliçdaroglu es que el partido comience a celebrar los congresos locales a finales de verano, se continúe luego con los congresos provinciales y se elija a un nuevo líder nacional del partido pasadas las municipales, en las que el CHP deberá defender los Ayuntamientos logrados en los comicios de 2019 como Ankara y Estambul ante el embate que prepara Erdogan.
No son pocos los que apuntan al alcalde Imamoglu, de 51 años, como posible nuevo líder. De hecho, en un vídeo publicado en redes sociales el lunes, el alcalde de Estambul lanzó un mensaje a favor de seguir luchando por un cambio. “No podemos esperar diferentes resultados si hacemos siempre lo mismo”, afirmó en una velada referencia a su propio partido y en un discurso en el que hizo numerosas referencias a la juventud de las grandes figuras de la historia turca cuando obtuvieron sus mayores logros. “Sé que decenas de millones de personas hoy están decepcionadas. Queridos jóvenes, no os dejéis llevar por la desesperanza. Somos una nación capaz de grandes cosas […] Creedme, tenemos un largo camino por delante [pero] somos jóvenes y tenemos fe en nosotros. Confiad en mí. Todo irá a mejor”, concluyó.
El mayor obstáculo para Imamoglu es que se enfrenta a una pena de cárcel de más de dos años y otros cinco de inhabilitación política a los que le condenó un tribunal por llamar “estúpidos” a los miembros de la Junta Electoral que ordenaron repetir las elecciones a la alcaldía de Estambul que él había ganado. La condena está pendiente de confirmación por el Tribunal Supremo, pero varios miembros del partido de Erdogan ya han dado señales de que irían a por él en cuanto concluyesen las elecciones presidenciales. También se preparan acusaciones sobre corrupción que Imamoglu considera un montaje.
“La inhabilitación podría cercenar la carrera política de Imamoglu en el nuevo periodo, ya que le impediría concurrir a las municipales de 2024 y a las presidenciales de 2028. Al actual régimen le disgusta Imamoglu y mediante la vía judicial quiere neutralizarlo”, explica la columnista Nagehan Alçi a EL PAÍS: “De esta forma, lograría el control del Ayuntamiento de Estambul antes de las elecciones, que además es una fuente de ingresos muy importante. Esta forma de actuar va contra las normas del Estado de derecho, pero por desgracia creo que es muy probable que ocurra”.
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