España bloquea el plan industrial de defensa de la OTAN por la exclusión de sus empresas de una reunión
Robles asegura que no aprobará el proyecto para fijar objetivos de adquisición “hasta que se reconsidere” escuchar a las compañías españolas, que no fueron convocadas a una cita en la Alianza
España bloquea el nuevo Plan de Acción de Producción en Defensa de la OTAN. Molesta por la convocatoria de una reunión de la Alianza Atlántica con representantes de la industria militar que excluye a empresas españolas, la ministra Margarita Robles ha reclamado más tiempo para considerar el proyecto de la Alianza y no le dará su luz verde “hasta que se reconsidere” escuchar a las compañías de España. “Entendemos que [el plan] tien...
España bloquea el nuevo Plan de Acción de Producción en Defensa de la OTAN. Molesta por la convocatoria de una reunión de la Alianza Atlántica con representantes de la industria militar que excluye a empresas españolas, la ministra Margarita Robles ha reclamado más tiempo para considerar el proyecto de la Alianza y no le dará su luz verde “hasta que se reconsidere” escuchar a las compañías de España. “Entendemos que [el plan] tiene que seguir elaborándose y que no puede darse por aprobado hasta que sea más preciso”, ha afirmado Robles en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas, donde participa este jueves en una reunión con sus homólogos de Defensa de los países aliados. La ministra española no estará presente en las conversaciones con la industria a modo de protesta. El plan para impulsar la producción busca establecer objetivos de adquisición de equipos de defensa, su estandarización y posibilidades de intercambio; también nuevos objetivos de almacenamiento, según fuentes de la Alianza.
En la Alianza las decisiones se toman por consenso y el bloqueo español impide que el plan de acción continúe sin enmiendas, aunque hay algún aliado más con salvedades. España entiende que la exclusión de los fabricantes españoles no es un buen primer paso para el desarrollo del nuevo plan (o al menos de su primera fase). Y menos cuando la OTAN está hablando de incrementar las compras conjuntas, por ejemplo de adquisiciones de munición de artillería con un calibre de 155 milímetros —una de las más empleadas en Ucrania—, aunque no se vayan a cerrar contratos en esa reunión con la industria, una cita que se considera algo más bien simbólico y de toma de contacto, según fuentes de la patronal de defensa.
En plena carrera armamentística provocada por la guerra de Rusia en Ucrania, que ha mermado los arsenales de los países de la OTAN que proporcionan apoyo a Kiev, la Alianza ha convocado este jueves a 25 empresas de 14 países (la organización militar reúne a 31 Estados). En la lista, que ha visto EL PAÍS, hay una compañía canadiense, algunas británicas, estadounidenses (en ambos casos quedan fuera de los planes para fomentar la producción de la UE), francesas, dos finlandesas, dos turcas, una croata, una checa o una estonia, por ejemplo. También hay una empresa de Suecia, aunque ese país aún no está dentro de la Alianza a falta de la ratificación de Turquía y Hungría.
No estar en esta reunión no significa perder oportunidades de negocio, aseguran fuentes de la Alianza, que señalan que la cita es más bien para elevar políticamente el compromiso de trabajo con la industria. Pero las empresas, mientras, reclaman contratos, quieren asegurarse de que la demanda no se evaporará y que la inversión que hagan ahora tendrá sus frutos.
La OTAN no ha comunicado los criterios que se han seguido para la selección ni el objetivo concreto de la cita, algo que también ha molestado a España. Fuentes de la Alianza apuntan que las conversaciones se enfocarán sobre necesidades inmediatas y municiones “decisivas en el campo de batalla” en Ucrania y que en la lista hay mayoritariamente compañías que han proporcionado material en este sentido a Kiev. Están, por ejemplo, la franco-germana KNDS, que representa al productor de los tanques Leopard, la fabricante turca de drones Baykar o la francesa Nexter, productora, entre otras cosas, de carros de asalto y de los obuses autopropulsados Caesar. Según ese criterio, España tendría, por ejemplo, Instalaza, que fabrica lanzagranadas que también se han enviado a Ucrania.
“En un momento como el que estamos viviendo, en el que la industria de defensa es tan importante desde todos los puntos de vista, no solamente para preservar la paz, sino también en innovación, tecnología, creación, puestos de trabajo... Es evidente que España tiene que estar. Alguna empresa española tiene que estar representada”, ha afirmado Robles en Bruselas. “España debe estar en todos los ámbitos, formales o informales, y la industria no puede quedar fuera de algo de esa importancia por razones que no comprendo y no han explicado”, ha añadido la ministra en una inusual crítica a la organización de la Alianza. Robles, sin embargo, ha asegurado que su plantón en la reunión con la industria por el malestar de España y el bloqueo del plan de acción de producción no contradicen el “compromiso” del país con la OTAN.
El plan de acción trata de hacer cadenas de suministro más resilientes y promover una base industrial más robusta. Es un proyecto plurianual y multinacional que apunta a fijar pautas para la compra de equipos, objetivos de almacenamiento —la OTAN marca a sus aliados unos mínimos en sus arsenales para la disuasión que ahora se revisarán— y busca fijar ciertos estándares en la producción y la compra de munición, según fuentes diplomáticas. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha comentado que el principal objetivo del plan es “abordar la escasez” de existencias. La de este jueves no es la última oportunidad de sacar adelante el plan antes de la cumbre de Vilnius (Lituania) de julio. También se puede aprobar en alguno de los consejos con representación de los embajadores previstos antes.
Ese nuevo programa está muy ligado a la intención de la OTAN de aumentar el gasto en defensa y que ese 2% del PIB marcado ahora sea el suelo y no el techo. Estados Unidos, los países bálticos y Polonia quieren marcar un nuevo objetivo del 2,5% del PIB, pero otros, como Alemania, Italia o España, advierten de que no es viable y que el 2% no refleja otras aportaciones a la Alianza, como las misiones. España, que invierte el 1,4% del PIB en defensa, se ha marcado como objetivo cumplir ese 2% en 2029.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.