Brasil propone la mediación de la CELAC en las tensiones entre Venezuela y Guyana

Nicolás Maduro ha llamado a Lula Da Silva este sábado después de haber ordenado la creación de filiales en el Esequibo de PDVSA y CVG, las empresas estatales de petróleo y minas

Fotografía de un mapa de Venezuela al que se le añade al Esequibo, durante un acto en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) en Caracas (Venezuela).Miguel Gutiérrez (EFE)

El venezolano Nicolás Maduro ha telefoneado este sábado a su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, según ha revelado la Presidencia brasileña. Lula le ha transmitido a Maduro punto por punto lo acordado el jueves por los principales países de Sudamérica: ha subrayado la “creciente preocupación” de los países vecinos por el aumento de la belicosidad en torno al conflicto sobre el Esequibo, ha insistido en la necesidad de que Venezuela “evi...

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El venezolano Nicolás Maduro ha telefoneado este sábado a su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, según ha revelado la Presidencia brasileña. Lula le ha transmitido a Maduro punto por punto lo acordado el jueves por los principales países de Sudamérica: ha subrayado la “creciente preocupación” de los países vecinos por el aumento de la belicosidad en torno al conflicto sobre el Esequibo, ha insistido en la necesidad de que Venezuela “evite acciones unilaterales” y en la urgencia de encarrilar este contencioso mediante el diálogo y las vías pacíficas. La propuesta es que ambas partes negocien una salida con mediación de la CELAC (Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños), hoy bajo la presidencia de Ralph Gonsalves, primer ministro del país caribeño San Vicente y Granadinas.

Las demandas transmitidas por Lula en la conversación fueron pactadas durante la cumbre de Mercosur en Río de Janeiro y suscritas por Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Perú. La preocupación es grande dentro del Gobierno brasileño, que considera a Maduro extremadamente impredecible, según fuentes diplomáticas. La irritación de Lula con el presidente venezolano va en aumento por el peligro que supone, ya que tiene frontera tanto con el Esequibo, con el resto de Guyana y con Venezuela.

Brasilia ha aumentado la presencia militar en la frontera. Este intento de Maduro de anexionarse el territorio rico en materias primas, con la vista puesta en las próximas elecciones presidenciales, choca de lleno con los esfuerzos del brasileño por allanar el camino a la vuelta de Venezuela a los foros regionales tras años de aislamiento diplomático.

El anuncio de que Maduro tiene previsto visitar Moscú ha causado contrariedad y sorpresa en el Gobierno Lula, según la prensa brasileña. La visita a Putin supone un mensaje evidente días después de que EE UU respondiera con unas maniobras en Guyana al anuncio de anexión por parte de Caracas. Venezuela tiene interés ahora en retomar los acuerdos de explotación de la Plataforma Deltana —cerca de las aguas en las que Guyana ha dado concesiones— sobre la que empresas como Chevron y la rusa Rosfnet ya habían hecho exploraciones para extracción de gas en la zona con reservas certificadas de hasta ocho billones de pies cúbicos, planes que habían quedado paralizados hace más de una década. La visita a Putin, que todavía no se ha confirmado, podría tener este interés detrás.

Minerales, petróleo y gas

Mientras la diplomacia regional sigue movilizada ante las tensiones, Maduro avanza en lo interno en sus planes. Este viernes siguió tomando decisiones sobre el territorio, durante una manifestación en la calle en la celebración del Día de la Lealtad, creado por el oficialismo para conmemorar la fecha en que un Hugo Chávez convaleciente designó a Maduro como su sucesor político. Una las nuevas medidas anunciadas ha sido la creación de las empresas PDVSA Esequibo, una filial de la estatal petrolera venezolana, y la CVG-Esequibo, como brazo de la Corporación Venezolana de Guayana en el territorio en disputa.

La orden ha sido comenzar a conceder licencias para la exploración y explotación de petróleo y minerales. “Guyana y ExxonMobil se tendrán que sentar a dialogar con nosotros”, dijo Maduro a sus seguidores. A principios de esta semana, el líder chavista había dado un plazo de tres meses a las empresas que han recibido concesiones de Guyana en las aguas por delimitar para que se retiraran de la zona e iniciaran conversaciones con Venezuela para recibir permisos.

El Esequibo es parte del macizo guayanés, la formación geológica que abarca una buena porción del territorio amazónico que comparten varios países. El territorio en disputa, con una superficie de 160.000 kilómetros cuadrados, está en el límite occidental del Arco Minero del Orinoco, un área de explotación de más de 111.800 kilómetros cuadrados, equivalente al 12% del territorio nacional. El Arco Minero del Orinoco fue creado por Maduro en 2016 para la explotación de grandes reservas de oro, cobre, diamante, hierro, bauxita y aluminio, entre otros minerales, un plan que ha sido cuestionado por ONG y organismos como la ONU, por las graves violaciones de derechos humanos que se cometen en medio de una explotación voraz y sin control de minerales.

Al norte del Esequibo, en la costa atlántica, las exploraciones han dado con importantes reservas de gas y petróleo que Guyana comenzó a explotar a razón de casi 400.000 barriles diarios a principios de 2023 con planes de llegar a 1,2 millones de barriles al día para 2027. Mientras, Venezuela no ha logrado volver a tocar el millón de barriles diarios, luego de la profunda crisis en que entró la estatal petrolera hace varios años por malos manejos, corrupción y las sanciones internacionales.

Maduro también firmó el decreto de creación de la Zona de Defensa Integral de la Guayana Esequiba, como parte de la estructura operacional que las Fuerzas Armadas de Venezuela han implementado en todo el país en los últimos años. Dijo que el objetivo de esta instancia sería crear áreas protegidas y parques nacionales en parte de ese territorio.

El viernes en la reunión a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad de la ONU se llegó a la conclusión de que Venezuela y Guyana deben ceñirse a la última decisión de la Corte Internacional de Justicia, emitida dos días antes de la realización del referéndum en Venezuela tras el cual se ha desatada esta crisis diplomática. Ninguno de los países debería hacer nada que pueda agravar la disputa que intenta resolver la corte, luego de que en 2018 el secretario de Naciones Unidas, Antonio Guterres, decidiera pasar el caso a esta instancia, en el marco del Acuerdo de Ginebra.

Venezuela ha tomado medidas que sugieren la anexión del territorio, pero en términos concretos todavía no ha ocurrido. Guyana se prepara ahora para ir a la OEA (Organización de Estados Americanos), instancia en que la Venezuela en tiempos de Hugo Chávez logró retener el apoyo de los países caribeños gracias a los acuerdos petroleros, pero que en el tema de la disputa territorial respaldan en bloque a Guyana.

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