Orbán visita a Putin en Moscú y causa indignación en la Unión Europea
El primer ministro húngaro acude a Rusia nada más asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. El dirigente apela ante el líder ruso a una paz “por el camino más corto”
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, vuelve a ser el verso libre, el alumno díscolo, de la Unión Europea. El político nacionalpopulista, el líder europeo más cercano al Kremlin, ha viajado este viernes a Moscú donde se ha reunido con el presidente ruso, Vladímir Putin. Su visita, la primera de un líder europeo desde que la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania se ha consolidado, ha generado una tormenta de rechazo en el club comunitario. Tras aterrizar en la capital rusa, ha asegurado que va “en misión de paz”, ...
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, vuelve a ser el verso libre, el alumno díscolo, de la Unión Europea. El político nacionalpopulista, el líder europeo más cercano al Kremlin, ha viajado este viernes a Moscú donde se ha reunido con el presidente ruso, Vladímir Putin. Su visita, la primera de un líder europeo desde que la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania se ha consolidado, ha generado una tormenta de rechazo en el club comunitario. Tras aterrizar en la capital rusa, ha asegurado que va “en misión de paz”, las mismas palabras que utilizó en su última visita oficial al Kremlin el 1 de febrero de 2022, tres semanas antes de la invasión de Ucrania. En una comparecencia junto al líder húngaro, Putin ha aprovechado para exigir de nuevo a Kiev que se retire del territorio ucranio ocupado por las tropas rusas —es decir, una rendición—, como condición para el cese de hostilidades. El martes, el primer ministro húngaro pidió en Kiev al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, un alto el fuego.
Numerosos líderes europeos han considerado muy grave la reunión en Moscú de Orbán, que acaba de iniciar la presidencia rotatoria semestral del Consejo de la UE. La UE le ha advertido de que no tiene mandato europeo para negociar nada con Putin en nombre del club comunitario. Ucrania ha censurado rotundamente que se aborde la situación en su país sin su participación.
Mientras, el presidente ruso ha aprovechado la visita para repetir, ante el silencio de Orbán, el argumentario del Kremlin para responsabilizar una vez más a Kiev de la invasión que inició hace ya más de dos años. “La parte ucrania ni siquiera piensa en parar las hostilidades porque en ese caso desaparece el pretexto para prorrogar la ley marcial y tendría que celebrar elecciones”, ha lanzado Putin, que lleva 24 años en el poder y toda su oposición está en la cárcel, muerta o en el exilio; un líder que ha modificado la Constitución rusa dos veces para perpetuarse en el poder.
En una gran sala del Kremlin, tras un atril, el dirigente húngaro ha seguido el juego al ruso al hacer hincapié en la comparecencia sin preguntas en que “lo más importante es la paz”, aunque eludió abordar qué tipo de paz y sus consecuencias para ucranios, rusos y europeos. “La principal tarea en los próximos seis meses de nuestra presidencia europea será la lucha por la paz”, ha recalcado Orbán. El mandatario húngaro preguntó al ruso cuál es “el camino más corto para la paz”, y la respuesta del Kremlin fue que Ucrania entregue territorio y se desarme. “Kiev todavía no está dispuesta a abandonar la idea de librar una guerra con un final victorioso”, ha lamentado un serio Putin tras el encuentro.
Con la marea de críticas de líderes europeos de fondo, Putin ha ahondado en las grietas al inicio de su reunión al presentar a Orbán como portavoz de todo el bloque pese a ser un encuentro bilateral. “Entiendo que ha llegado usted esta vez no solo como un antiguo socio nuestro, sino también como presidente del Consejo de la UE”, ha enfatizado el ruso. El propio Orbán ha continuado en esa línea: “Esta no es nuestra primera reunión en la última década, ya es la undécima, pero es más especial que las anteriores. Como ha mencionado, Hungría ha asumido la presidencia del Consejo de la UE”. “La cifra de países que están dispuestos a dialogar con ambas partes del conflicto se está agotando”, había añadido Orbán poco antes, sentado junto a Putin en el Kremlin de Moscú, junto a las delegaciones de ambos países. “Hungría pronto se convertirá en el único país de Europa que podrá hablar con todo el mundo”, ha respondido el presidente ruso al inicio de su encuentro.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, ha criticado la reunión, que no se coordinó con el Gobierno ucranio al que Orbán visitó el martes. “Instamos a los países a no conducir conversaciones sobre Ucrania sin la participación de Kiev”, ha manifestado.
El viaje de Orbán a Moscú y su reunión con Putin están empeorando aún más las ya dañadas relaciones de Hungría con la UE. La Comisión Europea ha advertido este viernes de que la visita pone en riesgo el viaje a Budapest del colegio de comisarios que estaba previsto estos días, según las primeras planificaciones, y que se había pospuesto para octubre, según un portavoz comunitario. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha rechazado tajante el viaje: “El apaciguamiento no detendrá a Putin. Solo la unidad y la determinación allanarán el camino hacia una paz amplia, justa y duradera en Ucrania”, ha manifestado en redes sociales.
Varios líderes europeos, entre ellos el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, trataron de contactar con Orbán, sin éxito, el jueves, después de que un medio de investigación húngaro adelantase la noticia del viaje a Moscú. El húngaro, sin embargo, sí avisó de su viaje al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, según ha confirmado el noruego este viernes.
“No puedes hacer la paz desde un cómodo sillón de Bruselas”, lanzó el húngaro en la radio de su país este viernes de buena mañana, antes de despegar hacia Moscú. “Incluso si la presidencia rotatoria de la UE no tiene mandato para negociar en nombre de la UE, no podemos sentarnos y esperar a que la guerra termine milagrosamente. Seremos una herramienta importante para dar los primeros pasos hacia la paz. De eso se trata nuestra misión de paz”, ha añadido.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, se ha preguntado en redes sociales “en qué manos está esa herramienta”. Su homólogo alemán, Olaf Scholz, ha declarado en la misma red: “La posición de la UE es muy clara: condenamos la guerra de agresión rusa. Ucrania puede contar con nuestro apoyo”. La primera ministra de Estonia y futura jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha denunciado que el dirigente húngaro “está explotando la presidencia de la UE para mostrar confusión”. “La UE está unida, claramente, junto a Ucrania y contra la agresión rusa”, ha añadido. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado también el viaje. “La visita del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, a Moscú no representa a la UE. Nuestros valores son absolutamente incompatibles con Putin y sus acciones. La posición de la UE es muy clara: la agresión rusa contra Ucrania debe acabar”, ha dicho en las redes sociales.
El portavoz internacional de Orbán, Kovács, reconoció el jueves a un grupo de corresponsales europeos en Budapest, entre ellos, EL PAÍS, que el líder húngaro no tiene potestad europea para negociar en nombre de los Veintisiete y que acudió a Kiev en visita bilateral. Sin embargo, la prioridad del semestre de presidencia húngara es “la paz”, zanjó. El primer ministro húngaro quiere presentarse a sí mismo como un mediador, un puente entre Moscú, Kiev y Bruselas.
Orbán, como de costumbre, actúa a voluntad propia. El líder húngaro y su Gobierno, que lleva dirigiendo 14 años, han torpedeado constantemente las medidas de apoyo a Ucrania por la agresión rusa. Hungría ha dilatado sucesivamente los 14 paquetes de sanciones contra el Kremlin y sus satélites desde el inicio de la invasión a gran escala y tiene bloqueados más de 6.000 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz que sirve para devolver a los Estados miembros parte de los fondos que dedican para enviar armas a Ucrania. Budapest rechaza enviar material militar y ha solicitado varias exenciones para no participar en esos esquemas.
La visita de Orbán a Moscú se produce solo unos días antes de que los líderes de los 32 aliados de la OTAN, entre ellos el propio primer ministro húngaro, se den cita en Washington para la cumbre anual de la Alianza Atlántica.
Este viaje oficial no es el primer desplante de Orbán a Bruselas. El líder húngaro fue el primer mandatario europeo que mantuvo un encuentro cara a cara con Putin después de que el Tribunal Penal Internacional dictara una orden de arresto contra el presidente ruso por crímenes de guerra. Los dos dirigentes se reunieron en Pekín en octubre de 2023.
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