La empresa taiwanesa Gold Apollo niega haber fabricado los buscas explosivos y señala a una empresa húngara
La compañía asegura que mantiene un acuerdo “a largo plazo” con BAC Consulting KFT, radicada en Budapest, para el uso de su marca comercial
La compañía taiwanesa Gold Apollo, acusada de haber producido los buscas explosivos que causaron el martes la muerte de 12 personas en Líbano, entre ellos varios miembros de la milicia libanesa Hezbolá, y cerca de 3.000 heridos, ha negado este miércoles de forma rotunda estar involucrada en la producción de los aparatos. La empresa, fundada en 1995, ha asegurado en una nota que el modelo de localiz...
La compañía taiwanesa Gold Apollo, acusada de haber producido los buscas explosivos que causaron el martes la muerte de 12 personas en Líbano, entre ellos varios miembros de la milicia libanesa Hezbolá, y cerca de 3.000 heridos, ha negado este miércoles de forma rotunda estar involucrada en la producción de los aparatos. La empresa, fundada en 1995, ha asegurado en una nota que el modelo de localizador “mencionado en los recientes informes de los medios de comunicación”, el AR-924, es un artículo “producido y vendido” por BAC Consulting KFT, una compañía con sede en Budapest con la que ha establecido “una asociación a largo plazo”. Una responsable de esta empresa ha manifestado a una cadena estadounidense que ellos tampoco han fabricado los aparatos y que son solo intermediarios.
Los indicios de este ataque insólito apuntan de momento a que los servicios secretos de Israel habrían colocado explosivos en 5.000 buscas importados por Hezbolá meses antes de la oleada de detonaciones, según han revelado este miércoles varias investigaciones publicadas por la prensa estadounidense, citando fuentes oficiales anónimas. Otra fuente de seguridad libanesa, recogida por la agencia Reuters, ha afirmado que los buscapersonas eran de la empresa Gold Apollo.
Los combatientes de Hezbolá habían comenzado a utilizar este tipo de localizadores como fórmula para eludir el rastreo israelí de sus ubicaciones, según fuentes familiarizadas con las operaciones del grupo, citadas por esta misma agencia.
Este ataque se trata de uno de los mayores agujeros de seguridad de la milicia desde su creación en los años ochenta del pasado siglo y este miércoles se ha agrandado a causa de unas nuevas explosiones que han dejado otros 20 muertos y más de 300 heridos. Sin embargo, no se han originado en buscas, sino en unos walkie-talkies de fabricación japonesa adquiridos por Hezbolá hace cinco meses, según Reuters. En las imágenes de los restos de los dispositivos se distingue un panel interior con la etiqueta “ICOM” y “made in Japan” (hecho en Japón). ICOM es una empresa de radiocomunicaciones y telefonía con sede en Japón y por ahora no ha hecho declaraciones al respecto.
Por su parte, la compañía tecnológica taiwanesa ha eludido todo vínculo con los buscapersonas comprometidos y asegurado que el acuerdo de cooperación con la empresa húngara autoriza a esta a usar su marca comercial para la venta de productos “en las regiones designadas”, incide el comunicado, “pero el diseño y la fabricación de los productos son responsabilidad exclusiva de BAC”. El texto concluye: “Gold Apollo Co., Ltd. siempre cumple con la normativa pertinente y mantiene asociaciones transparentes y cumplidoras con nuestros colaboradores”.
“El producto no era nuestro. Solo llevaba nuestra marca”, ha declarado también este miércoles el fundador y presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, ante la prensa en las oficinas de la empresa en la ciudad de Nuevo Taipéi, al norte de Taiwán, según Reuters. Hsu ha explicado que habían tenido problemas con los pagos de esta empresa. “La remesa era muy extraña”, ha dicho, añadiendo que había llegado a través de Oriente Próximo, pero sin dar más detalles. Ha afirmado desconocer cómo pueden haberse manipulado los buscas.
Agentes de la policía de Taiwán y funcionarios del Ministerio de Economía de la isla autogobernada han visitado la empresa. El citado ministerio ha asegurado en un comunicado que no le constan exportaciones directas de buscapersonas de Taiwán a Líbano. Hsu ha añadido que se siente también una víctima: “Puede que no seamos una gran empresa, pero somos una empresa responsable”, ha dicho. “Esto es muy embarazoso”. En el apartado de preguntas frecuentes de la página web de Gold Apollo se explica que está especializada en la localización inalámbrica desde hace más de 20 años y que sus productos están 100% hechos en Taiwán. “Somos la empresa líder en soluciones inalámbricas”. Entre sus clientes, según esta página, figuran BMW y Starbucks.
Intermediaria húngara
Cristiana Bársony-Arcidiacono consta en la red social LinkedIn como consejera delegada de BAC Consulting. La cadena estadounidense NBC ha contactado este miércoles con ella. “Yo no hago los buscapersonas. Soy solo el intermediario”, ha manifestado la responsable de BAC Consulting. La dirección de la empresa indicada en Budapest, la capital de Hungría, lleva a una calle residencial. El nombre de la empresa estaba publicado en la puerta de vidrio en una hoja A4, junto a otras compañías, pero no tiene presencia física allí. Una persona que atendió a los medios de comunicación explicó que nadie de la compañía trabaja en ese edificio, que sirve como sede oficial y que solo recibían correo una vez al mes.
El Gobierno húngaro ha enfatizado este miércoles que la empresa BAC Consulting “es una intermediaria comercial sin centro de producción ni de operaciones” en el país. “Los dispositivos mencionados nunca han estado en Hungría”, afirma en un comunicado. “Los servicios de seguridad nacional húngaros están cooperando [en la investigación] con todas las agencias y organizaciones internacionales asociadas”, añade.
“Ofrecemos un asesoramiento exhaustivo que guía a nuestros clientes en su camino hacia la innovación, la sostenibilidad y la equidad, garantizando al mismo tiempo la conexión y la autenticidad”, se afirma en el perfil de LinkedIn sobre la empresa. Bársony-Arcidiacono, según la información en esta red, tiene un diploma en Políticas de la London School of Economics, un máster en Desarrollo Sostenible de la SOAS University (Londres) y cursó un doctorado en Filosofía por el University College, también en la capital británica.