04074: segundo premio de la Lotería de Navidad 2022

Maria Casamajó ha vivido el mejor final para el peor año. Reside con su familia en Ger (Girona), un pueblo de montaña en el Pirineo catalán de poco más de 400 habitantes, y poco antes de las once de la mañana ha experimentado seguramente el desahogo más feliz del pueblo. Los chillidos de su hermana, que vive en la casa de al lado, atravesaron las paredes y el teléfono confirmó la buena noticia. “¡Maria, nos ha tocado un segundo premio!”, gritaba su hermana. No se lo creían....

Maria Casamajó ha vivido el mejor final para el peor año. Reside con su familia en Ger (Girona), un pueblo de montaña en el Pirineo catalán de poco más de 400 habitantes, y poco antes de las once de la mañana ha experimentado seguramente el desahogo más feliz del pueblo. Los chillidos de su hermana, que vive en la casa de al lado, atravesaron las paredes y el teléfono confirmó la buena noticia. “¡Maria, nos ha tocado un segundo premio!”, gritaba su hermana. No se lo creían. Tenían cada una un décimo premiado, el 04074, y dejaban atrás un 2022 para olvidar. Isaac, uno de los hijos de Maria, de 13 años, sufrió un ictus hace exactamente un año y aún está en proceso de recuperación. La familia cierra el curso de la mejor manera, con 125.000 euros de premio que pretenden compensar “la peor aventura posible”, como admite la madre. El número también se vendió en otras localidades de Girona (Puigcerdà y Olot), en Bilbao y en el municipio vizcaíno de Mungia.

Isaac empezó a sentir dolores de cabeza continuos a partir de noviembre de 2021, pero los médicos no dieron con el diagnóstico hasta que la mañana del 28 de diciembre el joven casi perdió el conocimiento cuando iba a esquiar. Fue trasladado de urgencia a un hospital y dos días después fue operado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona para reparar un aneurisma. “Nos dijeron que era una cirugía a vida o muerte”, recuerda Maria. Salió bien, aunque sin movilidad en la parte izquierda.

Los siguientes ocho meses se convirtieron en una carrera contrarreloj para garantizar la recuperación del menor. Isaac pasó dos meses en Vall d’Hebron y seis más en el Instituto Guttmann de Barcelona, uno de los principales centros de neurorrehabilitación del país, cursando primero de la ESO a distancia. “Era muy consciente de la situación en que quedó”, recuerda la madre, “pero dijo que haría todo lo posible para no repetir”. Ahora estudia segundo de la ESO en el instituto de Puigcerdà de forma presencial y cada día realiza sesiones de rehabilitación por la tarde.

“Habla bien e intelectualmente está perfecto, pero a veces tiene algún déficit de concentración”, comparte Maria. El objetivo de Isaac, dice su madre, es volver a esquiar. Ya es capaz de montar en bici y ponerse de nuevo los patines de hielo, aunque aún no puede competir con el Club de Gel Puigcerdà, donde jugaba hasta el momento del accidente. “Ha sido un año muy duro, pero hoy ha cambiado la suerte de todo el pueblo”, celebra la madre emocionada, que compartió inicialmente su testimonio en TV3.

En Olot, uno de los afortunados es Ibrahim Cante, un inmigrante que salió de Libia en patera hasta Italia y llegó a España en febrero de 2017. Ahora trabaja en la localidad catalana y es la primera vez que ha comprado lotería en su vida. El martes adquirió un décimo y este jueves ha ganado un premio inesperado.

“Estoy muy contento, muy contento, no sé de momento qué tengo que hacer ni sé ni cómo va esta lotería”, dice Ibrahim al llegar a la administración. “Nunca había comprado antes. Compré el décimo el martes al pasar por aquí con mis amigos”. Todavía no sabe a qué dedicará los 125.000 euros del premio, pero su ilusión sería impulsar su carrera musical.

Cante se ha desplazado esta mañana a la administración de lotería número 1 de Olot, que ha repartido 45 series, 450 décimos y 56 millones de euros del número 04074. Alfredo Alfaro, natural de Fitero (Navarra), es el gerente del establecimiento desde hace nueve años y en 2018 ya dio media docena de décimos del Gordo. Él no tiene ningún décimo del número premiado “por desgracia”, pero cree que “eso es lo de menos, lo importante es darlo”. Está contento de haber repartido tantos millones porque, dice, todos los décimos de este número se vendieron por ventanilla y “están muy repartidos”.

En Mungia (Bizkaia), un pueblo de 17.500 habitantes, el júbilo se ha adueñado del bar Uri, donde también se ha vendido una parte del segundo. “Sale champán de la cafetera”, ha afirmado Aitor, el responsable de este local al que han empezado a acercarse clientes afortunados con el premio al grito de “nos ha tocado, nos ha tocado”. El dueño del bar ha continuado con la faena, como si de un día normal se tratara. En esta taberna se han vendido la mayoría de las 45 series (56 millones de euros) que ha despachado la administración Lauaxeta Olerkari, asegura su responsable Josune Iriondo: “Es una satisfacción enorme”, ha reconocido.

Los números anterior y posterior al segundo premio, el 04073 y el 04075, se llevan también un premio de aproximación equivalente a 62,5 euros por euros jugado; a lo que se suma el premio de la centena del segundo (5 euros por euro jugado, lo mismo que la pedrea) para todos los que empiezan en 040. En total, por tanto, el 04073 y el 04075 se llevan 67,5 euros por euro jugado, que equivalen a 1.350 euros por décimo.

El buscador de EL PAÍS permite localizar la administración que vende cualquier número de la Lotería de Navidad.

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