Menstruación: otra vía para el ausentismo escolar
La ley aprobada en Michoacán para el reparto en las escuelas de productos de higiene femenina abre el camino a una regla digna en México
La iniciativa aprobada en Michoacán para el reparto gratuito en las escuelas públicas de productos de higiene femenina para niñas y adolescentes abre camino en México, un país donde hablar de menstruación no es aún fácil y está lleno de tabúes, sobre todo en las zonas más deprimidas. La vinculación con el sistema educativo es pertinente por cuanto buena parte del ausentismo escolar se debe a la imposibilidad de conseguir toallas higiénicas, tampones y otros artículos en los días de regla. Los dolores asociados con el periodo también oca...
La iniciativa aprobada en Michoacán para el reparto gratuito en las escuelas públicas de productos de higiene femenina para niñas y adolescentes abre camino en México, un país donde hablar de menstruación no es aún fácil y está lleno de tabúes, sobre todo en las zonas más deprimidas. La vinculación con el sistema educativo es pertinente por cuanto buena parte del ausentismo escolar se debe a la imposibilidad de conseguir toallas higiénicas, tampones y otros artículos en los días de regla. Los dolores asociados con el periodo también ocasionan la pérdida de días de clase a lo largo del curso. El 42% de las escolares ha faltado alguna vez al centro educativo debido a la menstruación y el 22% se quedó en casa “por miedo a manchar la ropa o a que se notara que estaba con la regla”, según una encuesta efectuada el año pasado por U-Repor y varias organizaciones más, entre ellas Menstruación Digna en México (MDM) y Unicef.
El reparto de artículos de higiene entre las estudiantes ha llegado al Congreso federal. Una iniciativa presentada en junio de 2020 se debate ahora en la comisión de Educación, previo a su debate y eventual aprobación en pleno. También en septiembre del año pasado, las diputadas presentaron otra propuesta para que fuera eliminado el 16% de IVA con el que ahora se carga a estos productos esenciales. No prosperó. Pero lo volverán a intentar. En México, siguiendo la misma encuesta citada anteriormente, el 11% de las mujeres elige toallas, tampones u otros artículos en función de su coste, y la mayoría de ellas gasta entre 50 y 100 pesos [2,3 y 4,7 dólares] al mes en este capítulo. No es poco para un país donde el azote de la pandemia ha dejado entre seis y 11 millones de personas con dificultades para pagar alimentos básicos, y varios millones de habitantes más viven en la pobreza en cualquiera de sus niveles. El 12% ha tenido que dejar de usar artículos para el periodo por las estrecheces vividas en esta pandemia. En el Congreso hay además una mesa de trabajo, coordinada por Verónica Juárez, para debatir sobre las necesidades que plantea la menstruación.
Michoacán no tiene aún presupuesto aprobado para comenzar con el reparto en las escuelas. El diputado Antonio Madriz Estrada, quien ha llevado la iniciativa al Congreso estatal, calcula que en 2022 ya se contará con ese dinero. Así lo ha afirmado este viernes en una rueda de prensa digital en la que han participado las diputadas Lorena Villavicencio y Martha Tagle, dos de las legisladoras más comprometidas con estos problemas, que afectan a la mitad de la población. Mientras llegan los recursos, las mujeres de Menstruación Digna México (MDM) ya se han ofrecido a impartir talleres para ir capacitando a los maestros en las escuelas, porque la educación sobre este asunto es algo que consideran prioritario. “En los libros de texto apenas se le dedica a la regla un par de párrafos”, se queja la vocera de MDM, Anahí Rodríguez.
La encuesta, a la que respondieron sobre todo mujeres entre la adolescencia y los 24 años, pone de manifiesto el vacío informativo que hay en las escuelas sobre la menstruación. Un 64% de las que respondieron no reciben educación específica sobre este asunto, ni pláticas, ni cuentan con libros donde poder informarse. Las amigas, ayer y siempre, y el internet ahora es la fuente de conocimiento (46%) sobre la regla, y eso no parece disolver los tabúes. El cuestionario revela también las precarias condiciones que hay en muchos centros educativos del país para pasar los días de regla. Un 9% no tiene acceso al agua con frecuencia, el 24% no cuenta siquiera con papel de baño y un 29% solo a veces; en un cuarto de las escuelas no hay un baño privado donde cambiarse y asearse con comodidad. Con estos mimbres, no es de extrañar que el 97% de las consultadas vean con buenos ojos el reparto gratuito de insumos en las escuelas. En Escocia también se aprobó en 2018. Las escuelas son la clave para una educación saludable en este terreno, para romper tabúes entre niños y niñas y para evitar que la pobreza aumente la discriminación y la brecha entre las adolescentes por ese motivo.
A pesar de esta encuesta, con una muestra pequeña de individuos, apenas 1.577 respuestas y muy centrada en Ciudad de México, la ausencia de datos en el país es flagrante. No se sabe lo que opinan las mujeres, lo que sienten, las carencias materiales, la diferencia entre los ámbitos rural y urbano, etcétera. Esa es la razón de que incidir en la necesidad de investigar sobre este asunto. A falta de un diagnóstico claro, los remedios están llegando a partir de la intuición. Las realidades se imponen. Todos saben que las preocupaciones y problemas que pueda ocasionar la regla entre las mujeres serán más acusadas en el ámbito rural y en las comunidades indígenas, por eso el proyecto de Michoacán será paulatino, empezando por estos lugares más necesitados de formación e insumos, como ha declarado este viernes, desde Michoacán, Lisel Lifshitz, directora de Mujeres Aliadas AC, organización integrada en MDM.
Cuando las dificultades del periodo son patentes todavía para millones de mujeres en México, cuando su primera menstruación el 33% de las consultadas la relacionó con el miedo, un 4% sintió asco y un 10% tristeza; cuando un 2% dice no usar ninguno de los productos que está en el mercado en los días del periodo, un 8% aún no tiene accesos a medicamentos para combatir el dolor asociado y un 13% aún considera que es solo un asunto que concierne a las mujeres, cuando todo eso pasa, las leyes dictadas para la eliminación del plástico desechable se llevó por delante los tampones en la Ciudad de México, dejando pocas alternativas a las afectadas. Parecida medida iban a tomar en Michoacán, pero las integrantes de MDM consiguieron frenar una nueva dificultad para las mujeres.
Y no es la única. Aún luchan porque las encarceladas tengan acceso gratuito a estos productos, algo que contempla la ley no se cumple. La menstruación, dicen quienes se ocupan de romper barreras y discriminaciones, también es una cuestión de dignidad.
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