Consuelo Sáizar: “Estamos frente a la generación más grande de lectores de la historia”
La antigua presidenta del Fondo de Cultura Económica, Conaculta y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe dirigirá y rediseñará la Feria del Libro de Monterrey en su trigésima edición
“Soy lesbiana, soy mujer, soy de Acaponeta, el quinto municipio de Nayarit, el Estado número 32 de México, un lugar profundamente homófobo y misógino… soy alguien que ha habitado la periferia siempre”, dice Consuelo Sáizar (Acaponeta, 1961), en entrevista con EL PAÍS, como buscando resumir su biografía. Pero esa cita es apenas un fragmento de su imponente curriculum vitae y su emocionante historia de vida. Consuelo Sáizar creció entre la tinta y los tipos móviles de la ...
“Soy lesbiana, soy mujer, soy de Acaponeta, el quinto municipio de Nayarit, el Estado número 32 de México, un lugar profundamente homófobo y misógino… soy alguien que ha habitado la periferia siempre”, dice Consuelo Sáizar (Acaponeta, 1961), en entrevista con EL PAÍS, como buscando resumir su biografía. Pero esa cita es apenas un fragmento de su imponente curriculum vitae y su emocionante historia de vida. Consuelo Sáizar creció entre la tinta y los tipos móviles de la imprenta que heredó su padre Antonio Sáizar, de su abuelo Martín — analfabeta hasta los 11 años, autodidacta e hijo de un minero que murió sepultado mientras trabajaba en la explotación de una veta de oro, en Durango — junto con la dirección de El Eco de Nayarit, un diario local donde, siendo una niña, corregía planas y cortaba las vitelas. A los siete años, entre dos máquinas de prensa plana, su abuelo, Martín Sáizar, le presenta al poeta Alí Chumacero, oriundo de Acaponeta, editor de la icónica novela de Juan Rulfo, Pedro Páramo. “Este señor escribe, edita, vende libros y trabaja en el Fondo de Cultura Económica”, le dijo su abuelo a la pequeña Consuelo. “Ese día decidí que iba a ser directora del Fondo”, cuenta Sáizar, en entrevista con EL PAÍS.
La vida de Consuelo Sáizar ha estado íntimamente ligada a las letras. Fue editora en Jus — una editorial de adscripción católica de derecha, que había fundado Manuel Gómez Morín, fundador del Partido Acción Nacional (PAN) —, comenzó a ir a ferias del libro; la primera que visitó fue la de Buenos Aires, en 1985, donde conoció a Jorge Luis Borges. “En ese momento sabes que estás frente a una leyenda, pero tú crees que así va a ser la vida”, dice entre risas. Luego, fundó su propia editorial, Hoja Casa. En 2002, a los 40 años, cumplió el sueño de convertirse en la primera y hasta ahora única mujer directora del Fondo de Cultura Económica — la mayor casa editorial pública en español, con más de 80 años de historia, 28 librerías en México y presencia en EE UU, España y ocho países latinoamericanos —; fue la segunda mujer presidenta de CONACULTA, también dirigió el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, de la UNESCO. Además, acaba de recibirse como doctora en Sociología por la Universidad de Cambridge. Ahora, a los 60 años, Sáizar dirige la Feria Internacional del Libro de Monterrey, en su trigésima edición. Una ambiciosa apuesta cultural del Tecnológico de Monterrey, la universidad privada más grande de México. Se llevará a cabo del 8 al 16 de octubre, en el Centro Ferial Cintermexal, rendirán un homenaje a Elena Poniatowska y tendrán como invitado al editor del historietista Quino, Daniel Divinsky.
Pregunta. Después de estar largo tiempo en el mundo académico y tras graduarse como doctora en Sociología por la Universidad de Cambridge, vuelve a la gestión cultural, ¿por qué tomó esta decisión?
Respuesta. Siempre he estado en el mundo del libro y creo que la biografía se mide por décadas. Pienso que, en la primera fui estudiante; en la segunda, ejecutiva. Luego, a los 30, empresaria editorial. A los 40, servidora pública. En los 50, académica, cuando me fui a Oxford y a Cambridge a estudiar y estuve en Harvard como profesora visitante. Y, ahora, que acabo de cumplir 60 años y me gradué el 27 de noviembre en Cambridge, en un doctorado en Sociología en donde hice un estudio sobre la hegemonía del libro en español y se presentó la oportunidad de incorporarme al Tecnológico de Monterrey y dirigir la Feria del Libro. Estoy convencida que aquí puedo sumar todas mis experiencias y los estudios que he realizado porque es una institución universitaria y porque es una Feria del Libro. Entonces, estoy llena de ilusiones y de planes y muy contenta de habitar en una ciudad que es un ejemplo de disciplina y de llevar a cabo proyectos. Es una ciudad de conocimientos y ahora vengo a sumar esta experiencia para trabajar en la cultura.
P. ¿La hegemonía del libro en español? Cuénteme un poco sobre su tesis de doctorado.
R. Desde muy chica me pregunté por qué España era el país que prevalecía con prodigiosos catálogos y proyectos de lectura. Me dediqué, durante unos 10 años, en tratar de responder esa pregunta y lo que encontré fue el modelo de gestión. México hizo un proyecto de promoción de lectura y España se va más con el modelo industrial de Inglaterra, en donde el agente literario y el distribuidor tienen un papel muy protagónico. Y es ahí, en medio de todo esto, cuando surge el escritor profesional. Al final de cuentas, lo que siempre tuvo España es esta vocación de comercio global que nos nutrió muchísimo y estableció un diálogo con América de manera muy importante en el mundo del libro.
P. ¿Cómo ve la salud del libro en este momento?
R. Soy muy optimista, es por eso que decidí formar parte de esta ola de optimismo, de esa nueva propuesta de encontrar en la lectura la gran alternativa civilizatoria y la gran posibilidad de la alegría que para mí siempre ha sido. Estamos frente a la generación más grande de lectores de la historia y es, por un lado, por la población. Segundo, por los niveles de alfabetización que se alcanzaron el siglo pasado. Y tercero, porque hubo un fenómeno global: Harry Potter, que formó generaciones de lectores casi profesionales. Y decía Monsiváis que él entendía por lector profesional aquel que leía un siguiente libro cuando terminaba de leer el anterior.
P. Siempre ha puesto énfasis en la importancia de las condiciones materiales, en la infraestructura que debe proveer el Estado, sobre todo en la cultura
R. Estoy convencida de que el Estado se tiene que hacer cargo de la infraestructura, tanto de la creación, como del mantenimiento. Construir los teatros, bibliotecas… Hay una comunidad en México que es admirable por el trabajo que realiza. Estoy convencida de que el modelo mexicano es una gran modelo. Hay que ver cómo el talento de nuestros creadores es muy respetado a nivel mundial. Escritores, artistas plásticos, arquitectos, cineastas. Lo que pasó con Tatiana Bilbao, Premio Richard Neutra 2022 a la Excelencia Profesional, en la universidad Cal Poly Pomona. Frida Escobedo, que diseñará el nuevo pabellón de arte del Museo Metropolitano de Nueva York; los cineastas, que están dejando una huella muy relevante a nivel internacional. No me sorprende, me admira profundamente.
P. ¿Cuál cree que haya sido la semilla que se sembró para que existan estos talentos mexicanos reconocidos a nivel mundial?
R. Infraestructura, por supuesto. Apoyos por parte del Estado. Una libertad creativa irrestricta. Me parece que ese triángulo fue un triángulo virtuoso. Para mí, el caso mexicano es ejemplar en términos de promoción cultural a los creadores. Si algo hay que mejorar es aumentar los fondos. Siempre el talento era mayor al presupuesto. Siempre lo va a ser. He de decirte que fue muy importante el apoyo que se dio a principios de este siglo XXI a los creadores.
P. ¿Qué tiene preparado para la Feria Internacional del Libro de Monterrey?
R. Es un proyecto muy emocionante. La Feria del libro de Monterrey celebra su trigésimo aniversario. Se va a llevar a cabo del 8 al 16 de octubre, en el Centro Ferial Cintermex. Es una gran alternativa para los lectores. La Feria está buscando expandir sus horizontes porque va a realizar una actividad en los 25 campus profesionales del Tec de Monterrey a lo largo de todo el país. Y eso me parece que será una característica muy importante porque también participarán las prepas Tec. La idea es dar un servicio cultural a la comunidad dentro y fuera de la institución. Hay una voluntad expresa del Tec de Monterrey de refrendar su compromiso con la cultura y queremos que la feria dialogue con la frontera. Será una feria totalmente binacional. Queremos que la FIL de Monterrey sea un motor de desarrollo económico de la industria editorial acá en el norte y en otras industrias creativas. Seremos una feria híbrida, estaremos en línea.
P. Le brindarán un homenaje a Elena Poniatowska…
R. Sí. Le rendiremos un homenaje a la escritora total que es Elena Poniatowska. Ofreceremos una reflexión de toda su obra. Cumple 90 años. Es la única mexicana que ha ganado el Cervantes; tiene un lienzo literario prodigioso sobre el siglo XX. Reflexionaremos sobre su trabajo sobre el indigenismo, sobre sus entrevista y crónicas como La noche de Tlatelolco. Es una figura capital de las letras en español. Su historia abarca todo un siglo. Estuve con ella para invitarla y la idea es que de aquí [del Tecnológico de Monterrey] surjan tesis, estudios muy rigurosos sobre una figura irrepetible por todo lo que representa, por todo lo que ha forjado.
P. También invitarán al editor del historietista Quino, Daniel Divinsky.
R. Hemos anunciado un homenaje a Daniel Divinsky, que cumple 80 años. Fue el primer editor de Quino. Fue un hombre que, cuando funda Ediciones de la Flor, junto con su entonces esposa, hace esto que a mí siempre me asombró: pensamiento e imagen. Una cosa híbrida que funcionaba muy bien. Quino destilaba inteligencia. Tengo 60 años. Tuve la oportunidad de conocer a algunos que son leyendas incontestables. Daniel en sí mismo es una leyenda, uno de los grandes editores. Tuve el placer de verlo en Frankfurt conversando con Umberto Eco y Eco cayó rendido ante el talento de Daniel. Qué te puedo decir, estoy muy entusiasmada. La primera vez que fui a una feria fue en 1985, en Buenos Aires, tenía 23 años. Me tocó conocer a Borges y en ese momento sabes que estás frente a una leyenda, pero tú crees que así va a ser la vida.
P. ¿Tuvo la oportunidad de conversar con Borges? ¿Qué le escuchó decir?
R. Recuerdo simple y sencillamente haberlo escuchado. Era una niña. Seguramente estaba en la orilla de la mesa. Vivía en un lugar profundamente homófobo y misógino. He habitado la marginalidad siempre. Soy de Acaponeta, que es el quinto municipio de Nayarit, el Estado número 32. Soy lesbiana, soy mujer, soy alguien que ha habitado la periferia siempre. Pero, leer a alguien que está observando lo que tú estás viviendo, pero que tal vez no alcances a descifrar, a jerarquizar, a enunciar, a aprender, a incorporar a tu vida, a tus días, es algo invaluable.
P. ¿Cómo fue crecer tan cerca de una imprenta y trabajar en un periódico a tan temprana edad?
R. Crecí en una imprenta, pero la imprenta eran dos máquinas de prensa plana. De esas de pedal. Era un negocio netamente familiar. Corregía las planas, las armaba, porque eran tipos móviles, limpiaba… cortaba las vitelas. Desarmaba las cajas, limpiaba la tipografía con un cepillito y con petróleo y sabía leer al revés las cajas. Luego fui a Tepic, gané un concurso de periodismo y me puse a trabajar en El Observador. Luego, me fui a México, donde estudié Comunicación. A los 20 años empecé a corregir. Yo empecé en la escala más baja, a corregir galeras. Me tocó todo el proceso. Imprimimos con un rodillo, luego pasé a la fotocomposición. Vi todo el proceso. He visto todo. Me tocó, en 1984, ver el primer floppy [disquete], que contenía toda la enciclopedia británica.
P. Ha sido una defensora de las mujeres y sus causas en la cultura. ¿Cómo ve el panorama en términos de género en el mundo editorial?
R. Las escritoras y las agentes literarias son absolutamente protagónicas. Yo creo que el ejemplo de Carmen Balcells es muy importante. Sobre las dueñas de editoriales, somos muy pocas las que hemos fundado editoriales, pero algunos nombres muy importantes existen. Y, luego, las libreras. Yo creo que nos debemos una historia generosa, tratada con rigor y con curiosidad intelectual. Una de las cosas que me sorprendió profundamente aquí, en Monterrey, es encontrar a una de las escritoras que más libros ha vendido en español. Ha vendido un millón de ejemplares y está traducida a 17 idiomas. Sofía Segovia es un fenómeno. Las escritoras, recordemos el caso de Isabel Allende, de Laura Esquivel, de Ángeles Mastretta. Estas mujeres emergieron con una gran potencia y una gran calidad literaria en los años 80, precedidas por Elena Poniatowska, Rosario Castellanos y por Elena Garro, que marcaron un horizonte profesional para la escritura. En este momento, el elenco de escritoras: Valeria Luiselli, Fernanda Melchor, Mariana Enriquez, las españolas… Margo Glantz, claro, tienes un catálogo de lecturas que nos incumben, que denuncian, que nos hacen evidentes fortalezas y debilidades, que son capaces de mostrarnos. Muchas de las palabras que utilizamos cotidianamente y que sobre todo son espejo y campaña porque ponen la atención sobre temas que estaban invisibilizados.
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