Joana Marcús, del club de lectura en Internet a superventas en papel
La joven escritora mallorquina, que por estos días alborota la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se consolida como un fenómeno editorial en español
Cientos de adolescentes se amontonan a las puertas de un salón en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Están expectantes, con la emoción de quien está por conocer a un ídolo. Han venido a ver por primera vez a ver a la escritora española Joana Marcús (Mallorca, 22 años). Con apenas 22 años, la autora de literatura juvenil no se cree aún el éxito que significa su visita a México. Hace unos días, cientos de lectores asistieron a escucharla en un evento e...
Cientos de adolescentes se amontonan a las puertas de un salón en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Están expectantes, con la emoción de quien está por conocer a un ídolo. Han venido a ver por primera vez a ver a la escritora española Joana Marcús (Mallorca, 22 años). Con apenas 22 años, la autora de literatura juvenil no se cree aún el éxito que significa su visita a México. Hace unos días, cientos de lectores asistieron a escucharla en un evento en la capital mexicana, cuyas entradas se habían agotado a una hora de promocionarse. La revuelta era tal que algunos intentaron colarse con entradas falsas. “Sinceramente no estaba preparada, creo que nadie nace preparado para estas cosas”, dice en entrevista desde la mayor cita de la literatura en español. “Fue un shock, en sitios en los que ni siquiera he estado hay gente que conoce mi libro, se lo ha leído y le ha gustado. Me parecía como muy surrealista”.
Las ediciones de Antes de diciembre, Después de diciembre o la Trilogía de fuego (Penguin Random House) volaban por estos días más rápido que los tacos del puesto dentro de la FIL. El regreso de la feria en formato completamente presencial, después de la pandemia de la covid, logró llenar numerosos auditorios de visitantes que buscaban escuchar a su autor favorito. Pocos llenaron la sala como Marcús. A 10 años de haber empezado a publicar sus historias en la plataforma online de lectura Wattpad, la autora mallorquina se ha vuelto un fenómeno editorial que traspasa los océanos.
Después de que sus libros acumularan millones de lectores en Internet —hoy su primera novela supera las 140 millones de lecturas—, y Marcús se consolidara como un fenómeno virtual, la casa editorial le envió un correo en 2020 para invitarla a volcar su trabajo en el papel. “Penguin me propuso publicar Antes de diciembre en papel con ellos y al principio pensé que era una broma, de hecho estuve una semana sin contestar porque decía: ‘Esto es imposible, o sea, es algún amigo que se está riendo de mí, no le voy a contestar’. Luego volvieron a insistir y dije: ‘Uy, pues igual es de verdad”.
Dos años después de aquel correo, Marcús ya es una de las autoras más vendidas de todo América Latina, su nombre aparece en las listas de los best sellers de casi todos los países de la región. Es además, parte de un grupo de escritoras forjadas en internet, entre las que se encuentra la mexicana Flor Salvador, que rompe actualmente los esquemas del mercado. La mallorquina comenzó a escribir en línea cuando tenía 11 años. “Tenía dislexia y mi terapeuta me recomendó leer media hora al día, pero no tenía recursos para comprarme un libro, entonces tuve que elegir entre ir a la biblioteca y leer cosas de adultos, o ir a Wattpad, donde había mucha novela juvenil y gente de mi edad”. La plataforma de escritura es una referencia en lectura para adolescentes. Allí, los autores suben sus textos para que los lectores los consuman de forma gratuita, comenten, interactúen con otros lectores, e incluso participen en el proceso de la escritura.
Se trata de una especie de club de lectura virtual. “Cuando estás en Internet, no eres tú solo con un libro; entras en los comentarios, ves a mucha gente que está leyendo lo mismo que tú, o que lee a otras autoras parecidas, que te puede recomendar libros que quizá te gusten. Eso crea un sentimiento de comunidad”, dice Marcús. Ella misma se reconoce como una amante del papel y, pese a haberse formado en un mundo completamente virtual, es de esas personas que creen que los libros impresos nunca van a desaparecer. Pero entiende como pocos a una generación que busca refugio en la red. “La literatura se va adaptando y al final si quieres que una persona joven lea, igual es mejor ponerle a su alcance una forma de leer que esté adaptada a su forma de interactuar con el mundo”.
El éxito de ventas, sin embargo, no logra apaciguar los prejuicios que enfrenta Marcús constantemente. Ser una mujer joven que escribe literatura para jóvenes es un estigma que lleva al hombro el peso de varios prejuicios en una sola definición. El que más le pesa es el concepto que tiene la gente de lo que es la novela juvenil. ”Mucha gente considera que la literatura juvenil es una literatura de transición, es lo que leen los jóvenes hasta llegar a la literatura de verdad. Yo creo que literatura de verdad es todo”.
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