Wendy Guevara: “Las personas trans somos normales. Amamos, sentimos y lloramos igual que todo el mundo”
La actriz y creadora de contenido retorna a la pantalla chica tras el éxito de ‘La Casa de los Famosos’ con ‘Wendy, perdida pero famosa’, otro ‘reality show’ en el que abre las puertas de su vida cotidiana
El pasado 13 de agosto por la noche, la atención de México estaba en un lugar. Tras más de 10 semanas, el reality La Casa de los Famosos llegaba a su final y revelaría a su ganador. Por un lado, estaba la figura televisiva Nicolla Porcella y en el otro estaba la sensación de Internet y quien los últimos meses se robó el protagonismo del programa y el corazón de una audiencia devota y fiel a...
El pasado 13 de agosto por la noche, la atención de México estaba en un lugar. Tras más de 10 semanas, el reality La Casa de los Famosos llegaba a su final y revelaría a su ganador. Por un lado, estaba la figura televisiva Nicolla Porcella y en el otro estaba la sensación de Internet y quien los últimos meses se robó el protagonismo del programa y el corazón de una audiencia devota y fiel a su nueva ídola, encarnada en la piel de la creadora de contenido y actriz transgénero Wendy Guevara.
Con un vestido rojo de gala, guantes y tacones altos, sostenía las manos de Porcella, mientras la presentadora, con pausas dramáticas y una percusión de fondo que jugaba con la tensión del momento, comenzaba a dar el veredicto: “El ganador o ganadora de La Casa de los Famosos por decisión del público eres tú”, pausa de nuevo y continúa “sí, tú”, mientras los planos igualan la música y enfocan rápidamente los rostros de los finalistas. Después de un sonido que emulaba una campana, que deja el estudio en silencio por unos segundos eternos, se vuelve a escuchar a la presentadora con la decisión: “¡eres tú, Wendy Guevara!”.
En el Ángel de la Independencia, en la capital, escenario de celebración de glorias pasadas de la selección de fútbol mexicana, la euforia volvía a explotar y los gritos de felicidad se escuchaban a cuadras a la redonda. Lo mismo sucedía en Monterrey, en Nuevo León; en León, Guanajuato y hasta en Baja California. En distintos Estados de la República mexicana el apoyo a Guevara se reproducían en letreros, porras y cánticos: “Nada perdida, siempre ganando”. “¡Ganamos carona!”. “¡Wendy, carona, ya eres ganadora!”.
Esa noche, donde culminó la historia de uno de los programas más exitosos de México de los últimos tiempos, y que terminó de consagrar a la figura de la primera mujer trans en ganar un reality show en México, comenzó un nuevo camino para Wendy Guevara. Uno donde es, de nuevo, la estrella, solo que ahora las cámaras la acompañan y están con ella 24/7. Wendy, perdida pero famosa es el nuevo programa que da seguimiento a la influencer en su vida después de La casa de los Famosos.
El primer episodio de este nuevo show comienza inmediatamente tras la premiación. La madrugada después de la noche del 13 de agosto, con su mismo atuendo de gala, pero ahora con una medalla con el número uno de La Casa de los Famosos y 4 millones de pesos (unos 250.000 dólares) en su cuenta por ser la ganadora, Wendy salía casi a las 2.30 de los estudios de Televisa escoltada por su productor. Pensó que la iban a llevar en una camioneta Suburban blanca, pero en realidad una ambulancia la aguardaba. Ante la extrañez por la elección de su vehículo, uno de los productores le dijo “nos vamos a ir de aquí porque afuera es una locura. No tienes idea de la cantidad de gente”. El transporte de emergencia salió sin sospecha, en medio de gritos, ruidos de tambores y humos de fuegos artificiales.
“¡Ay!, no puedo creer que me tuve que escapar de mis fans, dios mío. Los quiero chingones. Esto es algo que la verdad no me esperaba. Neta, no sé cómo agradecerle a la gente. Que Dios se los multiplique con un chingo de salud y dinero y cogidas”, afirma ante las cámaras del nuevo show, con esa soltura y picardía que la caracterizan.
En este nuevo programa, Wendy (León, 30 años), “la mujer de pechuga con longaniza del momento” —como afirma ella—, abre las puertas de su día a día, donde el público podrá conocer y ver su vida de una forma más íntima, junto a su familia, amigos y, según cuenta, “todo esto que me define a mí como persona, desde que era pequeño”. Desde que se hizo viral en 2017 junto a Las perdidas, un espacio en redes de creación de contenido junto a sus amigas e influencers trans Paolita Suárez y Kimberly La más preciosa, y con su nueva fama, siente que no ha perdido la brújula de quién es.
“Van a ver mis orígenes. Lo que me gusta y no me gusta hacer. Dentro de La Casa de los Famosos no había situaciones como las que uno vive acá afuera. Entonces ahí sí me van a conocer un poquito con carácter más fuerte cuando me molesta algo o me estreso por algo. Dentro de la casa había problemas entre nosotros, pero no estaba esto como las obligaciones que uno tiene día a día, en la vida real. Van a ver muchas cosas y espero que no me juzguen y si me juzgan, pues me aguanto”, afirma a través de una videollamada, sonriente.
Es consciente que la privacidad la perdió hace mucho, pero aun así esta nueva fama, como cuando concedió una seguidilla de entrevistas en un día para todos los programas y espacios en Televisa, la tienen en shock, porque aún se acuerda creciendo, “como una chiquilla, toda meada yo”, que veía las telenovelas de esa casa productora. Ahora dentro, según muestra el programa, cada persona a cargo de la producción, fans con los cuernos de diablo que representan al Team Infierno y presentadores, hacen fila por una selfie con ella. “Nunca ha habido tanta gente y ojo que han venido Alejandro Fernández y Luis Miguel”, le dice una productora. “Si la gente me quiere tanto como a Alejandro Fernández o a Luis Miguel, me toca dar la talla hermanas”, dice en un bloque del primer episodio de su reality.
Pero lo de Wendy no es un fenómeno aislado, ya es parte de la cultura popular y de las conversaciones cotidianas. Frases como “no soportas, verdad panzona”. “Resulta y resalta”. “Nimoderrimo”. “viejo” o “vieja”, que usa para referirse a las cosas que ya no le gustan —como ”¡cuchillo viejo!”—, entre otras, se han vuelto parte del dixit popular, gracias a su forma tan espontánea de ser y hablar, con la que se ha robado el cariño del público.
“Estas expresiones se viralizaron más dentro de La casa de los Famosos, pero no me imaginé, jamás, que pudiera pasar eso. Pero bueno, si a la gente le gusta la manera en que digo las cosas, pues qué padre, a mí me conviene. Sí me pasa mucho que estoy caminando en el aeropuerto o la central de autobuses y me gritan ‘Hey perra, ven culera’. Me hablan como yo hablo, como yo soy así, medio escandalosa. A veces sí digo ‘Ay, esta señora’, es que la gente se conecta tanto que siente que eres su amiga en persona, que te conoce durante mucho tiempo y digo, bueno pues, usted maltráteme señora, no hay problema”, complementa sonriente.
Wendy destaca a sus predecesoras, como la vedette y actriz Francis y también a la presentadora e intérprete Alejandra Bogue, que como personalidades trans, le han abierto la puerta para que también ella vaya poniendo su granito de arena. “Yo creo que esta lucha no termina todavía, porque aún existe gente en la sociedad que todavía te juzga por tu manera diferente de ser, por tu forma de vestirte, pero poco a poco vamos dando un paso adelante”, recalca.
A pesar de ser considerada como un referente para la comunidad LGBT+, no se considera una activista, ya que es una responsabilidad enorme, afirma. “Yo creo que más bien soy un reflejo de la vida de muchas chicas trans que han pasado por lo mismo que yo. No me gusta esto que me vean a veces como un ejemplo, porque cuando tienes esa bandera tan alta, si la riegas o pasa algo, te crucifican. Entonces yo prefiero mantenerme tranquila”, dice.
Wendy, perdida pero famosa es también un retorno a su natal Guanajuato, una de las entidades federativas más duras contra la comunidad LGBT+, donde se restringe tanto el matrimonio igualitario como el derecho a la comunidad trans al cambio de identidad de género. Sin embargo, la imagen fue otra la noche de la final de La Casa de los Famosos, cuando alrededor de 10.000 personas se dieron cita en la plaza de San Juan del Coecillo, en León, frente a una tarima con una pantalla gigante para apoyar y festejar a su coterránea.
“La gente cambia mucho su manera de pensar cuando se hacen este tipo de realities y son un éxito. Yo fui parte del éxito junto con todos los compañeros que estuvimos. Me gusta que la gente vea la vida de otra manera, con respeto. O que digan, yo juzgaba a las chicas trans, a esta chica, cómo es de espontánea, diferente y todo y ella en su pedo, en su mundo. Yo amo León, amo Guanajuato. Me encanta, soy de allá y siempre voy a vivir allá. En todos lados pasa y lo importante es hacer que la gente respete y que no nos vea diferentes, las personas trans somos sumamente normales. Amamos, sentimos y lloramos igual que todo el mundo”, finaliza serena y siempre con una sonrisa.
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