La economía mexicana en 2023: previsiones versus resultados
La fortaleza del peso mexicano, que se explica entre otras cosas por un enorme diferencial en las tasas de interés entre México y Estados Unidos es otro factor que revela la solidez de la economía mexicana en un entorno internacional sumamente complejo
El 2023 fue sin duda un buen año para la economía mexicana. Así lo sugieren diversos indicadores. En este último artículo del año haremos un breve recuento de los avances y resultados obtenidos en México en aspectos tales como crecimiento, inflación, tipo de cambio, mercado laboral y sector externo. En todos los casos compararemos lo que se esperaba de la economía mexicana hace un año con las cifras oficiales más recientes o con lo que ahora se anticipa al cierre de...
El 2023 fue sin duda un buen año para la economía mexicana. Así lo sugieren diversos indicadores. En este último artículo del año haremos un breve recuento de los avances y resultados obtenidos en México en aspectos tales como crecimiento, inflación, tipo de cambio, mercado laboral y sector externo. En todos los casos compararemos lo que se esperaba de la economía mexicana hace un año con las cifras oficiales más recientes o con lo que ahora se anticipa al cierre de 2023.
Empecemos con el crecimiento económico. La Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado (EEEESP) publicada por el Banco de México el 16 de diciembre de 2022 estimaba un crecimiento del PIB para 2023 de apenas 0,90%. Los propios pronósticos del banco central eran un poco más optimistas, pero aun así relativamente bajos: la expectativa central de crecimiento para 2023 publicada el 30 de noviembre de 2022 era de 1,8%, aunque se establecía un rango posible de entre 1% y 2,6%. El desempeño de la economía mexicana en 2023 claramente ha desafiado a estas previsiones. Según la EEEESP del 15 de diciembre de este año, ahora se estima que la economía mexicana crecerá en 3,4% en 2023, es decir, muy por encima de las previsiones de hace un año e inclusive por encima del escenario optimista previsto por el Banco de México.
En materia de inflación, los especialistas encuestados en la EEEESP de diciembre del año pasado preveían una inflación general anual para 2023 de 5,1%. El último dato conocido, el de la primera quincena de diciembre, reveló una inflación anual de 4,46%. Dado que solo falta conocer los datos de la segunda quincena del mes, es muy probable que la inflación anual para todo 2023 será muy cercana a la cifra mencionada. De hecho, la EEEESP de diciembre de este año anticipa una inflación anual de 4,44%. En cualquier caso, la cifra de inflación de cierre de 2023 será inferior en al menos medio punto porcentual con respecto a lo que se preveía a finales de 2022.
Con respecto al tipo de cambio, los especialistas consultados en la EEEESP en diciembre de 2022 anticipaban una paridad cambiaria de 20,8 pesos por dólar al cierre de 2023. Incluso hace un par de semanas, los especialistas todavía anticipaban un cierre de año en 17,57 pesos por dólar. Hoy sabemos que el tipo de cambio cerró el año en 16,92 pesos por dólar. Una apreciación muy significativa que nadie anticipaba. Así, la fortaleza del peso mexicano, que se explica entre otras cosas por un enorme diferencial en las tasas de interés entre México y Estados Unidos (pero no sólo por esto), es otro factor que revela la solidez de la economía mexicana en un entorno internacional sumamente complejo.
En lo que se refiere al mercado laboral, la EEEESP de diciembre de 2022 anticipaba una creación de 400.000 empleos formales en el IMSS en todo 2023 y un cierre de la tasa de desocupación nacional de 3,68%. Las últimas cifras oficiales publicadas (con datos al 30 de noviembre) revelan que la creación anual de empleos formales es de alrededor de 700.000 (¡75% por encima de lo que se preveía hace un año!) y que la tasa de desocupación nacional es de solo 2,7%, la más baja desde que tenemos registros oficiales comparables. Como uno esperaría, la EEEESP del 15 de diciembre de este año muestra que los especialistas han ajustado sus expectativas a una creación de 730.000 empleos formales en el año y a una tasa de desocupación de cierre de año de 2,8%.
Con respecto al sector externo, la EEEESP de fines de 2022 anticipaba para 2023 un déficit comercial superior a los 20.000 millones de dólares (mdd), un déficit en cuenta corriente de 15.600 mdd y una inversión extranjera directa de 32.600 mdd. Ahora, en diciembre de 2023, los especialistas anticipan un déficit comercial al cierre de año de sólo 13.600 mdd, un déficit en cuenta corriente de 16.000 mdd (es decir, un aumento muy marginal) y una inversión extranjera directa superior a los 37.000 mdd. Así, los déficits con el exterior habrían sido menores o prácticamente iguales a los anticipados, mientras que la inversión foránea sería mayor a lo previsto. Aquí, cabe señalar que, según cifras de la Secretaría de Economía, la inversión extranjera directa recibida al tercer trimestre de 2023 habría sido cercana a los 33.000 mdd. Esto implica que tan solo en los primeros nueves meses del año se habría recibido la inversión foránea que los especialistas anticipaban para todo el año.
La EEEESP del Banco de México cierra con unas preguntas sobre la percepción del entorno económico del país. Ante la pregunta de cómo percibían la coyuntura actual para realizar inversiones, al cierre de 2022 el 14% de los especialistas dijo que era un buen momento, mientras que el 53% consideraba que era un mal momento, el resto (33%) dijo que no estaba seguro. En cambio, al cierre de 2023, las respuestas favorables son 43%, las negativas 20% y las inciertas 37%. Como se puede ver, el balance entre respuestas positivas y negativas cambió en tan sólo un año de -39 puntos porcentuales a +23, un cambio notable en el estado de ánimo para realizar inversiones en el país.
En suma, el 2023 fue un muy buen año para la economía mexicana. El crecimiento, la generación de empleo y la inversión extranjera directa fueron mayores a lo esperado; mientras que la inflación, el desempleo, el tipo de cambio y el déficit comercial fueron menores a lo previsto. Evidentemente aún hay retos por enfrentar: el crecimiento económico en lo que va del sexenio ha sido relativamente bajo; la pobreza, aunque ha bajado, sigue siendo muy alta; la inseguridad sigue afectando a buena parte de la población y la extorsión ha crecido. Tenemos por delante una oportunidad única, la relocalización de actividades (nearshoring). Es cierto que aún hay muchas cosas por hacer si lo que queremos es maximizar el potencial de este fenómeno en beneficio de amplios segmentos de la población, pero es importante empezar por lo más elemental: reconocer los avances logrados. Solo así podremos identificar lo que se debe mantener y lo que debe ajustarse.
Les deseo a todos mis lectores un muy feliz 2024.
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