Ken Salazar reafirma sus criticas a la reforma judicial: “Si no se hace bien, puede traer muchísimo daño”
El embajador modera el tono tras la “pausa” de López Obrador, pero asegura que las preocupaciones expresadas por Estados Unidos no violan la soberanía de México
La elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte por voto directo ha levantado un nuevo muro entre Estados Unidos y México. El embajador Ken Salazar moderó el tono, pero mantuvo sus críticas a la reforma judicial impulsada por Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena. “Si no se hace bien, puede traer muchísimo daño en la relación”, afirmó en una conferencia de prensa este martes. Salazar insistió en que la decisión sobre el futuro de la propuesta está en manos del Gobierno y el Congreso de México, pero negó que los cuestionamientos de Washington supongan una violación a la soberanía de su vecino. “Hay muchísimas preocupaciones”, aseguró, tras dos semanas de tensiones bilaterales y una polémica “pausa” diplomática decretada por el presidente mexicano.
“Seguimos trabajando, me comunico muchísimo con el Gobierno de México y lo seguiré haciendo”, señaló Salazar sobre la “pausa”, en la primera rueda de prensa convocada por la embajada estadounidense tras declarar el pasado 22 de agosto que la elección de jueces por voto popular era “un riesgo para la democracia”. Las últimas declaraciones del embajador se dieron en un día convulso en el proceso legislativo de la reforma, después de que trabajadores del Poder Judicial bloquearan los accesos de la Cámara de Diputados para evitar que el dictamen fuera discutido y previsiblemente aprobado en lo general por la mayoría de Morena y sus aliados. Las protestas, apuntaladas en un paro de labores sin precedentes, obligaron al bloque gobernante a buscar una sede alterna al palacio legislativo de San Lázaro.
La convocatoria de la embajada estadounidense provocó grandes expectativas tras el encontronazo diplomático de hace unos días. El tema oficial de la cita con los medios, sin embargo, fue una presentación sobre el legado de Abraham Lincoln, Benito Juárez y la activista Dolores Huerta. Cuando los reporteros se arremolinaron para dar seguimiento a la polémica entre ambos países, Salazar ofreció un tour de la residencia oficial, en el que habló de su trabajo durante los últimos tres años en el país y su intención de dar un giro positivo a la relación bilateral. “Estados Unidos y México somos unidos, como una familia”, repitió en múltiples ocasiones durante el recorrido. ”Tenemos una historia complicada, pero la realidad es que hacia adelante seguiremos siendo una familia”.
“Para mi amigo Ken Salazar con afecto y agradecimiento por su trabajo profesional y respetuoso con México”, se lee en la dedicatoria de López Obrador hizo al embajador sobre una fotografía colgada en la biblioteca de la residencia oficial. Fue en ese punto de la casa donde Salazar habló de historia y valores compartidos, y apeló a los símbolos para echar hielo a su fracturada relación con el presidente mexicano. “Hemos tenido un buen recorrido, tengo muchísimo respeto por el presidente López Obrador”, dijo. “Él nos ha abierto las puertas, ahora somos los principales socios comerciales del mundo”, recordó.
La siguiente parada fue en el salón de la casa, donde normalmente son las conferencias de prensa y donde Salazar tomó las preguntas de los reporteros. “El trabajo sigue”, insistió, “no se puede parar porque alguien se enoje”. El embajador comentó que una reforma al sistema legal de México era necesaria, pero dijo que no entendía por qué sus comentarios habían provocado tanto debate. “Ojalá que se llegue a un lugar donde cualquier reforma que pase pueda apoyar los valores democráticos entre Estados Unidos y México”, declaró.
Las tensiones entre ambos países se han reflejado también en el terreno de la seguridad, a raíz de la captura de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López en Nuevo México, el pasado 25 de julio. La semana pasada estuvo envuelta por la controversia después de que la Fiscalía General de la República pusiera en duda la versión de Washington sobre la situación jurídica de Ovidio Guzmán, hermano de Joaquín e hijo de El Chapo, en Estados Unidos y anunciara que estaba investigando si su supuesta salida de la cárcel estaba relacionada con la detención de El Mayo. En México hubo también versiones sobre la supuesta entrada de Ovidio al programa de testigos protegidos, según una fuente de la DEA, aunque la información fue desmentida. “Los Chapitos siguen en la cárcel, siguen detenidos. Punto. No van a salir”, zanjó.
“Tengo un respeto grandísimo por la presidenta electa”, aseguró Salazar sobre Claudia Sheinbaum, quien cuestionó su posicionamiento contra la elección de jueces por voto directo al asegurar que también eran electos de esa forma en Estados Unidos. El embajador dijo que “no hay ningún juez” federal que sea electo por voto popular y que son pocos los Estados que lo hacen a nivel local. “Las preocupaciones e ideas que he compartido son parte del diálogo que debemos tener como vecinos y amigos”, señaló.
El homenaje a Dolores Huerta fue un guiño también para tender puentes con la próxima Administración y decir que es “tiempo de mujeres”, un eslogan de Sheinbaum durante la campaña. “El futuro va a ser con mucho liderazgo de las mujeres”, dijo Salazar. El embajador también se refirió a la llegada de Barack Obama a la presidencia en 2008 como una “transformación”, otro guiño al discurso de López Obrador, e hizo pública su admiración por Juárez, una figura central en el panteón del presidente mexicano. Pese a las turbulencias de los últimos días, Salazar, un hombre de símbolos, apostó por la desescalada. El fondo del mensaje, sin embargo, sigue siendo el mismo: las preocupaciones se mantienen y las diferencias, también. Morena ha adelantado que espera que la reforma judicial sea aprobada totalmente por el Congreso en la primera mitad de septiembre.
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