La acumulación de 696.000 toneladas de maíz en almacenes desde hace un año abre una nueva crisis en Segalmex
La tienda de abasto social pone en jaque parte de la inversión, alrededor de 1.500 millones de pesos, y batalla para dar salida al grano, que se hace viejo y pierde valor
Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) no deja de sangrar recursos públicos. A los escándalos de corrupción en la paraestatal que han costado, al menos, 2.700 millones de pesos, según cifras del Gobierno, se suma una nueva crisis. La tienda de abasto social creada por Andrés Manuel López Obrador tiene, desde hace un año, 695.921 toneladas de maíz blanco guardadas en sus almacenes en varios Estados, según datos oficiales de la paraestatal obtenidos por EL PAÍS. El grano corresponde a la temporada agrícola 2022-2023. Segalmex compró el maíz a productores de Sinaloa a un precio de garantía de casi 7.000 pesos por tonelada. Ahora, intenta venderlo a 4.800 pesos por tonelada, según ha confirmado a este periódico una fuente con conocimiento del caso, que ya prendió las alertas en el entorno de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Incluso en el escenario de que se vendiera todo el grano almacenado, la pérdida entre lo invertido por la empresa y lo que obtendría sería de más de 1.500 millones de pesos. A esa merma hay que sumar los gastos por el almacenaje, que el Gobierno subcontrata en decenas de bodegas en todo el país. Este es otro más de los problemas en Segalmex que la Administración lopezobradorista heredará a la de Sheinbaum, que inicia funciones el 1 de octubre.
La historia de esta nueva crisis se remonta a un acuerdo suscrito en 2023 entre Leonel Cota, director de Segalmex, y Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa, el principal Estado productor de maíz a nivel nacional. Conforme al convenio, la paraestatal compró un millón de toneladas de maíz blanco a los pequeños productores de ese Estado (propietarios de menos de 10 hectáreas). A su vez, el Gobierno de Rocha compró otras 800.000 toneladas a productores de hasta 15 hectáreas. La cifra combinada representaba casi un tercio de la producción de maíz de Sinaloa, de seis millones de toneladas.
Se trató de un programa emergente para apoyar a los trabajadores del campo ante el desplome del precio mundial del maíz blanco, que pasó de 198 dólares por tonelada en julio de 2022 a 156 dólares en julio de 2023, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura. En México, el precio del grano cayó a 5.200 pesos por tonelada. Como parte del programa de Precios de Garantía, Segalmex pagó el maíz a 6.979 pesos por tonelada. Tan solo la inversión de la paraestatal fue de alrededor de 7.000 millones de pesos.
El plan era que, al sacar del mercado 1,8 millones de toneladas de la producción de maíz blanco, el precio del grano restante en manos de los productores subiera. Eso no ocurrió. Segalmex decidió entonces guardar el maíz a la espera de que mejorasen los precios internacionales, lo que tampoco ha sucedido. En este escenario, el tiempo se volvió enemigo, por dos razones: primero, sacar al mercado el producto aumentaría la oferta nacional y haría caer aún más el precio; segundo, el maíz almacenado se ha hecho viejo y ha perdido valor.
Hubo un tercer problema: se aproximaba el fin de la cosecha de este año y había que buscarle espacio en las bodegas. Si bien Segalmex logró vender unas 300.000 toneladas del millón que había comprado, el producto restante era demasiado. Para evitar un cuello de botella, la paraestatal decidió trasladar el grano de los almacenes de Sinaloa al Estado de México, Hidalgo y Veracruz a través de barco, ferrocarril y transporte de carga. Además, en Sinaloa se contrataron más bodegas a terceros. El gasto por esta logística no ha sido informado por la empresa gubernamental. Circunstancialmente, ayudó que la producción de maíz de este año fue menor, debido a la sequía histórica en el país.
“Es un maíz que ya tiene más de un año en bodegas. Hay centros de acopio que hacen muy bien su labor de conservación, pero no todos son así, entonces ese producto por supuesto que va a perder calidad; no va ser comparable el producto de hace un año con uno nuevo”, afirma el líder de una asociación de productores de Sinaloa que ha solicitado no publicar su nombre por seguridad. “Por no tener un esquema claro para la comercialización de la gran cosecha que tuvimos en 2023 en Sinaloa, se improvisó este plan por parte de Segalmex, que fue un programa bienintencionado, pero no salió nada favorable”, ha añadido el productor.
EL PAÍS documentó en junio de 2023 la crisis política que hubo en Sinaloa por la enorme producción de maíz y la caída del precio internacional del grano. Los productores bloquearon calles e instalaciones estratégicas, como aeropuertos y sedes de Pemex, para exigir la intervención de las autoridades en lo que podía convertirse en una catástrofe para la economía local. Esa protesta forzó al Gobierno federal y al local a comprar un tercio de la producción anual de Sinaloa. Aunque el plan emergente trajo cierto alivio, muchos productores que no alcanzaron a ser beneficiarios del programa se vieron obligados a malbaratar su grano a las grandes empresas para no perder toda su inversión.
La historia del maíz manejado por Segalmex ha sido problemática. En abril de 2021, empresarios de Guerrero denunciaron que miles de toneladas de grano estaban echándose a perder en almacenes de ese Estado. Poco después, Televisa documentó que un cargamento de maíz estaba descomponiéndose a la intemperie en un campo de Chiapas, mientras que otra parte del grano era comercializada ilegalmente en Guatemala, país fronterizo con México. En 2023, ese mismo medio dio a conocer que varias toneladas de maíz fueron halladas en un basurero de Chiapas. Segalmex ha asegurado a este diario que el grano que tiene en almacenes desde hace un año se encuentra en buen estado.
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