El INE amaga con invalidar la reelección de ‘Alito’ Moreno como presidente del PRI
Un mes después de la polémica reelección del dirigente priista, el instituto electoral resuelve en primera instancia que la modificación de los estatutos, que le permitía seguir al frente del partido, fue ilegal
La reelección de Alejandro Alito Moreno en la dirigencia del PRI pende de un hilo. Este martes en la mañana, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) ha votado en contra del proyecto de la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas ya Partidos Políticos del instituto, que aceptaba el cambio en los estatutos del partido, aprobados en su asamblea el 7 de julio, y, por tanto, la reelección de Moreno, y las dirigencias: nacional, estatales y municipales. La decisión de la comisión llega en medio de la discusión sobre polémica reforma judicial, atascada ahora mismo en el Senado. Moreno, senador por el PRI, ha sostenido que la decisión de la comisión obedece a las presiones que Morena y sus aliados ejercen contra los senadores de oposición, para dar su voto a favor de la reforma judicial, que establece entre otras cosas, la elección popular de jueces, ministros y magistrados.
El proyecto que había construido la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE validaba los cambios estatutarios del PRI y con ello la polémica reelección de Alito y Carolina Viggiano, como presidente y secretaria general del Comité Ejecutivo de la formación, respectivamente. Sin embargo, los votos de los consejeros Dania Ravel, Arturo Castillo y Uuc-kib Espadas cambiaron los pronósticos. Los tres consejeros han abrazado los argumentos de los expresidentes del tricolor, Dulce María Sauri, Enrique Ochoa y Pedro Joaquín Coldwell, y otros militantes, que emprendieron una batalla para tirar la reelección de Moreno, al señalar que el partido había realizado los cambios estatuarios fuera del plazo legal.
La ley General de Partidos Políticos establece que los partidos no pueden realizar asambleas, ni cambios a sus documentos básicos, en medio de unos comicios. Oficialmente, el pasado proceso electoral concluyó el 8 de agosto, con la calificación de la elección presidencial, un mes después de que se realizara la asamblea priista en la que se aprobaron las reformas estatutarias. Ya después del proceso, el 11 de agosto, en una elección a todo vapor, Alito Moreno fue reelegido por un periodo de cuatro años, que se suman a los cinco que lleva en el cargo, con el 97% de los votos. Además, Moreno se guarda la posibilidad de repetir en el cargo hasta 2032.
Tras conocerse la decisión de la comisión del INE, Alito ha salido a defenderse de inmediato, argumentando que la resolución obedece a las presiones del oficialismo, en su pelea por obtener la mayoría calificada en el Senado, que garantice la aprobación de la reforma al Poder Judicial. “A mí no me van a presionar ni por la dirigencia del PRI, ni por cualquier denuncia ni amenaza. Vamos a votar en contra se esa reforma que es una locura”, ha dicho Moreno este martes desde su escaño, en la sesión del Senado.
Con los votos en contra de los tres consejeros, el proyecto original queda automáticamente modificado, en los términos que ellos mismos han planteado. El nuevo documento deberá someterse a la consideración del Consejo General del INE, esta misma semana.
El lunes, los expresidentes priistas críticos de Moreno, conocedores del sentido del proyecto, que el organismo elector quería aprobar la reelección de la dirigencia a toda velocidad, sin el análisis técnico del proyecto. Dulce María Sauri consideró que la resolución de Yessica Alarcón, titular de la Dirección de Prerrogativas, contenía múltiples inconsistencias jurídicas y “marometas para justificar lo injustificable”. Sin embargo, confiaron en que los consejeros corrigieran los posibles yerros y restablecieran la legalidad en el histórico partido.
El proyecto rechazado ahora validaba la reforma estatutaria. En su argumentación refiere que las enmiendas a los estatutos se ajustan a los parámetros constitucionales y legales. Además, dice el documento, los cambios respetaban la libertad de autogobierno y autoorganización del partido político. El artículo 34 de la Ley General de Partidos Políticos establece que las modificaciones a los documentos básicos de los partidos “en ningún caso se podrán hacer una vez iniciado el proceso electoral”.
En el debate este martes en la comisión, su presidenta, Dania Ravel, ha considerado que las reformas a los documentos de dirección del PRI debieron realizarse muna vez concluido el proceso electoral, de lo contrario se incumplía con la ley. La consejera ha criticado además que el PRI incumple, desde hace tres años, el mandato de realizar reformas en materia de violencia política de género y paridad sustantiva. En contraste, la asamblea nacional del 7 de julio, así como los cambios estatutarios se cocinaron al siguiente día de la elección del 2 de junio.
El consejero Castillo también ha votado en contra del dictamen. Para fundamentar el sentido de su voto, ha recordado que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha sentado reiteradamente precedentes rechazando modificaciones a los documentos básicos de los partidos durante el proceso electoral, que concluye cuando se califica la elección. El consejero ha sido el primero en poner sobre la mesa la polémica reforma judicial. En medio del clima de tensión, ha planteado incluso aplazar la votación del proyecto, hasta pasada la votación de la enmienda constitucional. Su propuesta no ha sido aprobada.
La resolución aún puede cambiar, el Consejo General del INE ha de discutir y votar esta misma semana el proyecto. En caso de que el fallo sea ratificado por la mayoría de consejeros, Alito Moreno aún podría recurrir al tribunal electoral, instancia que tiene la última palabra en las controversias de índole electoral y de partidos políticos.
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