Claudia Sheinbaum le echa gasolina a su TikTok en busca del electorado joven
La candidata presidencial de Morena intensifica la campaña electoral en la red social de los videos, con decenas de publicaciones
Claudia Sheinbaum baila, se ríe, besa a su marido, se come unas gorditas. Se muestra suelta y divertida frente a la cámara. Enseña los detrás de escena y las tomas fallidas. Desde hace unas semanas, ha intensificado su campaña a través de la red social TikTok. Con una catarata de nuevos videos cada día, la candidata presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha echado el acelerador en busca del voto joven, una porción del elector...
Claudia Sheinbaum baila, se ríe, besa a su marido, se come unas gorditas. Se muestra suelta y divertida frente a la cámara. Enseña los detrás de escena y las tomas fallidas. Desde hace unas semanas, ha intensificado su campaña a través de la red social TikTok. Con una catarata de nuevos videos cada día, la candidata presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha echado el acelerador en busca del voto joven, una porción del electorado que se concentra en esta red social. Con reguetón de fondo, intenta apaciguar la imagen acartonada y volverse un personaje más cercano a los jóvenes, menos rígido. “Me fue bien, aunque hay que repetir a veces porque se equivoca uno”, dice en uno de los videos en los que muestra el backstage de un anuncio publicitario. “Danna Paola, apenas la conocí, me gustó mucho”, comenta sonriente en otra publicación.
La gran revolucionaria de las campañas políticas por redes sociales en México fue Mariana Rodríguez, la esposa de Samuel García, que en 2021 alcanzó la gubernatura de Nuevo León gracias, en gran parte, al fenómeno virtual en el que se había convertido la pareja. Cuando García se lanzó hace unas semanas a la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano, las cuentas de Rodríguez volvieron a encender todos sus motores. La fórmula Mariana llegó en aquellas elecciones y transformó la forma tradicional de hacer política. Si algo aprendieron los teóricos de la comunicación política en las últimas campañas, fue que en las redes reside un enorme sector de la población, principalmente joven, que puede convertir likes en votos.
Los meses de este año que vieron a los aspirantes presidenciales competir por la candidatura tanto de Morena como del opositor Frente Amplio por México fueron meses de incontables videos y fotografías, algunos que rozaban lo ridículo, lo grotesco y lo burdo. Otros, con mucho más éxito, generaban la ovación digital. Sheinbaum tenía un perfil más apagado hasta antes de este año. Pero el equipo que se sumó a su campaña electoral en el último tiempo empujó las cuentas para arriba.
El TikTok de Sheinbaum se ha convertido en las últimas semanas en una mezcla de decenas de videos sacados de su documental recientemente estrenado, Claudia: el documental, y de publicaciones desenfadadas sobre música juvenil o incluso junto a su pareja. La candidata, que durante muchísimos años mantuvo su vida privada fuera de los focos, enseñó no solo imágenes del día de su boda, sino que ha dedicado varias producciones a su marido, Jesús María Tarriba. “Aparte de guapo, científico”, se lee en el mensaje que al video de los dos besándose, junto a fotografías viejas y una grabación de ella acomodándole la corbata cariñosamente a él. En un video de hace apenas unos días se le ve bailar una canción de la cantante mexicana Kenia Os, de quien ella misma se confiesa fanática.
La candidata incluso ha cambiado el ritmo de su discurso, en una grabación se la ve resumir en 25 segundos su política de seguridad cuando estuvo al frente de la ciudad. Para eso, ha tenido que hacer correr su dicción y repasar las cifras criminales de manera maratónica. “¿Qué es lo que les atrae a las y los jóvenes del TikTok?”, se preguntaba esta semana Sheinbaum en un podcast que ha lanzado recientemente junto a dos tiktokeras con el nombre de Sheinboom. “Les vamos a pedir unos cuantos consejos”, le dice la candidata a las influencers entre risas.
El mundo del TikTok no es completamente comprensible para la exjefa de Gobierno, que no logra aún conquistar masivamente esa red social como lo hizo el matrimonio García-Rodríguez. Detrás de las cámaras, en estas nuevas producciones compartidas, se ven a enormes equipos trabajar. Camarógrafos, sonidistas, asesores de imagen, incluso decenas de extras. Aunque admite en una publicación que no deja que nadie le escriba lo que dice en los videos, numerosas personas la aconsejan en una lista de pendientes que genera ahora su cuenta de TikTok. “Todo esto se financia con los recursos de Morena”, explica en un momento. En otro, en que se le ve grabar lo mismo varias veces, dice entre risas: “Les invito a que sigan viendo cómo grabamos”.
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