No se logrará un mundo verde con pobreza
Las economías en desarrollo se enfrentan a la necesidad de adaptarse y mitigar el impacto del cambio climático, a la vez que deben abordar problemas sociales a largo plazo
Este es el momento para que los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMDs) incorporen el concepto de sostenibilidad en sus misiones corporativas y empleen mecanismos intensivos de de-risking (eliminación de riesgos) y financiamiento para fomentar proyectos de acción climática.
Es fundamental enfrentar tanto los desafíos sociales como el ...
Este es el momento para que los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMDs) incorporen el concepto de sostenibilidad en sus misiones corporativas y empleen mecanismos intensivos de de-risking (eliminación de riesgos) y financiamiento para fomentar proyectos de acción climática.
Es fundamental enfrentar tanto los desafíos sociales como el cambio climático, ya que ignorar uno de ellos puede obstaculizar las inversiones y retrasar los resultados. Los líderes de los países miembros de los BMDs están instando a estas instituciones a desempeñar un papel clave en la rápida movilización de recursos para abordar los desafíos globales actuales. Para lograrlo, es necesario que los BMDs evolucionen su arquitectura financiera actual para maximizar los recursos y diseñar instrumentos y estrategias innovadoras de financiamiento de bajo costo.
El tiempo apremia y se requiere una acción global urgente para acelerar las inversiones en proyectos de acción climática.
Una nueva misión de sostenibilidad
Los BMDs se crearon inicialmente para apoyar la reconstrucción y el desarrollo, pero hoy en día, también promueven políticas sostenibles y contribuyen a construir resiliencia y a reducir la pobreza. Sin embargo, para acelerar la inversión en desafíos globales como el cambio climático, es necesario que estas instituciones integren la visión de sostenibilidad en su misión.
Incluir la sostenibilidad como parte de su objetivo facilitaría la identificación de efectos cruzados, externalidades y repercusiones que puedan tener las políticas públicas verdes en lo social, y viceversa. Aunque pueda parecer una cuestión semántica, la sostenibilidad engloba estas dos dimensiones de políticas públicas.
En la actualidad, las economías en desarrollo se enfrentan a la necesidad de adaptarse y mitigar el impacto del cambio climático, a la vez que deben abordar problemas sociales a largo plazo, como la pobreza. Además, la pandemia de la covid-19 y los conflictos bélicos han agravado aún más esta situación en un contexto de crecientes brechas de financiamiento, inflación y restricciones fiscales.
Ante estos desafíos globales, es crucial que los BMDs amplíen su misión corporativa y sitúen la sostenibilidad en el centro de su labor. Deben moldear las políticas y acciones para reconocer que las políticas sociales y ambientales están interconectadas y considerar sus efectos cruzados. No habrá un mundo sostenible sin erradicación de la pobreza y la inequidad.
Arquitectura financiera innovadora
Incrementar las inversiones en cambio climático implica destinar más recursos para atender las demandas urgentes provocadas por los desafíos globales, incluida la lucha contra la pobreza. Para lograrlo, es necesario que los BMDs enfoquen sus esfuerzos en la sostenibilidad y reestructuren su arquitectura financiera. Esto implica encontrar maneras innovadoras de acelerar las inversiones en temas de sostenibilidad, satisfacer las necesidades globales de financiamiento y reducir las brechas y costos de financiamiento.
Después de la pandemia, las economías has estado limitadas en recursos debido a altas cargas de deuda, tasas de interés elevadas, riesgos naturales y conflictos armados. Al mismo tiempo, la brecha de financiamiento para enfrentar el cambio climático sigue aumentando. Sin embargo, los fondos internacionales y los balances de los bancos de desarrollo no cuentan con recursos suficientes para frenar los efectos adversos en los próximos años, especialmente en países de ingresos medios y bajos, los cuales, además, necesitan seguir invirtiendo en políticas sociales.
Si los BMDs quieren acelerar la inversión en el cambio climático, deben cambiar completamente la forma en que proporcionan financiamiento. Actualmente, los BMDs ofrecen préstamos con costos diferenciales basados en el nivel de ingresos de un país, lo que genera una desigualdad financiera en la lucha contra el cambio climático que, aunque afecta globalmente, los costos financieros varían entre países.
Para abordar esta cuestión, se podría adoptar el enfoque de costo financiero propuesto por el Tesoro de los Estados Unidos, que proporciona opciones de financiamiento asequibles independientemente del nivel de ingresos de un país. Para lograr esto, los BMDs necesitan más flexibilidad en sus políticas de financiamiento, combinando diferentes instrumentos financieros y adaptándolos a las necesidades específicas de cada país, teniendo en cuenta su acceso a los mercados financieros y otros factores.
Por un lado, los países que tienen amplio acceso al mercado pueden necesitar instrumentos financieros que reduzcan los riesgos al inicio del ciclo de inversión. En este caso, el uso de enaltecedores de crédito para reducir el costo financiero de proyectos específicos podría ser una buena opción. Por otro lado, los países con menos acceso al mercado pueden necesitar una combinación de préstamos convencionales y donaciones para proporcionar financiamiento concesional. Mientras que para los países que se encuentran en una posición intermedia, una combinación diferente de soluciones sería la mejor opción.
Además, para mejorar la inversión pública y privada en sostenibilidad, se pueden utilizar herramientas como el enverdecimiento de las garantías de los BMDs para financiar proyectos, que actualmente se encuentran subutilizadas por los BMDs y los gobiernos.
Dado que la brecha de financiamiento para enfrentar el cambio climático es muy grande, los esfuerzos de financiamiento de los BMDs deben ser complementados por el sector privado. Para lograr esto, todos los recursos de una economía deben enfocarse en abordar la sostenibilidad mediante la combinación de políticas sociales y ambientales. Los brazos financieros privados de los BMDs son fundamentales para desarrollar el mercado y movilizar recursos privados hacia objetivos sostenibles.
Estos brazos podrían apoyar políticas y regulaciones financieras en algunos países que tienen acceso al mercado. Por ejemplo, México está desarrollando un enfoque de finanzas sostenibles impulsado por el mercado, que incluye el desarrollo de mercados de deuda y capital sostenibles, así como el uso de taxonomías sustentables en el sector financiero para movilizar más recursos hacia proyectos con beneficios sociales y ambientales.
Para lograr una acción global, los BMDs tienen un papel líder en la promoción de prácticas y políticas. El liderazgo del Tesoro de los Estados Unidos, para impulsar un cambio en el enfoque de los BMDs para reducir los costos de financiamiento y acelerar la inversión en acciones climáticas, ha generado un sentimiento positivo ahora que los líderes de los países miembro de los BMDs se congregarán en las reuniones de primavera en abril próximo. Con el cambio de liderazgo en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, surge una oportunidad para lograr este objetivo.
Los BMDs deben estar en el centro de los esfuerzos para lograr la sostenibilidad a nivel global. Estos esfuerzos deberán ampliarse urgentemente e ir acompañados de financiamiento a bajo costo y una rápida movilización de recursos a escala mundial.
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