El plan de vacunación de México está estancado por los cortes de distribución
El Gobierno confía en que el mecanismo multilateral Covax entregue al país 2,75 millones de dosis de AstraZeneca ante los retrasos de Pfizer
El plan de vacunación masiva en México está estancado. Los cortes de suministro de Pfizer, sobrepasado por la gigante demanda mundial, han impedido que se cumplieran los plazos ya durante el primer mes del calendario. No todo el personal sanitario está vacunado todavía, como estaba previsto, retrasando a su vez al siguiente grupo de población, los mayores de 65 años, cuya vacunación debía empezar esta semana. Ante la paralización de los lotes previst...
El plan de vacunación masiva en México está estancado. Los cortes de suministro de Pfizer, sobrepasado por la gigante demanda mundial, han impedido que se cumplieran los plazos ya durante el primer mes del calendario. No todo el personal sanitario está vacunado todavía, como estaba previsto, retrasando a su vez al siguiente grupo de población, los mayores de 65 años, cuya vacunación debía empezar esta semana. Ante la paralización de los lotes previstos de Pfizer, que tardarán en llegar al menos hasta medidos de mes, México confía en compensar los retrasos con la vacuna del laboratorio AstraZeneca, distribuida por el fondo multilateral Covax, auspiciado por la OMS y formado por distintos países para acelerar la puesta en marcha de las vacunas.
En medio de estos contratiempos, la llegada de la vacuna rusa Sputnik abre una vía de luz para seguir con las inmunizaciones. En la conferencia matutina de este martes, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell ha destacado la eficacia alcanzada por este biológico, superior al 90%. México es uno de los países que se ha sumado desde temprano, no sin ciertos recelos, a la vacuna rusa, cuyas pruebas de rigor no acababan de hacerse públicas, pero que ahora ha recibido el espaldarazo de las publicaciones científicas y de la OMS. La agencia mexicana no ha proporcionado aún la autorización, pero la vacuna rusa ya es un hecho. Se espera su llegada en breve. Si bien, Gatell, preguntado varias veces por los periodistas, no ha querido poner una fecha exacta al comienzo de la inmunización de las personas mayores.
“En lugar de empezar esta semana, empezaremos probablemente en la última semana de febrero, son los cambios que se pueden hacer”, anunció el viernes el director de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés. El plan inicial de México era terminar enero con un total 1,4 millones de dosis de Pfizer, un volumen suficiente para cubrir el primer grupo: las alrededor de 750.000 personas integran el personal sanitario entre médicos, enfermeros, camilleros, limpiadores y todo aquel que esté en primera línea contra la enfermedad. Sin embargo, la caída de los envíos de la farmacéutica estadounidense, el principal proveedor de México en esta primera fase, ha trastocado los planes.
Un tropiezo al que se añade la dimisión en diciembre de la directora del programa, Miriam Veras Godoy, por motivos, según la versión oficial, exclusivamente personales. Las directrices del operativo, en todo caso, han estado rodeadas de polémica durante las primeras semanas debido a la vacunación de un buen número de políticos.
“Seguimos avanzando con las segundas dosis y continuamos con la vacunación al personal de Campeche”, ha informado Hugo López-Gatell sobre el avance del programa. A corte del lunes, se han aplicado 675.202 dosis de vacunas. 43.455 personas que forman parte del personal de salud han recibido ya las dos dosis, mientras 614.689 solo la primera.
Pfizer ha reconocido que su sistema de distribución se ha visto afectado por los cambios en sus plantas dirigidos a relanzar la producción. Prevén que los recortes continúen a principios de febrero, para rebotar con “un fuerte aumento de las dosis disponibles durante finales de febrero y marzo”, de acuerdo a un comunicado del propio laboratorio.
México confía en los lotes de la vacuna AstraZeneca distribuidos por el Mercado Anticipado Covax (AMC, por sus siglas en inglés), una plataforma creada en abril para aunar esfuerzos en la investigación, negociación de los precios y distribución. El objetivo de esta alianza es proveer a los 187 socios con 2.000 millones de vacunas en 2021. En fondo se nutre de la ayuda oficial al desarrollo de los donantes, así como de contribuciones del sector privado y la filantropía para garantizar precios más asequibles a las economías más precarias.
La primera semana de enero, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó en México el uso de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca, en colaboración con la Universidad de Oxford. Se convertía así en la segunda vacuna que aprueban las autoridades sanitarias mexicanas para combatir la pandemia de la covid-19. En diciembre, Cofepris dio el visto bueno a la de Pfizer.
Y se aguarda en breve la vacuna rusa Sputnik. El propio presidente Andrés Manuel López Obrador reapareció en público el viernes, tras una semana de ausencia debido a su contagio de covid-19, y aseguró que la próxima semana se espera la llegada de un embarque de vacunas rusas, que en todo caso aún no cuenta con la autorización definitiva de la Cofepris. México también tiene acuerdos adelantados con la farmacéutica china CanSino para la recepción “a partir de enero y hasta marzo” de ocho millones de dosis y 9.000 voluntarios ya se la han aplicado, así como la de Janssen que la recibirán 2.000 voluntarios.