Johansson contra Disney
La demanda de la actriz contra la productora es un punto de inflexión en el proceso de transformación del negocio del cine
Scarlett Johansson, la estrella de Viuda Negra, la última película de Marvel, presentó la semana pasada una demanda contra la empresa matriz de la productora, The Walt Disney Company, por incumplimiento de contrato. La actriz alega que la decisión de Disney de estrenar la película el pasado julio a la vez en salas y en su servicio de streaming, Disney+, se salta los términos firmados hace cuatro años, cuando se comprometió al proyecto, y le ha...
Scarlett Johansson, la estrella de Viuda Negra, la última película de Marvel, presentó la semana pasada una demanda contra la empresa matriz de la productora, The Walt Disney Company, por incumplimiento de contrato. La actriz alega que la decisión de Disney de estrenar la película el pasado julio a la vez en salas y en su servicio de streaming, Disney+, se salta los términos firmados hace cuatro años, cuando se comprometió al proyecto, y le ha causado un grave perjuicio económico. Johansson había negociado un importante bonus referenciado a las ventas en taquilla, obviamente disminuidas cuando la película está disponible por 30 dólares en el nuevo servicio de Disney. El gigante del entretenimiento ha respondido acusando a Johansson de ser insensible a la situación creada por la covid, e incluso ha hecho público el dinero que ha cobrado hasta ahora, 20 millones de dólares (la prensa especializada afirma que Johansson puede estar perdiendo unos 50 millones de dólares de su porcentaje de taquilla).
Los conflictos contractuales entre creadores y estudios no son raros. Hollywood es una industria muy judicializada y prácticamente una especialidad legal en sí misma. Este caso es llamativo por lo público que es el enfrentamiento y por la agresividad en el lenguaje entre dos socios que han colaborado en nueve películas de superhéroes que han generado miles de millones de dólares. No es solo dinero. La demanda es un punto de inflexión en la lucha por el reparto de poder negociador en la industria tras su transformación a las plataformas digitales. Las entradas de cine se están convirtiendo en clics, como les pasó a los discos físicos. Y el dinero ya no se reparte igual.
La pandemia ha tenido consecuencias dramáticas en la industria, con cines vacíos durante meses y proyectos multimillonarios metidos en un cajón. Pero la necesidad de dar salida a los títulos también ha servido de excusa para que los grandes estudios hagan experimentos con vistas a un futuro en el que puedan romper las reglas de exhibición para competir en el mercado digital, directo al consumidor y sin industrias intermediarias. Warner abrió las compuertas en diciembre al anunciar que todo su catálogo de 2021 se estrenaría en su servicio HBO Max. Ahora, es una carrera. Para Disney, el éxito de Disney+ es una necesidad existencial en el nuevo mundo creado por Netflix en un abrir y cerrar de ojos, y eso también explica que quiera potenciarlo con títulos como Viuda Negra. La demanda de Johansson contra Disney es el primer enfrentamiento en campo abierto por mantener el poder de negociación de los actores frente al futuro oligopolio de servicios digitales.