Las formas en el Parlamento

Los lectores lamentan la falta de respeto en los debates políticos, la exigencia de experiencia para conseguir empleo, las comisiones bancarias y se pronuncian sobre si se debe perdón a los pueblos que fueron conquistados en el pasado

El hemiciclo del Congreso, vacío, al comienzo de la pandemia.Marta Fernández Jara (Europa Press)

Hay dos maneras de hacer las cosas, bien y mal. Bueno, también hay otra, que es no hacerlas, pero esa no la contemplamos. Usted, señor diputado, sabe perfectamente cuándo algo está bien o mal hecho. Usted, que goza de un buen nivel académico, que tiene sobrados conocimientos de urbanidad y que se relaciona con personas muy preparadas, debe saber estar. Y también debe saber que el respeto al otro es una norma básica en nuestra sociedad y, por supuesto, en el templo donde vive la democ...

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Hay dos maneras de hacer las cosas, bien y mal. Bueno, también hay otra, que es no hacerlas, pero esa no la contemplamos. Usted, señor diputado, sabe perfectamente cuándo algo está bien o mal hecho. Usted, que goza de un buen nivel académico, que tiene sobrados conocimientos de urbanidad y que se relaciona con personas muy preparadas, debe saber estar. Y también debe saber que el respeto al otro es una norma básica en nuestra sociedad y, por supuesto, en el templo donde vive la democracia. Porque democracia implica respeto al otro ¿o no? No insulte, por favor. Usted conoce las palabras adecuadas para exponer otro punto de vista sin llegar al insulto, mucho peor cuando este es personal. También debe saber que trabajar en ese sagrado lugar que es el Parlamento implica aceptar sus reglas y, claro, acatar las órdenes del que manda. No pretendo darle lecciones porque sé que usted lo sabe tan bien o mejor que yo. Por lo tanto, haga las cosas bien. Todos, los suyos y los que no le son tan próximos, se lo agradecerán.

Félix Moreno Quevedo. Almansa (Albacete)

Se exige experiencia

El curso pasado intenté encontrar un trabajo para compaginarlo con mis estudios universitarios. En todas las entrevistas que hice siempre recibí la misma respuesta: nos gustas mucho, pero no tienes experiencia. El círculo vicioso de necesitar experiencia para conseguir un trabajo que no puedo adquirir porque nadie me da la oportunidad, es muy desesperante. Si nadie cree en nosotros y nos abre las puertas para demostrar nuestro valor, el paro juvenil crecerá cada vez más. Finalmente, me acabaron cogiendo en una tienda. Ellos fueron los únicos en creer que mi valor como persona era más importante que los años de experiencia en el sector. La prueba de que acertaron es que estuvieron tan contentos con mi trabajo que incluso me ofrecieron un aumento de horas.

Clàudia Alvà. Sitges (Barcelona)

Comisiones bancarias

Para cobrar el Ingreso Mínimo Vital o las prestaciones económicas que conceden las comunidades autónomas a las personas que se encuentran en la indigencia es necesario disponer de una cuenta en una entidad bancaria. Las cuantías de estas prestaciones en muchos casos no llegan a los 500 euros al mes. Las entidades financieras están enviando cartas a los clientes para comunicarnos que, si no hacemos un ingreso superior a 600 euros todos los meses, nos cobrarán una comisión de 240 euros al año. Los bancos se ensañan con los más pobres.

Jorge Félix Alonso Díez. Valladolid

Pedir perdón

No se entiende el revuelo que se ha armado por el simple hecho de que alguien pida perdón por lo que se puede considerar una intromisión en la vida, tradiciones y cultura de cualquier pueblo. Proponer, no es imponer, conquistar, no es ayudar. La historia está llena de despropósitos, de intromisiones que se han rebelado nefastas para aquellos que las han sufrido. Nadie les preguntó sus deseos. Simplemente por esta forma de actuar, se merecen que les pidan perdón.

Fernando Marcén Letosa. Leciñena (Zaragoza)

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