Cumbre monetaria de un euro en la fontana de Twitter
Si un tuit tiene muchos mensajes citados, digamos que algo no va muy bien, que la mofa está servida. Y que si eres político, lo mejor es borrarlo
Al patio tuitero le gusta citar. Twitter ofrece tres botones a la hora de lanzar un mensaje. Publicar un tuit, que básicamente es opinar e insultar sobre cualquier cosa, salvo contadísimas excepciones. Retuitear, que invita a compartir y reproducir lo que ha dicho otro tuitero; si piensa lo mismo que uno mejor que mejor. Y citar, he aquí el cogollo de éxito, el culmen del tuiteo. Citar un tuit consiste en opinar sobre otro tuit que ya emitía una reflexión. Es la expresión del tertuliano español elevada a la máxima potencia. El metatuit, vaya. Si un mensaje tiene muchos mensajes citados, digamo...
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Al patio tuitero le gusta citar. Twitter ofrece tres botones a la hora de lanzar un mensaje. Publicar un tuit, que básicamente es opinar e insultar sobre cualquier cosa, salvo contadísimas excepciones. Retuitear, que invita a compartir y reproducir lo que ha dicho otro tuitero; si piensa lo mismo que uno mejor que mejor. Y citar, he aquí el cogollo de éxito, el culmen del tuiteo. Citar un tuit consiste en opinar sobre otro tuit que ya emitía una reflexión. Es la expresión del tertuliano español elevada a la máxima potencia. El metatuit, vaya. Si un mensaje tiene muchos mensajes citados, digamos que algo no va muy bien, que la mofa está servida. Y que si eres político, lo mejor es borrarlo.
El otro día, la cuenta de Nuevas Generaciones del PP seguía erre que erre con los dulces. Al PP le ha dado un subidón de azúcar desde que el ministro Alberto Garzón anunciara que la publicidad de los donuts se va a prohibir en España… en horario infantil. Más allá de lo que hizo el responsable de comunicación del PP en su perfil —subió una foto con todo un atracón calórico de galletas, chocolate, huevos Kinder y demás, que no se bajan ni con un mes de crossfit—, y de lo que ya dio buena cuenta Natalia Junquera el pasado sábado por estos rincones, resulta que a alguien del PP también se le ocurrió publicar una foto de un paquete de galletas María de las de toda la vida en la cuenta de Nuevas Generaciones. Conviene advertir de que esto que viene ahora lo ha pensado un humano. Bien, a un miembro de las juventudes populares le dio por borrar las dos galletas que aparecían en el envoltorio y colocar ahí, mediante un Photoshop versión Paint, dos cogollos de marihuana con un mensaje: “El anuncio de maría que el Gobierno no prohíbe”. Marihuana o libertad, vamos. Minutos después, 500 tuits citados. Minutos después, borrado. Claro.
Al pueblo de Twitter le molestó que se eliminara sin dar explicaciones. De modo que durante unas horas, y cada vez que publicaban un mensaje, la gente empezó a adjuntar el pantallazo del tuit borrado con cierta guasa: “Hola, se os ha caído esto. Gracias”. En Nuevas Generaciones fueron quirúrgicos. Libertad o borrar de inmediato.
En el capítulo de gente que piensa cosas extraordinarias para Twitter también destacó la cumbre monetaria de la Fontana de Trevi. Los 20 líderes mundiales acudieron la mañana del domingo al monumento de Roma como si fuera la típica excursión de viaje de fin de curso de segundo de bachillerato. Los mandamases planetarios se colocaron para una foto grupal: ahí estaba Pedro Sánchez, Angela Merkel, Boris Johnson… A los asesores de comunicación se les ocurrió que tiraran una moneda hacia atrás para cumplir con la típica tradición romana.
La leyenda cuenta que se volverá a Roma si la moneda cae en el agua, siempre y cuando se lance de espaldas y con la mano derecha por encima del hombro izquierdo. Si se arrojan dos monedas, se encontrará el amor de un italiano o de una italiana. Si se tiran tres, te casas. Y si echas cuatro, para, que estás perdiendo mucho dinero y lo mismo es mejor tomarse un capuchino en la plaza. Que los políticos tiren el dinero no es noticia, las cosas como son. Al parecer, la moneda que arrojaron era de un euro. Un tuitero escribió: “Estos 20 líderes que son cada uno de un país han quedado para tirar una monedita a la fuente y yo, con mi grupo de amigos que somos cuatro y vivimos en el mismo barrio, ni siquiera somos capaces de organizarnos para tomar un café. En fin”. El mejor tuit citado de la cumbre.