Propietarios frente a inquilinos

Cada día es más complicado ser inquilino. Mi hija vive de alquiler en Madrid desde que inició la universidad, y alquilar una vivienda se convierte en una especie de lucha entre las garantías que exige el propietario de la vivienda y la urgencia del inquilino por cerrar el acuerdo. Al propietario no le basta con el adelanto del mes de alquiler y la fianza, mi esposa ha debido enviar justificante de la pensión que percibe, yo he tenido que enviar mis tres últimas nóminas y mi vida laboral, y no nos han...

Cada día es más complicado ser inquilino. Mi hija vive de alquiler en Madrid desde que inició la universidad, y alquilar una vivienda se convierte en una especie de lucha entre las garantías que exige el propietario de la vivienda y la urgencia del inquilino por cerrar el acuerdo. Al propietario no le basta con el adelanto del mes de alquiler y la fianza, mi esposa ha debido enviar justificante de la pensión que percibe, yo he tenido que enviar mis tres últimas nóminas y mi vida laboral, y no nos han requerido la declaración de la renta y un aval porque parece que ya les llega. ¿Se imaginan qué ocurriría de pedirles a ellos el justificante de la propiedad de la vivienda y libre de cargas, el de estar al corriente de sus obligaciones tributarias, del pago del IBI, de la comunidad...? Ni se nos ocurre, claro, la respuesta me la imagino, y encontrar vivienda en la capital no es fácil para andar enredando. Ya le he dicho a mi hija que si le van a pedir todo eso, les diga que mejor les compramos la vivienda, que con el dinero les valdrá.

José Vicente Rodríguez Conejo. León

Mejores condiciones laborales

¿No está toda la izquierda de acuerdo, e incluso parte de la derecha (o al menos gran parte de sus votantes) en que disponer de mejores condiciones laborales hace que tengamos más tiempo para dedicar a otros aspectos de nuestra vida que dejamos de lado por estar trabajando, como la familia, la salud, el ocio o uno mismo? ¿No redundaría en mejor salud física y mental, menos gasto en medicina y pastillas, más tranquilidad social y, en definitiva, más agustismo? ¿No le merece la pena a todos los partidos políticos ser tremendamente inflexibles en lograr ese objetivo, hasta el punto de no invertir tiempo en otros y dejar las diferencias hasta que hayamos solucionado ese tema?

Eduardo Parody Durio. Sevilla

Palabras irresponsables

Cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid habla de feministas malcriadas a las mujeres que quieren volver a casa solas y borrachas, no pretende abrir un debate en el feminismo, que como movimiento social alumbrado por la luz de la razón, es diverso y plural. Su único objetivo es desgastar ante la opinión pública al Gobierno de la nación, por cualquier medio y a cualquier precio. Por eso no le importa nada poner en duda un derecho tan básico como es el derecho a la integridad física en cualquier circunstancia. Sus irresponsables palabras, supongo involuntariamente, contribuyen a reforzar socialmente un comportamiento machista tan deleznable como es la violación.

María Luisa Viedma Moro. Torrelavega (Cantabria)

Contra el estigma

El tratamiento de algunos medios del brote de viruela del mono nos ha retrotraído a los tiempos más oscuros de la epidemia de VIH/SIDA en los ochenta. Entonces, primero se guardó silencio y, después, se asoció el virus al colectivo gay. Aquello provocó un estigma contra el que se lucha todavía hoy, 40 años después. Además, contribuyó a que el resto de la población bajase la guardia y el virus se expandiera mundialmente. Esas lecciones deberían servirnos hoy para huir del amarillismo y de una estigmatización que ha denunciado la ONU. Las enfermedades no son propias de ningún colectivo.

Julio César Ortega. Madrid