Lectura en prisión

Hace algunas fechas tuve una experiencia estupenda. Después de diez años, regresaba a la escuela de la prisión de Cáceres, donde di clases como maestro a lo largo de más de 20 años. Ahora, volvía no como maestro, pues ya estoy jubilado, sino a departir con el grupo de lectura sobre un libro mío recientemente publicado que algo tenía que ver con la cárcel. El acto para mí resultó gratificante y emotivo. Gratificante porque pude comprobar que ...

Hace algunas fechas tuve una experiencia estupenda. Después de diez años, regresaba a la escuela de la prisión de Cáceres, donde di clases como maestro a lo largo de más de 20 años. Ahora, volvía no como maestro, pues ya estoy jubilado, sino a departir con el grupo de lectura sobre un libro mío recientemente publicado que algo tenía que ver con la cárcel. El acto para mí resultó gratificante y emotivo. Gratificante porque pude comprobar que los integrantes del grupo de lectura se habían leído el libro con mucho interés (sus críticas y preguntas así lo confirmaban) y emotivo por el hecho de regresar al lugar en el que tan buenos ratos había pasado con alumnos y compañeros a lo largo de tantos años. Participar en una actividad nueva como la que se me presentaba suponía rematar de la mejor manera una larga trayectoria como trabajador penitenciario y constatar que actualmente la lectura en prisión no solo es un desiderátum sino una realidad que se debe alabar y, por supuesto, promocionar desde las instancias públicas.

José Antonio Martín Gómez. Cáceres

La versión de Catalina

Gracias por dar la versión de Catalina, la colombiana que dejó sola en casa a su hija de cuatro años mientras fue a trabajar. ¡Qué fácil resulta criticar su actuación, y qué difícil ofrecerle soluciones! ¿Quién ayuda a una inmigrante madre soltera a conciliar? ¿Quién pone comida en la mesa si no es ella misma? Sin aprobar su actuación, aplaudo el reportaje por sacar a la luz una situación desesperante. Espero que esta mujer pueda recuperar a su hija y atenderla en el futuro con la ayuda que necesita y merece.

Karen Winn Solbakken. Madrid

Viene el 8-M

Se acerca el 8 de marzo y, con ello, la hipocresía de muchos clubes de fútbol en redes sociales. ¿De qué les sirve rememorar ese día cuando sólo el 10,09% de mujeres forman parte de las directivas en toda España? Hablamos de lugares donde se reproducen los roles de género tradicionales que muestran la gran diferencia de poder en este sector. Un mundo de hombres donde te sientes una extraña. Y cuando hay una mujer en la directiva es triplemente cuestionada por su validez en el cargo, soporta “pactos entre varones”, el conocido techo de cristal, rumores de su vida personal y discriminación indirecta. Te sientes un poco Rosa Parks reivindicando tu asiento mientras todo el autobús quiere echarte… Pero, pese a todo, luchas por las que vendrán, por esas niñas que cuando sueñen serlo, vean que es posible. Por ellas. Por todas. Sigo luchando.

Laura Félix García. Madrid

Aclaración

En el reportaje ”Retrato de la politización institucional”, publicado el domingo 26 de febrero, se afirmaba que el presidente del CIS, en un artículo de la revista Temas para el debate, “tachó de ‘tabernarios’ a los votantes de Isabel Díaz Ayuso”. Esta afirmación es rotundamente falsa y puede comprobarse fácilmente leyendo con atención el mencionado artículo, publicado en la edición de mayo de 2021. También podían haberse puesto en contacto conmigo para aclarar este extremo.

José Félix Tezanos Tortajada, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas