Pensar es un lujo
Los lectores escriben sobre la falta de tiempo para aburrirse, la importancia de ir a votar, agradecen su trabajo al servicio de Correos y advierten de la falta de programas electorales en lectura fácil
¿Te has preguntado cuándo fue la última vez que te aburriste? Años atrás me pegaba tardes enteras tirado en mi cama botando una pelota contra la pared y pensando en mis cosas, el único filtro que solía tener era el razonamiento lógico. Esto queda lejos. Las responsabilidades desde entonces se han multiplicado y la pelota se ha transformado en algo bastante más caro, un móvil. Hoy aburrirse suena a palabra antigua, casi en desuso; de aquellos tiempos en los que mirábamos por la ventanilla del coche. Las jornadas de trabajo maratonianas nos agotan, el bombardeo de información nos abruma, la ince...
¿Te has preguntado cuándo fue la última vez que te aburriste? Años atrás me pegaba tardes enteras tirado en mi cama botando una pelota contra la pared y pensando en mis cosas, el único filtro que solía tener era el razonamiento lógico. Esto queda lejos. Las responsabilidades desde entonces se han multiplicado y la pelota se ha transformado en algo bastante más caro, un móvil. Hoy aburrirse suena a palabra antigua, casi en desuso; de aquellos tiempos en los que mirábamos por la ventanilla del coche. Las jornadas de trabajo maratonianas nos agotan, el bombardeo de información nos abruma, la incesante búsqueda de la perfección nos deprime y el tsunami de opciones a nuestro alcance nos bloquea. ¿Cómo podemos aburrirnos si no tenemos ni tiempo ni energía? Acabamos el día queriendo desconectar, poner el piloto automático y dejarnos llevar. En este estado se nos exigen convicciones express y que no disgusten demasiado. Nunca fuimos perfectos, pero ahora más que nunca, debemos ser tolerantes y humildes porque en tiempos en los que pensar es un lujo, es imposible e injusto, saberlo y juzgarlo todo.
Daniel Marín Bellosta. Huesca
La importancia de ir a votar
Los más jóvenes hemos tenido la oportunidad de crecer en un país libre, uno en el que no hemos tenido que luchar para conseguir derechos fundamentales. Esa parte nos la han dado mayormente hecha. Es también, justamente por esto, que muchos de nosotros, inconscientes y egoístas, nos tomamos la enorme libertad de darlos por sentado y por este mismo motivo, antes de acercarnos hoy al colegio electoral, el mayor favor que podemos hacernos es hablar con nuestros mayores. Porque ellos sí han luchado para conseguir lo que hoy tenemos y porque aunque solo sea eso, se lo debemos.
Laura Jorques Bacete. Moixent (Valencia)
Gracias, Correos
Queremos agradecer al servicio público de correos, denostado últimamente por algunos, que nos facilitara votar en la oficina de Zahara de los Atunes. Salimos de Madrid el día 13 de julio, nuestra documentación para votar estaba entonces de camino a nuestro hogar. En una oficina de Correos de Cádiz pudimos solicitar el reenvío a la urbanización de Tarifa en la que estamos de vacaciones. En correos de Tarifa nos indicaron que nuestros reenvíos estaban en Zahara (Barbate), donde finalmente pudimos votar. Gracias a las oficinas de Madrid y las mencionadas de Andalucía y al resto de los empleados de Correos. Esto sí que es vertebrar España.
Piedad Hernando Briongos. Madrid
No hay programas en lectura fácil
Me ha sido imposible encontrar algún programa electoral en lectura fácil para estas elecciones generales. Pienso en personas mayores que no han ido a la escuela que podrían beneficiarse de ello. Pienso, sobre todo, en las personas con discapacidad intelectual y su derecho al voto. ¿Hay signo mayor de democracia y de ciudadanía que que todas las personas puedan acceder a la información? La información es poder y es derecho. Qué lejos, de nuevo, los derechos de los hechos.
María Espejo Moliz. Granada