Esto podría haberlo escrito una IA

Esta carta puede estar hecha con inteligencia artificial (IA). Podría haberle pedido a ChatGPT que la escribiera y probablemente nadie se daría cuenta, al menos a simple vista. ¿Hasta qué punto está realmente regulada la inteligencia artificial? ¿Hasta qué punto las leyes se atreverán a abordar este tema? Porque, si lo piensas bien, estás dejando que alguien (o algo) haga tu trabajo. ¿Podría considerarse apropiación? ¿Es incompetente dejar que la IA haga tu trabajo o lo es no aprovechar esta herramienta? Creo que todas estas preguntas deberían ser respondidas por expertos en el tema y que se apliquen las leyes necesarias para que no nos convirtamos en una sociedad aún más inútil.

Pía Martinell Anguera. Barcelona.

Una madre enfadada

Esta es la carta de una madre enfadada. Enfadada porque el colegio de mi hija, el único público del centro histórico de Santander, se encuentra en condiciones deplorables. Hace meses, una grieta en el pabellón dejó gran parte del patio cerrado y apuntalado, un patio cuyo firme se inunda cada vez que llueve (sí, en Santander llueve); las ventanas no cumplen las medidas de seguridad; no hay escalera de evacuación y el sistema antincendios no tiene presión de agua; los baños no se han renovado desde la construcción del edificio hace un siglo… Creo firmemente en la educación pública. Y, sin embargo, mis hijos no estudiarán en un colegio público en una ciudad que da la espalda a su infancia. ¿Por qué mantener un colegio donde se puede erigir un imponente hotel de lujo?

Macarena García-Avello. Santander.

Justicia nombrada por Trump

Algunos medios apuntan la vana esperanza de que el estamento judicial de Estados Unidos detenga el abuso que suponen las órdenes ejecutivas que dicta sin cesar su presidente. Cabe recordar que todos los jueces federales son nombrados por el presidente y ratificados por el Senado. Donald Trump ha nombrado hasta este momento a 54 jueces para los tribunales de apelación o a 174 jueces de distrito. Todos estos jueces pueden permanecer en el cargo de por vida o hasta que, voluntariamente, decidan pasar a la jubilación.

Enric Pérez i Obiol. Barcelona.

Una generación de futuro incierto

Soy una chica de 16 años y formo parte de la generación Z. Nos han llamado “la generación del cambio” o “la generación digital”, pero tras esos términos se esconde una realidad que nos preocupa: vivimos en un país que parece no prepararnos para el futuro que nos espera. Con esta formación, es difícil vernos realmente preparados para el mundo que nos tocará construir. Muchos nos sentimos atrapados en un sistema que no fomenta ni el desarrollo profesional ni el crecimiento personal. Quizá sea momento de replantearnos, como país, qué futuro estamos construyendo para la próxima generación.

Arantxa Encarnación López. Madrid.