Una docena de profesores y varias escuelas-refugio localizadas en el corazón de la selva del país son ahora los hogares de cientos de niños que huyen de las secuelas de la guerra civil
Texto: Antonio Ponce Víctor Fernández
Estado de Karen (Myanmar) -
Una de las escuelas refugio construida al amparo de la jungla y las montañas para dificultar los bombardeos de los aviones, en el Estado de Karen, Myanmar.Antonio PonceAlumnos del colegio U Moo Ta atienden a una clase de matemáticas impartida por una profesora. Víctor Fernández MolinaAlumas de etnia karen del colegio U Moo Ta, maquilladas con polvo de thanaka, usado tradicionalmente en Myanmar para protegerse del sol. Víctor Fernández Molina
Los docentes del colegio U Moo Ta se ven obligados a separar las clases con cortinas improvisadas para hacer frente al hacinamiento de alumnos desplazados por la guerra.Víctor Fernández MolinaAlgunos alumnos de los últimos cursos preparan la comida para el personal y otros alumnos del colegio U Moo Ta, convertido ahora en su hogar temporal.Víctor Fernández MolinaUn estudiante de etnia karen prepara varios platos de arroz al vapor para alimentar a las más de 200 personas que viven en el colegio U Mo Taa.Víctor Fernández Molina
Noi Si, de 17 años y alumna del colegio U Moo Ta, posa para un retrato junto al pabellón principal.Víctor Fernández MolinaEl director de escuela, Saw Eh Khu, a sus 39 años y ahora soldado del KNLA, defiende una trinchera que separa al ejército birmano del refugio en el que residen sus alumnos.Víctor Fernández MolinaReclutas del Ejército Karen de Liberación Nacional y de las Fuerzas de Defensa Popular preparan una nueva tanda de explosivos para el mortero, el pasado septiembre, cerca de la aldea de Blad Doh, en el Estado de Karen, Myanmar.Víctor Fernández MolinaDos tiradores de las fuerzas prodemocracia observan las posiciones del Ejército birmano en el frente entre Myawady y Lay Lay Kaw, el pasado septiembre.Víctor Fernández MolinaSaw Eh Khu, director de escuela y soldado del KNLA, muestra los restos de una granja bombardeada por la aviación del Ejército birmano en Blad Doh.Víctor Fernández MolinaVarios soldados del Ejército Karen de Liberación Nacional corren a sus posiciones en el frente.Antonio Ponce AguilarUna trinchera del Ejército Karen de Liberación Nacional en la línea de frente.Víctor Fernández MolinaLas tropas de las fuerzas demócratas cruzan la jungla para esconderse de la aviación birmana.Víctor Fernández MolinaUna lancha surca el río Moei, en la frontera natural con Tailandia, cerca de donde se construyen las escuelas-refugio en caso de que sea necesaria una evacuación.Victor FernándezAlgunas alumnas y alumnos de minorías birmanas terminan una de sus clases.Víctor FernándezUna profesora voluntaria aclara una duda a una alumna. La mayoría de los docentes del refugio no disponen de salario alguno. Los que tienen, lo gastan en comida, ropa o materiales para sus alumnos.Víctor FernándezUn soldado del Ejército de Liberación Nacional se esconde bajo el parqué de una cabaña durante un bombardeo del Ejército birmano, cerca de Blad Doh.Víctor Fernández MolinaVarios soldados del Ejército Karen de Liberación Nacional juegan a las cartas durante sus horas de descanso.Víctor Fernández MolinaLos soldados del Ejército Karen de Liberación Nacional se desplazan a la línea de frente en el Estado de Karen.Víctor Fernández MolinaUn niño camina frente a una escuela refugio construida con bambú y madera, en donde dos centenares de estudiantes de distintas minorías viven e intentan seguir con sus estudios.Víctor FernándezLos alumnos y docentes del instituto U Moo Ta, protegido por las fuerzas democráticas.Víctor FernándezLos nuevos reclutas se entrenan en los campamentos de las guerrillas karen para combatir la dictadura birmana.Víctor FernándezUn oficial karen pasa lista a los nuevos guerrilleros antes de que sean desplegados en el frente contra la dictadura.Víctor FernándezUn grupo de reclutas de las fuerzas democráticas desfila durante uno de sus entrenamientos.Víctor FernándezUn guerrillero musulmán defiende las escuelas con un rifle MA1 de manufactura birmana. El Gobierno birmano ha sido acusado de actos de genocidio contra minorías como la suya, los rohingya.
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