Alberto Fabra sustituye a Camps al frente del PP valenciano y de la Generalitat
El alcalde de Castellón mantendrá el Gobierno valenciano hasta las generales
Apenas tres horas después de que Francisco Camps dejara la presidencia de la Generalitat, el PP valenciano ya tenía sustituto. Alberto Fabra, alcalde de Castellón, fue elegido por aclamación por los miembros de la Junta Directiva Regional del partido para tomar el timón del Gobierno valenciano. A propuesta de Camps, su sucesor no solo le relevará al frente del Consell, sino en la presidencia del PP valenciano, cargo del que también dimitió el ya expresidente.
Al término del cónclave popular, Fabra compareció ante los medios, momento en el que mostró su intención de no alterar las estructuras de poder heredadas de su antecesor. Al menos, no lo hará hasta que pasen las elecciones generales. Mantendrá en sus puestos a todos los miembros del Consell, que solo llevan nombrados poco más de un mes, y a los responsables del grupo parlamentario. “Vamos a trabajar con todas las personas que tienen responsabilidad en el Gobierno”, adelantó Fabra, que probablemente será investido como nuevo presidente de la Generalitat la semana próxima. Los populares quieren cerrar cuanto antes la crisis abierta con la dimisión de Camps.
Alberto Fabra era el candidato avalado por Génova para relevar a Camps, tras las reiteradas negativas de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a sustituir al presidente valenciano. Fabra encabezó la lista a las Cortes Valencianas por Castellón y ostentaba hasta ayer mismo el cargo de coordinador general del PP regional.
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, la opción preferida de Camps, finalmente quedó descartada. Génova optó por un candidato que cuenta con el respaldo de Barberá y que el PP de Alicante ve con buenos ojos. El agraviado ayer fue presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, a quien no se le comunicó la decisión con antelación. Alberto Fabra, previsiblemente, tendrá que tener en cuenta los equilibrios territoriales del PP valenciano que Camps había ignorado en sus últimas decisiones políticas.
Acompañado del secretario general del PP, Antonio Clemente, y del vicesecretario, José Císcar, Fabra aprovechó su primera intervención para intentar transmitir optimismo a la militancia, que aguardaba a las puertas de la sede del PP, y a la que pidió recuperar “la confianza”.
Mientras, en las inmediaciones del local del PP, separados por la Policía, medio centenar de personas celebraron la dimisión del presidente valenciano con serpentinas y matasuegras.
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