El fiscal rechaza la extradición de Billy el Niño e invita a abrir un juicio en España

"Yo tampoco me puse ese apodo". Con estas palabras ha concluido el exinspector Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, su breve intervención este jueves ante la Audiencia Nacional. Allí, en una pequeña sala de la sección segunda de lo Penal, se ha celebrado la vista para decidir sobre la extradición del expolicía a Argentina, donde se le reclama por 13 supuestos delitos de torturas cometidos durante el franquismo. Un traslado al que se ha opuesto el Ministerio Público, que ha apuntado a la posible prescripción de los hechos imputados, aunque ha invitado a las instituciones sudamericanas a iniciar un proceso en los tribunales españoles, igual que ya hiciera con Jesús Muñecas, excapitán de la Guardia Civil, también requerido por Argentina.

De espaldas al público. Sin girar en ningún momento la mirada hacia las víctimas, que no perdían de vista el cogote y la cabeza despoblada de este jubilado de 67 años. Y lejos de las cámaras —que no han podido grabar su rostro por decisión de los magistrados de la Sala, presidida por la juez Concepción Espejel—. Billy el Niño ha asegurado que no recuerda haber sido procesado por otros hechos similares. "Hace algunos años, algo de malos tratos, pero creo que no fuimos condenados", ha apostillado después de negarse a que los reporteros gráficos captasen su imagen. "No lo consiento. Por temas de seguridad personal y familiar".

En esa tesis ha redundado su abogado: "No es un capricho. Él es objeto de amenazas y seguimientos. Tengo una certificación del secretario técnico de la Dirección General de la Policía. Puede suponer un grave peligro para su persona". El argumento lo han aceptado la fiscalía y los jueces, que han impedido finalmente a las cámaras grabar la cara del exinspector. "Ha presentado un principio de prueba del que se infiere que fue objeto de seguimiento y vigilancia por parte de un grupo terrorista que planeó su secuestro e incluso ejecución", han justificado los magistrados en un auto, sin dar más detalles.

No consiento que las cámaras me graben por temas de seguridad personal y familiar Antonio González Pacheco

Por ello, tan solo se han podido tomar imágenes con Billy el Niño de espaldas antes del inicio de la vista. Y, después, cuando ha terminado la sesión, González Pachecho ha salido de la Audiencia Nacional con el rostro oculto bajo un casco gris. Ha saludado y se ha montado en una moto que aguardaba a las puertas del edificio judicial. A pocos metros, congregadas en la madrileña calle de Prim y escudadas tras una bandera republicana, una veintena de víctimas del franquismo han gritado lemas contra el expolicía: "Que se juzgue a los torturadores" y "Tenemos memoria, queremos Justicia", entre otros.

Pero el letrado del exinspector, en esa pequeña sala de la sección segunda, ha recordado la Ley de Amnistía de 1997 y negado cualquier vinculación de su cliente con las torturas investigadas; las cuales, explica la denuncia presentada en Argentina, se cometieron entre 1968 y 1975 a manos de la Brigada Político Social —la policía política de la dictadura—. "Además, no se ha acreditado que las supuestas víctimas hayan pasado más de 30 días en atención médica", ha subrayado el defensor. Palabras que han provocado la indignación entre el público. De hecho, a una de las víctimas se le ha escuchado en pleno alegato del abogado. "¡Yo estuve 62!", ha alzado la voz. Una situación que ha resuelto Espejel llamando al orden. "O mando desalojar la Sala", ha remachado. A lo que este hombre ha añadido: "No se puede mentir".

"Se sienten amparadores del franquismo"

La Sala también ha decidido levantar las medidas cautelares que se habían dictado sobre el exinspector para garantizar su presencia este jueves en la Audiencia: comparecencias semanales, prohibición de salir del país y retirada de pasaporte. A esta medida, pedida por la defensa, no se ha opuesto el fiscal, Pedro Martínez Torrijos; quien, además, ha invitado al Gobierno argentino a presentar una denuncia ante los tribunales españoles para que las “víctimas puedan ser oídas”.

Al Ministerio Público, precisamente, se ha dirigido el abogado de la Coordinadora Estatal de apoyo a la Querella Argentina de Crímenes del Franquismo, Carlos Slepoy. Este, además de tildar de "ridícula" la prohibición de captar imágenes del rostro de Billy el Niño, ha instado al fiscal a presentar una denuncia en España contra González Pacheco si considera que la competencia recae sobre los tribunales de este país. "[Los jueces y fiscales] obedecen órdenes jerárquicas. Se sienten amparadores de la impunidad del franquismo", ha sentenciado.