Madrid Network, dinero público sin supervisión
La entidad ha gestionado sin control público créditos de los que se han beneficiado, entre otros, altos cargos de Aguirre
Madrid Network (MN), una entidad creada con el “impulso” del Gobierno de Esperanza Aguirre para fomentar el sector regional de la I+D+i ha operado con una opacidad que le ha permitido gestionar sin control público créditos de los que se han beneficiado, entre otros, ex altos cargos de Aguirre. No hay concurso público ni transparencia, a lo que se une que la entidad ha pedido un 6% de recargo por intereses en los préstamos que ha concedido por labores de asesoramiento y apoyo que los receptores no necesitaban. Quienes los pagaron, así como diversos abogados consultados, califican esos créditos de “abusivos” y de “usura con dinero público”.
MN es una entidad que tiene el respaldo de la patronal CEIM y de la Cámara de Comercio y que se define como “asociación sin ánimo de lucro”, pese a gestionar el reparto de millones de euros de dinero público, incluidos fondos estatales y europeos. No es una empresa privada ni pública, así que ni presenta cuentas en el Registro Mercantil ni da cuenta al Parlamento regional. Una opacidad que le ha permitido gestionar, sin control público, créditos de los que se beneficiaron, entre otros, altos cargos del Ejecutivo de Aguirre como Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad, que presentó un proyecto para convertir Madrid en “la referencia” mundial del turismo sanitario. Nunca se puso en marcha.
80 millones de dinero público pasaron a manos de una asociación empresarial
MN se constituyó en mayo de 2007 bajo el nombre de Red de Parques y Clusters de la Comunidad de Madrid. Su objetivo era estimular la innovación empresarial. Distintos cargos del PP autonómico coinciden en que sus pretensiones “eran muy ambiciosas” y destacan que “algunas se cumplieron”. Reconocen que, en ciertos casos, Madrid Network sirvió también para “situar” a personas afines al Gobierno regional “en cargos de prestigio y bien remunerados”. Como Aurelio García de Sola, su presidente entre enero de 2011 y octubre de 2012. Una de las primeras cosas que Ignacio González hizo cuando fue nombrado presidente regional fue sustituirlo: “Las cuentas no cuadraban, había cosas raras”, dicen fuentes del Gobierno regional.
Los préstamos se volvieron subvenciones con interés
A principios de la década, los bancos habían cerrado casi por completo el crédito a las empresas y particulares. A causa de la crisis y de los impagos, los intereses que reclamaban eran muy elevados. Por eso, la posibilidad de acceder a 80 millones procedentes del Ministerio de Ciencia a un 1,2% era una oportunidad única para muchas sociedades dedicadas a la investigación.
El convenio entre la Comunidad y Madrid Network para traspasarle el dinero ministerial define a esta última como “una asociación sin ánimo de lucro con personalidad jurídica propia”. Dado que una entidad de este tipo no puede conceder créditos, se estableció que los 80 millones no eran tales, sino “subvenciones”.
Se acogieron así a la Ley General de Subvenciones de 2003, que rige los créditos que concede la Administración a particulares sin interés o a interés bajo. Sin embargo, el 1,2% de interés que fijan las condiciones impuestas por el Ministerio de Ciencia se convirtieron al firmar los contratos en el 7,2% al sumar el 6% de gestión que cobraba MN. "Cobraban ese porcentaje para mantener su estructura", apunta una fuente de la patronal.
La empresa se organizó en clusters o agrupaciones sectoriales: aeroespacial, energías, biotecnología... Las 700 empresas iniciales se asociaban a los clusters (y pagaban una cuota) y estos a su vez a la red (pagando otra cuota). Así se mantenían las actividades de MN, que ofrecía asesoramiento, servicios y “oportunidades de negocio” a las empresas. Cómo MN pasó de eso a gestionar millones de dinero público es una incógnita.
Beteta y García Sola
Además de Lamela, beneficiario en 2011 de un préstamo preferente de 1,3 millones, también se vio favorecido con 8 millones el exgerente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel. El Ministerio de Ciencia e Innovación firmó un convenio en octubre de 2010 con el Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade), empresa pública de Madrid, para que esta gestionara 80 millones en préstamos preferentes para fomentar la innovación. El Imade se clausuró en enero de 2011, por lo que la ejecución del convenio se subrogó en mayo de 2011 a Madrid Network.
Aquel convenio lo firmó Antonio Beteta, entonces consejero de Economía madrileño y presidente de Madrid Network, y García de Sola, apoderado de la entidad y una persona próxima a Aguirre. Unos meses después, García de Sola, que no ha querido explicar a este diario su función ni la de Madrid Network, fue nombrado presidente en sustitución de Beteta.
“Funcionaban como un banco, pero con dinero público”, asegura un empresario
De esta forma, 80 millones de dinero público pasaron a manos de una asociación empresarial opaca: ni publica sus cuentas, ni se sabe cuántos empleados tiene, quiénes son, ni qué sueldos cobran. Varios empresarios aseguran a EL PAÍS que al proceso de selección de proyectos, en 2011, se acudía por invitación o ser asociado: “Me enteré de que había ese dinero y usé mis contactos para presentar mi proyecto”, relata uno de ellos.
Entre los 35 proyectos seleccionados hay investigaciones punteras en biotecnología, pero también nueve iniciativas “fallidas”. Entre ellas, las de los ex altos cargos de Aguirre. Pero MN no se limitó a seleccionar planes y a firmar los créditos. Ponía como condición a las empresas a las que concedía los préstamos que le abonaran un 6% de la cuantía en concepto de asesoramiento.
“Simple usura”
“Funcionaban como un banco, pero con dinero público”, asegura un empresario. “Los créditos blandos dejaban, de pronto, de serlo. Era simple usura”, apunta otro. El interés del 1,2% con el que el ministerio liberó 80 millones para apoyar la innovación en Madrid se convirtió así en el 7,2%. Además, a partir del cuarto año, MN exigía otro 1,2% del saldo vivo del préstamo por “labores de apoyo”.
Y es que este 6% no figura en ninguno de los convenios que regulan la gestión de la partida de 80 millones del ministerio. Empresarios que obtuvieron los préstamos preferentes relatan que supieron de esta condición en el último momento, antes de firmar. Junto con el contrato del préstamo que se les presentaba Madrid Network, debían rubricar otro de “prestación de servicios”. Los “honorarios” correspondían a “los trabajos realizados por MN de apoyo y asesoramiento para la presentación del proyecto, evaluación técnica y financiera, preselección y valoración de garantías”.
Los empresarios consultados aseguran que aceptaron estas condiciones porque en 2011, en plena crisis crediticia, ningún banco estaba financiando proyectos de innovación.
La Consejería de Economía reconoce, a preguntas de este periódico, que “el porcentaje del 6% no formaba parte del convenio ministerial, sino que era un contrato privado entre la asociación Madrid Network y las empresas”.
Autocréditos, festivales y peines
La “ciudad de la tele”
Entre los 35 proyectos que se financiaron con los 80 millones es posible encontrar algunos muy punteros —ensayos en fase III para crear fármacos innovadores— y otros que llaman la atención por su, aparentemente, escasa relación con la I+D+i. Un ejemplo es el festival de música YouFest. Madrid Network financió con dos millones este proyecto para “crear la primera plataforma de comunicación on-off line del mundo para los nuevos fenómenos populares surgidos de las redes sociales”.
YouFest organizó un concierto en septiembre de 2012 al que acudieron estrellas de YouTube como Wendy Sulca, Delfín Quishpe, El Shakiro o La Tigresa del Oriente. A la presentación acudieron sus creadores, Sebastián Muller, Darío Helman y Daniel Eisen, y el entonces presidente de MN, Aurelio García de Sola.
En noviembre de 2013 Madrid Network rescindió el contrato de préstamo porque la empresa, Pacific Civic Group, no cumplía lo acordado. Entre otras cosas, presentó concurso de acreedores sin informar a la MN. Según el Registro Mercantil, está en liquidación.
Tampoco parece justificada la inclusión en el epígrafe “ayudas a empresas jóvenes e innovadoras” del proyecto de turismo sanitario privado del exconsejero de Sanidad de Madrid Manuel Lamela. Pretendía convertir a Madrid en “la capital mundial” de este negocio, que generaría 18 millones de beneficio en 2015. El préstamo, de 1,3 millones, se resolvió en diciembre de 2012. La empresa pactó con Madrid Network un calendario de devolución.
Los proyectos que sí eran innovadores van desde un kit de diagnóstico del cáncer de colon a un peine para eliminar liendres con luz ultravioleta. Este último sí salió adelante con los 338.000 euros de financiación. En cambio, no prosperó el proyecto conocido como “La ciudad de la tele”, que el grupo de comunicación Secuoya iba a construir en Tres Cantos en 2012. El mayor centro de producción audiovisual de España, que iba a generar 500 empleos, recibió un crédito de dos millones en 2011. Un año más tarde, MN resolvió el préstamo y se devolvió el dinero. El lugar en el que se iba a construir sigue siendo un solar.
MN llegó incluso a autoconcederse un crédito. Su proyecto se llamaba “Centro de servicios en red de apoyo a la innovación”. Logró 2,6 millones.
Documentación interna de MN señala al respecto: “Este proyecto no conlleva firma de contrato en virtud del principio de confusión, dado que en la misma persona jurídica, Madrid Network, coinciden la posición del prestatario y prestamista”.
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