El fenómeno de los desodorantes para todo el cuerpo: ¿de verdad son necesarios?
Una nueva categoría de desodorantes para utilizar en cualquier zona del cuerpo promete dar más frescor, control y libertad de movimientos. ¿Estamos ante otro invento de marketing o es una necesidad real? Expertos aclaran las dudas
En 2017 la ginecóloga estadounidense Shannon Klingman lanzó Lume Whole Body Deodorant inaugurando una nueva categoría de productos de belleza: los desodorantes diseñados para ser utilizados en todo el cuerpo y no solo en las axilas. En su página web Klingman explica el origen de su invento. “En mi consulta veía cómo el olor corporal socavaba la confianza y la autoestima de las mujeres en todo el mundo y durante 10 años trabajé para encontrar la solución. Mediante pruebas clínicas demostré que el culpable de la mayoría de los olores corporales son las bacterias de la piel que digieren los fluidos corporales. La misma reacción que ocurre en nuestras axilas pasa en zonas como debajo de los senos, pliegues del abdomen, cara interna de los muslos, ingles, vulva, testículos, nalgas y pies”. Su lanzamiento marcó un punto de inflexión en los productos de higiene multifuncional y, recientemente, marcas como Hume, Dove, Secret o Ban han lanzado sus propios desodorantes corporales.
Diversos datos confirman el fenómeno. A principios de 2023, Spate, la plataforma de análisis de tendencias en la red, advertía que la búsqueda de productos desodorantes capaces de neutralizar el olor corporal había crecido un 32,7 %. En pasado mes de abril, Google Trends informaba que la búsqueda del término “desodorantes para todo el cuerpo” había aumentado más del 1000 % entre marzo de 2023 y marzo de 2024. A principios de año, una investigación realizada por gigante Unilever afirmaba que el 15% de los estadounidenses buscaba un desodorante para todo el cuerpo y, por esa razón, sus marcas Dove, Dove Men+Care y SheaMoisture lanzaban productos diseñados para usarse más allá de las axilas. En febrero, otro gigante como Procter & Gamble presentaba su colección Secret Whole Body Deodorant y, como indicaba Kate DiCarlo, directora de comunicación de la firma “el olor corporal fuera de las axilas es normal y es algo que muchas mujeres notan en algún momento de sus vidas, pero no se comenta con frecuencia. Con Secret esperamos normalizar las conversaciones sobre olores corporales para que todas las mujeres se sientan cómodas y seguras”. Durante la presentación la Dra. Maiysha Jones, científica de la firma revelaba los datos de su estudio “hemos preguntado a 4.000 personas sobre su olor corporal y los datos son esclarecedores: entre el 50 y 60 % están preocupados por el olor de la ingle, del 20 al 30 % de los encuestados desea deshacerse del olor del pliegue de la parte baja de los senos y del 30 al 50 % del olor de pies”. Su colección incluye desodorantes libres de aluminio en formato de spray, barra y crema diseñados para proteger contra el mal olor en zonas como debajo del busto, entre los muslos o en las partes íntimas. Pero, ¿es necesario toso este arsenal de desodorantes multifunción? Expertos aclaran las dudas.
¿Por qué huele el sudor?
Sudar es imprescindible para mantener la temperatura corporal por debajo de los 37 ºC: sudamos cuando hace calor, al practicar ejercicio y como respuesta a situaciones que nos provocan nervios, vergüenza o miedo. Tenemos millones de glándulas sudoríparas repartidas por todo el cuerpo, pero no todas son iguales. La Dra. Dèlia Vila, fundadora y alma mater de Regenera Clinic explica “las glándulas ecrinas, incoloras y con olor casi imperceptible, son muy abundantes en las palmas de las manos, plantas de los pies, frente y espalda; y las glándulas apocrinas, que se activan en la pubertad, se concentran en las axilas y la zona genital. Las glándulas apocrinas forman parte del folículo piloso y su activación marca el inicio de la edad reproductora”.
Es importante aclarar que el sudor no huele. “Lo que huele mal son las bacterias y levaduras que se alimentan del sudor y se concentran en axilas e ingles; zonas como la frente, las palmas de las manos o la espalda no huelen tanto porque tienen menos bacterias. Por este motivo existen dos tipos de productos: los desodorantes que contienen agentes antimicrobianos, como hidroxiácidos y ácidos láctico o mandélico, y actúan transformando el pH de la piel, es decir, lo hacen menos ácido para inhibir el crecimiento de bacterias. Por otro lado, están los antitranspirantes que sí intervienen en la sudoración. Incorporan sales de aluminio que penetran en las glándulas sudoríparas y las taponan para retardar o detener la liberación del sudor”, aclara a S Moda la Dra. Cristina Ciudad, dermatóloga del GEDET. Por lo tanto, los desodorantes están indicados para personas que generan un olor desagradable y los antitranspirantes para reducir los niveles de sudoración y humedad. “Un individuo sano elimina entre 250 y 1250 mililitros de sudor al día en reposo y este proceso es imprescindible para eliminar desechos y toxinas, mantener el pH de la superficie corporal y regular la temperatura. Sólo recomiendo utilizar antitranspirantes en casos de hiperhidrosis, es decir, cuando el sudor excede los valores normales”, dice la Dra. Dèlia Vila.
¿Qué es y cómo funcionan los desodorantes corporales?
Los nuevos desodorantes ideados para múltiples zonas extienden el concepto de control, frescor y protección a cualquier lugar susceptible de concentrar mal olor. Aunque los más populares vienen en formato crema, también existen en spray o barra sólida. Tradicionalmente los desodorantes se utilizan en la zona de las axilas “un lugar más oscuro y húmedo cargado de glándulas apocrinas que producen un sudor viscoso y lo convierten en el medio ideal para que la flora bacteriana prolifere y genere sustancias odoríferas como amoníaco, aminas o ácido butírico. Por eso, en esta zona siempre se han centrado todos los esfuerzos de la industria cosmética”, dice la Dra. Dèlia Vila.
Uno de los motivos por los que el olor a sudor en distintas partes del cuerpo preocupa tanto es porque se relaciona con falta de higiene; pero los desodorantes multifunción prometen solucionar el problema. “Son productos que actúan como desodorantes. Suelen incorporar alfahidroxiácidos con acción exfoliante para mejorar el aspecto de la piel y evitar el oscurecimiento de la zona que provoca el sudor. También pueden llevar maicena y almidón, así funcionan como polvos que absorben la humedad. Estas fórmulas no contienen sales de aluminio porque no tiene sentido utilizarlas en todo el cuerpo. Los antitranspirantes solo se deben utilizar de forma localizada cuando existe un problema de sudoración excesiva porque bloquean la salida del sudor y este busca otras zonas del cuerpo para salir”, explica a S Moda Marta Masi, farmacéutica y fundadora del primer club de la menopausia y de la boutique MM Madrid. “Estos productos, tan de moda en Estados Unidos, actúan como desodorantes, es decir, modifican el pH de la piel. Algunos de ellos incorporan perfumes y eso les añade un componente irritativo que no es muy recomendable. Tampoco aconsejo los de formato spray porque resecan”, afirma la dermatóloga Cristina Ciudad.
Muchos de estos desodorantes forman parte de la categoría de productos destinados a la higiene íntima femenina. ¿Es diferente el sudor de hombres y mujeres? ¿También necesitan ellos desodorizar las ingles, los muslos y los pliegues del estómago? La Dra. Dèlia Vila habla claro “las glándulas sudoríparas apocrinas se desarrollan durante la pubertad bajo la influencia de las hormonas sexuales, y hay diferencias entre hombres y mujeres. Las mujeres necesitan una temperatura más elevada para transpirar, mientras que los hombres generan mayor calor metabólico y producen mas sudoración. Sin embargo, la diferenciación entre productos suele hacerse por el perfume que utilizan, que varía por sexos”.
Todos los expertos consultados advierten que estos productos no deben utilizarse en las partes íntimas. Como explica la farmacéutica Marta Masi “no veo necesario el uso de productos desodorantes en la zona vaginal, ya que pueden contener perfumes irritantes. Recomiendo mantener la zona limpia con un gel de higiene específico con un pH adecuado a la etapa en la que se encuentre cada mujer. Con los cambios hormonales, el pH de la zona vaginal varía y debemos adaptar nuestro limpiador para evitar cambios en la flora, irritaciones o picor”. La ginecóloga Isabel Fernández con consulta en la Clínica Sagrada familia apostilla “una vagina debe oler a vagina y no necesita desodorante de ningún tipo, solo una buena higiene con un jabón neutro. Todo lo demás es marketing.”. La dermatóloga Cristina Ciudad de GEDET comenta el riesgo de aplicar desodorante en los genitales “están formulados para aplicarlos en la parte externa, nunca en las mucosas porque pueden absorberse”. ¿El boom de los productos de higiene íntima puede extenderse también al público masculino? “Sí, aunque la higiene de la zona íntima siempre se ha asociado con la mujer, cada vez más dermatólogos y urólogos recomiendan el uso de jabones y geles íntimos masculinos, así como productos antirozadura para zona testicular”, dice la Dra. Dèlia Vila.
¿De verdad necesitamos desodorantes para todo el cuerpo?
“No son necesarios. Lo más recomendable para mantener a raya el olor es llevar una buena higiene diaria con jabones neutros, utilizar tejidos naturales y transpirables y evitar el consumo de estimulantes como el café, el té y las bebidas alcohólicas. Los cambios inusuales en la sudoración, por cantidad o excesivo olor, son motivo de visita al médico especialista”, afirma la Dra. Dèlia Vila de Regenera Clinic. Para evitar el mal olor corporal “los dermatólogos recomendamos una ducha diaria, o dos si hacemos deporte, y el uso de desodorante en las axilas. Algún día, de forma puntual se puede utilizar un desodorante corporal en alguna parte del cuerpo. Son productos testados, pero debemos ser conscientes de que todo lo que aplicamos en la piel puede sensibilizar, provocar alergias o irritar. Además, si lo ponemos en todo el cuerpo actuamos sobre las bacterias, y esto altera el microbioma de la piel y la flora bacteriana de nuestro organismo”, aclara la dermatóloga Cristina Ciudad.