Victorio & Lucchino se vuelven bohemios
El dúo andaluz renuncia a sus raíces españolas y da un giro a su estilo.
Gorros cosacos, abrigos brocados y trajes estampados; siluetas globo en vestidos y dos piezas -boleros o capelinas más faldas almidonadas- y complementos (botas a media pierna y bolsos) que recuerdan ligeramente a Prada y Miu Miu han llevado la voz cantante en el rejuvenecido desfile de Victorio & Lucchino.
Aires más bohemios que flamencos para una lolita con gusto por el detalle al estilo patchwork: mangas de encaje, terciopelo y de nuevo, detalles de (falso) pelo y estampado animal en bolsillos y cuellos camiseros así como pecheras animadas por broche...
Gorros cosacos, abrigos brocados y trajes estampados; siluetas globo en vestidos y dos piezas -boleros o capelinas más faldas almidonadas- y complementos (botas a media pierna y bolsos) que recuerdan ligeramente a Prada y Miu Miu han llevado la voz cantante en el rejuvenecido desfile de Victorio & Lucchino.
Aires más bohemios que flamencos para una lolita con gusto por el detalle al estilo patchwork: mangas de encaje, terciopelo y de nuevo, detalles de (falso) pelo y estampado animal en bolsillos y cuellos camiseros así como pecheras animadas por broches multicolores. En este universo que ha bordeado el desenfado colorista y preciosista -tonos frambuesa, berenjena, clorofila y amatista- de los sesenta, las únicas concesiones a las raíces de este duo de diseñadores han sido el rojo, las toreras y las cinturas ajustadas con fajines en vestidos de noche a base de sobrefaldas.
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