Israel impone cuarentena a los viajeros procedentes de España y otros países europeos

Israel ha decidido blindarse frente a la expansión global del coronavirus. Los viajeros procedentes de España, Alemania, Francia, Austria y Suiza deberán permanecer dos semanas en cuarentena para frenar la propagación de la enfermedad, según ha anunciado este miércoles el Ministerio de Sanidad. Esta medida será aplicable a los ciudadanos israelíes y a los extranjeros con permiso de residencia. Los turistas que no puedan demostrar que cuentan con una vivienda donde aislarse serán rechazados en l...

Israel ha decidido blindarse frente a la expansión global del coronavirus. Los viajeros procedentes de España, Alemania, Francia, Austria y Suiza deberán permanecer dos semanas en cuarentena para frenar la propagación de la enfermedad, según ha anunciado este miércoles el Ministerio de Sanidad. Esta medida será aplicable a los ciudadanos israelíes y a los extranjeros con permiso de residencia. Los turistas que no puedan demostrar que cuentan con una vivienda donde aislarse serán rechazados en la frontera. La restricción ahora aprobada se suma a la ya impuesta a las personas procedentes de otros países con un elevado número de casos declarados de Covid-19, como Italia, China, Tailandia, Singapur o Corea del Sur.

Las autoridades israelíes han ordenado también la cancelación de todas las conferencias internacionales y las concentraciones con más de 5.000 participantes. Israel ha declarado hasta ahora 16 casos de coronavirus y más de 6.000 personas se encuentran en cuarentena ante las sospechas de que puedan haber podido contagiarse. La orden ahora aprobada puede elevar hasta 70.000 el número de personas sometidas a aislamiento. El Ministerio de Sanidad recomienda a los israelíes que no viajen al extranjero si no es estrictamente necesario. En plena ola de cancelación de vuelos, la compañía aérea israelí El Al ha anunciado el despido de un millar de empleados (la sexta parte de su plantilla) y un recorte de sueldos del 20% para sus directivos. Las acciones de la aerolínea han caído un 30% en la Bolsa de Tel Aviv durante el mes de febrero.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que asistió a la conferencia de prensa en la que fueron anunciadas las restricciones de viaje, advirtió a la población de que dejara de saludarse estrechando las manos a fin de contener la expansión del coronavirus. “Estamos en mejor situación que otros países ya que desde el principio di instrucciones de extremar las precauciones al máximo. Hemos tomado medidas muy estrictas”, aseguró el jefe del Gobierno, quien ganó las elecciones celebradas el lunes, aunque sin tener garantizada la reelección. “Hemos optado por una política de aislamiento y de pruebas exhaustivas”, enfatizó.

Las restricciones de entrada a Israel se adoptan a poco más de un mes de la Pascua judía y de la Semana Santa cristiana, cuando viajan decenas de miles de fieles y peregrinos a Tierra Santa. Más de 340.000 turistas visitaron Israel el pasado mes de febrero, un 0,5% más que el año anterior, según informó el Ministerio de Turismo. En medio de un clima de creciente preocupación social, el rabino jefe de Israel, David Lau, ha dispensado a los judíos de la obligación religiosa de tocar y besar la mezuzá, la caja con un pergamino que contiene versículos de la Torá, colocada generalmente en las jambas de las puertas de acceso a las viviendas.

Dado que el sistema electoral israelí no contempla el voto por correo ni la delegación del sufragio, el Comité Electoral Central habilitó 16 centros de votación para quienes se encontraban en cuarentena de aislamiento. La votación especial, en la que participaron más de 4.000 electores, fue supervisada desde cabinas aisladas con láminas de plástico transparente por funcionarios israelíes que habitualmente están al frente de las mesas electorales, mientras sanitarios de la Estrella de David Roja, equivalente a la Cruz Roja, con trajes de protección atendían los votantes ante las urnas esterilizadas. El recuento de estas papeletas se ha efectuado este miércoles en una gran tienda de campaña aislada por parte de funcionarios voluntarios protegidos con guantes y mascarillas.