El aire acondicionado libre de covid no existe
Organizaciones de consumidores y de ingenieros industriales advierten contra los falsos reclamos publicitarios
Si alguna vez ha visto un comercio que se anuncia con un sello covid free, libre de coronavirus, sepa que se trata de un reclamo publicitario sin base científica. “Nosotros somos los propios focos del covid, y la ocupación humana no es controlable. Es imposible asegurar que una instalación es covid free”, zanja José Arboledas, experto en climatización y calidad del aire del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales y miembro del grupo de trabajo sobre este asunto que han constituido esta institución y la Organización Médica Colegial. “Técnicamente es muy dif...
Si alguna vez ha visto un comercio que se anuncia con un sello covid free, libre de coronavirus, sepa que se trata de un reclamo publicitario sin base científica. “Nosotros somos los propios focos del covid, y la ocupación humana no es controlable. Es imposible asegurar que una instalación es covid free”, zanja José Arboledas, experto en climatización y calidad del aire del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales y miembro del grupo de trabajo sobre este asunto que han constituido esta institución y la Organización Médica Colegial. “Técnicamente es muy difícil. Se trata de sellos no regulados ni avalados que no garantizan nada”, afirma Enrique García López, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que incluso ha pedido al Ministerio de Sanidad que prohíba estos sellos.
“Lamentablemente, por mucho que nos gustara que fuera así, no es posible garantizar con ningún sello que un establecimiento esté libre de coronavirus: se puede asegurar que se ha desinfectado, pero no que permanezca así en el momento en que vuelva a abrirse. De hecho, hay muchas personas contagiadas que no presentan síntomas y al entrar en el local pueden estar propagando el virus, por muchos tratamientos de desinfección que se hayan realizado antes”, indica la OCU.
La presidenta del colegio de ingenieros técnicos industriales de Sevilla, Ana Jáuregui, cuenta que han recibido varias peticiones para que avalaran estas indicaciones, pero que no lo han hecho: “Técnicamente, como profesionales de la ingeniería, no es cierto”. “Detrás hay mucha picaresca”, añade. Además, le ve otro problema: puede dar una falsa sensación de seguridad.
Riesgo de transmisión
Otro asunto es si, al revés, el aire acondicionado puede aumentar el riesgo de transmisión del coronavirus. Y aquí la comunidad científica está dividida. Hay una vía de contagio clara, que es cuando una persona inhala las gotitas con virus que acaba de emitir una persona infectada al hablar, toser, estornudar o, simplemente, respirar. Lo normal es que estas partículas no viajen mucho –por eso la distancia de seguridad se pone en 1,5 o 2 metros, porque se supone que su alcance máximo es inferior–. Esta es la causa mayoritaria de los contagios.
Pero cabe la posibilidad de que si hay un aparato moviendo el aire, este material puede llegar más lejos, apunta Arboledas. Parece que ese fue el caso de uno de los brotes mejor estudiados, uno en un restaurante chino en el que hubo transmisión a cuatro metros del cliente afectado. Aunque estos casos son “poco probables”, según el Ministerio de Sanidad. También se debate si el virus puede quedar tiempo suspendido en el aire. Hay algún estudio que lo ha encontrado hasta tres horas después de su emisión, pero en condiciones muy especiales. Mientras a la vía de contagio directa desde el afectado se la denomina “por gotas”, cuando se supone que estas han estado suspendidas, se las denomina aerosoles.
En cualquier caso, para evitar que el aire acondicionado mueva el aire con virus en suspensión, bien porque se acabe de emitir bien porque lleve ahí un cierto tiempo, “es fundamental ventilar bien la vivienda”, insiste la OCU. Y ello, “por higiene y por seguridad, sea cual sea la temperatura, e independientemente de que uses o no aire acondicionado”. En este sentido, son mejores los equipos que aportan mucho aire de fuera que los que lo recirculan.
Arboledas lo expresa técnicamente así: “El uso de mascarillas y la distancia social ayuda frente a contagio directo por gotas, pero para los aerosoles, dentro de salas, es más complejo. Los aerosoles tienen calibres, menores de cinco micras (milésima parte de un milímetro), con lo que la única vía de evitar el contagio es la limpieza de los aires de nuestros edificios mediante aire limpio del exterior. Con el inconveniente de que este método, o cualquier otro, no es completamente eficaz, pero si baja enormemente la posibilidad de contagio por esta vía”
“El concepto de calidad del aire interior es realmente el fin de todos los sistemas", señala el ingeniero técnico, quien advierte de que aunque hay muchos sistemas para reducir la presencia de partículas (la covid, pero también hongos, bacterias u otras), “ninguna es eficaz al cien por cien”, y, además, su efecto sería siempre momentáneo, ya que bastaría que en el recinto entrara una persona infectada para alterar la situación. Por eso tanto Arboledas como Jáuregui insisten en la importancia de mantener los equipos de acuerdo con sus especificaciones técnicas, sometiéndolos a las revisiones correspondientes cuando toquen. “Hay que ponerse en manos de un experto y evitar medidas que pueden ser incluso perjudiciales, como algunos tratamientos de ozono”, dice la presidenta de los ingenieros técnicos industriales de Sevilla, quien señala que se trata de “aportar más aire limpio con filtros bien mantenidos”.
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