Cuando un brote se convierte en un confinamiento: ¿cómo ocurre? ¿qué se puede hacer y qué no?
La transmisión comunitaria es la clave para que las autonomías tomen la decisión de restringir la movilidad
Un positivo de coronavirus. Dos, tres. Si tienen vínculos entre sí, ya es oficialmente un brote. Es la medida oficial del Ministerio de Sanidad: con tres o más casos relacionados, las comunidades autónomas deben notificarlo. Pero, ¿cuándo se considera perdido el control? ¿Dónde está el límite para confinar un territorio? Aquí las definiciones no están tan claras, depende de que los servicios de salud pública hayan perdido el control de esa agrupación y comience la transmisión comunitaria.
Cuando se localiza un caso, los servicios de salud pública comienzan un rastreo para dar con la per...
Un positivo de coronavirus. Dos, tres. Si tienen vínculos entre sí, ya es oficialmente un brote. Es la medida oficial del Ministerio de Sanidad: con tres o más casos relacionados, las comunidades autónomas deben notificarlo. Pero, ¿cuándo se considera perdido el control? ¿Dónde está el límite para confinar un territorio? Aquí las definiciones no están tan claras, depende de que los servicios de salud pública hayan perdido el control de esa agrupación y comience la transmisión comunitaria.
¿Qué se considera transmisión comunitaria?
Cuando se localiza un caso, los servicios de salud pública comienzan un rastreo para dar con la persona que lo contagió. Y así sucesivamente hasta que ya no se encuentran más positivos. El problema llega cuando a un enfermo no se le hallan vínculos. Es signo de que el virus circula por la comunidad de forma inadvertida. En España la transmisión comunitaria no ha cesado en ningún momento, pero ha ido bajando paulatinamente hasta hace aproximadamente dos semanas, cuando tras el estado de alarma comenzó de nuevo a subir. Según explica Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología, la clave para que esto no se convierta en un problema mayor es la capacidad de diagnosticar rápidamente y que estos casos que no tienen vínculos no sean la mayoría. De acuerdo con el último dato que ofreció Fernando Simón, director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias, se conocen los vínculos del 60% de los positivos.
¿Hay un número de casos a partir del cual se considera que hay transmisión comunitaria?
No. Podría suceder con 100 diagnósticos (o incluso menos) o con 1.000 (o muchos más), todo depende de la investigación de los contactos, si pueden trazarse y de los cabos sueltos que queden.
¿Cuántos son necesarios para decretar un confinamiento?
Aquí entran en juego, además de los diagnósticos, otras variables. “Más allá de la proporción de positivos que no se consiguen enlazar con alguno de los conocidos, otro factor es el retraso de la demanda de ayuda médica de las personas contagiadas”, explica Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas). “Hay una diversidad de motivos que pueden llevar a estar personas a no acudir al médico, pueden ser sociales, que se trate de inmigrantes ilegales, temporeros. Se valora su potencial de transmisión y, si la tasa comienza a subir, se hace un juicio basado en las probabilidades de que siga subiendo”.
¿Cómo un brote se convierte en un confinamiento?
Pedro Gullón explica que un motivo sería la transmisión comunitaria y el otro, que el brote sea tan grande que no exista “la capacidad estratégica” de confinar a los afectados individualmente y sea “más sencillo” hacerlo a todo un territorio.
¿Qué territorios se puede confinar?
Con la ley de salud pública, las comunidades autónomas pueden confinar a los ciudadanos en caso de una amenaza para la salud. No existe un espacio mínimo ni máximo tasado, pero tiene que tratarse de una medida concreta para una situación determinada. Para ampliar la escala y realizar acciones preventivas que limiten la movilidad de los ciudadanos son necesarias medidas extraordinarias, como el estado de alarma. Dos días antes de que el Consejo de Ministros lo aprobase, la Generalitat ya confinó los municipios de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena (en total 70.000 habitantes). En la llamada “nueva normalidad”, Cataluña ha vuelto a decretar el primer gran confinamiento: lo ha hecho este sábado en la comarca leridana del Segrià que agrupa a 38 municipios y algo más de 200.000 habitantes. Cantabria decidió confinar la semana pasada solamente un edificio donde había encontrado una decena de positivos en dos viviendas. Los expertos consultados no creen que esta medida restringida a un espacio tan concreto vaya a ser frecuente. Solo tiene sentido, opinan, si se trata de un edificio en el que los vecinos tenían mucho contacto entre sí y poco con el exterior. “De lo contrario, lo normal sería confinar áreas mayores”, dice Hernández.
¿Qué pasa una vez que se decreta el confinamiento?
Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS, cree que en este momento hay que reforzar la investigación. “Ya no solo es indagar entre los contactos de los positivos, también a los contactos de los contactos. Y hacerles pruebas PCR”, explica. En su opinión, debería mantenerse esta vigilancia durante al menos 14 días, que es el periodo de incubación máximo del coronavirus para comprobar cómo evolucionan los casos y tomar nuevas decisiones con esos datos.
¿Qué se puede hacer y qué no en un confinamiento?
Las comunidades autónomas son las encargadas de determinar las medidas en caso de que decidan confinar un área. En el caso de Lleida, la Generalitat ha decidido sobre todo poner una barrera perimetral para no expandir la transmisión del coronavirus fuera de la comarca, impidiendo salir a los residentes y entrar a los de fuera. Dentro hay algunas limitaciones, como no permitir reuniones sociales de más de 10 personas. Las fases fueron normas que ya expiraron, pero los Gobiernos regionales pueden seguir usándolas como guía o inspirándose en ellas para nuevos confinamientos en caso de que sean necesarios. Las tendrían que graduar en función de la gravedad de cada caso. López Acuña es partidario de medidas restrictivas en las zonas confinadas: “Yo creo que deberían volver a fase cero o uno”. Gullón cree que una vez confinado perimetralmente el territorio, se puede ser algo más flexible para comprobar la evolución de los casos.
¿Cuáles son los brotes más preocupantes ahora?
Además del de Lleida, que ha llegado desde otro en Huesca, los expertos miran atentos otro en la Mariña Lucense, que este sábado sumaba 85 casos. Hay otro activo muy numeroso en Málaga, con 105 positivos, pero este no preocupa mucho, puesto que está muy restringido a un centro de acogida y parece bastante controlado. Madrid notificó su primer brote el pasado viernes, con cinco afectados. Todas las comunidades menos Asturias y la Rioja han notificado ya alguno.
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