Los rebrotes entre jóvenes propician nuevas medidas de seguridad en los focos de Euskadi
Sanidad reduce el aforo de los locales y hoteles en Zarautz, Tolosa y Eibar para controlar el alcance de los nuevos casos
La nueva fase del control de los rebrotes del coronavirus en Euskadi tiene a los jóvenes como protagonistas. La consejera de Salud en funciones, Nekane Murga, ha incidido en que el sector de población de entre 15 y 35 años, por sus hábitos de vida más activos y con encuentros sociales frecuentes, puede expandir la enfermedad hacia sus entornos personales o familiares y dificultar su control. Los principales focos activos actualmente se localizan en Gipuzkoa, con 31 de los 58 positivos por PCR notificados este jueves. Las nuevas medidas, que imitan a las implantadas en Ordizia hace unos días, s...
La nueva fase del control de los rebrotes del coronavirus en Euskadi tiene a los jóvenes como protagonistas. La consejera de Salud en funciones, Nekane Murga, ha incidido en que el sector de población de entre 15 y 35 años, por sus hábitos de vida más activos y con encuentros sociales frecuentes, puede expandir la enfermedad hacia sus entornos personales o familiares y dificultar su control. Los principales focos activos actualmente se localizan en Gipuzkoa, con 31 de los 58 positivos por PCR notificados este jueves. Las nuevas medidas, que imitan a las implantadas en Ordizia hace unos días, suponen que en Zarautz, Tolosa y Eibar los espacios hosteleros verán reducido su aforo a la mitad, los bares no podrán servir en barra y tendrán de cerrar antes de las 11.30 de la noche. Además, tampoco se consentirán los encuentros privados en sociedades gastronómicas y se prohibirán las verbenas o fiestas para que no se congreguen elevadas cantidades de personas.
La reaparición de contagios múltiples de la covid-19 guardan similitudes en los casos vascos, en una comunidad en la que desde este jueves la mascarilla es obligatoria en todo momento y donde se prohibieron aforos superiores a las 10 personas en los bares y se cerraron las lonjas o locales juveniles. Unas 250 personas de un camping de Zarautz permanecen confinadas tras detectarse dos positivos en las últimas fechas, mientras que en Tolosa y Getaria, cientos de habitantes se están sometiendo a pruebas PCR tras sendos focos que apuntan a unos bares y una heladería como origen, respectivamente.
Cualquier encuentro con muchos asistentes se analiza para seguir el rastro de contagios. Las celebraciones de jóvenes tras la selectividad o el final del curso han provocado que en Zarautz las autoridades hayan recomendado que quienes acudieran a esas citas entre el 8 y el 12 de julio se recluyan y se alejen de grupos de riesgo para impedir una posible difusión de casos. La principal preocupación de Murga es que los jóvenes canalicen los rebrotes y teme que en las próximas fechas se notifiquen contagios en adultos o familiares.
El epidemiólogo Jesús Molina asegura que atajar esta enfermedad es doblemente complicado entre estos tramos de edad por la escasa conciencia del peligro y porque piensan que para ellos será “solo un catarro” sin tener en cuenta la trasmisión a sus familiares y al resto de la sociedad. Molina cree que las fiestas, con alcohol y aglomeraciones, propiciarán la expansión del virus. Y aunque considera que no se llegará a una situación como la de marzo, sí puede suponer un reto para los sistemas de salud.
Los sistemas de rastreo han permitido determinar, tras el estudio de los primeros contagios, que los principales focos de riesgo de Getaria (2.800 habitantes) se corresponden con el bar Politena y la heladería Dona Doni entre el 9 y el 12 de julio. Este miércoles se realizaron unas 600 pruebas a quienes frecuentaron el primero de los establecimientos entre esas fechas y Osakidetza —servicio de salud vasco— ha emplazado a acudir a someterse a PCR a quienes acudieron al segundo, al constatar que el único “posible vínculo” entre varios afectados se corresponde a este lugar.
El panorama se asemeja en Tolosa (19.500 residentes), aunque Murga ha admitido que trabajan ante una posible “transmisión comunitaria”. Los tolosarras a quienes se ha aplicado el test y han dado positivo visitaron el bar Elorri, muy popular entre los jóvenes, entre el 10 y el 14 de julio, así que este es el rastro que se está siguiendo para determinar posibles contagios extra. Los anteriores enfermos confirmados, un total de 17, procedían del foco de Ordizia, donde algo más de un centenar de vecinos no pudo votar en las elecciones autonómicas del pasado domingo por encontrarse en aislamiento para impedir situaciones de riesgo. Allí ya se habían instaurado medidas de limitación de aforo y de apertura de lugares de ocio.
El territorio guipuzcoano, que durante los momentos más crudos de la pandemia fue el menos afectado de Euskadi, vive ahora un mayor impacto de los rebrotes que en el resto de las provincias vascas. Otro de los focos localizados se encuentra en Bilbao (Bizkaia), donde unos 30 niños que participaban en unas colonias infantiles se hallan en cuarentena toda vez que una de las participantes ha dado positivo en coronavirus. Los monitores, unos 10, también deberán aislarse.
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