La Comunidad Valenciana es la segunda autonomía con más niñas víctimas de la violencia machista

Save Children advierte del incremento de los delitos cibernéticos, especialmente las amenazas y coacciones

Valencia -
Una adolescente consulta su teléfono móvil.Mònica Torres

La Comunidad Valenciana es la segunda comunidad autónoma con más niñas víctimas de la violencia machista, sólo por detrás de Andalucía, con 152 casos, y muy por delante de otras autonomías como Madrid, con 87 casos, o Cataluña, con 70, según los datos facilitados por Save The Children en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La organización señala que, en el último año, han aumentado más de un 15% las denuncias por violencia de género que tienen como víctima a una niña y se ...

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La Comunidad Valenciana es la segunda comunidad autónoma con más niñas víctimas de la violencia machista, sólo por detrás de Andalucía, con 152 casos, y muy por delante de otras autonomías como Madrid, con 87 casos, o Cataluña, con 70, según los datos facilitados por Save The Children en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La organización señala que, en el último año, han aumentado más de un 15% las denuncias por violencia de género que tienen como víctima a una niña y se ha pasado de 106 víctimas en 2018 a 122 en 2019, de acuerdo con la última Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género del Instituto Nacional de Estadística (INE). La violencia machista en adolescentes es una de las que más crece en el conjunto del Estado: de 677 víctimas menores de 18 años en 2018 ha aumentado a 719 en 2019, ha indicado en un comunicado.

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Save the Children recuerda también que el 41% de las adolescentes de 16 y 17 años en España que tienen o han tenido pareja han sufrido violencia psicológica de control, según datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019). La organización ha alertado de que estas cifras no tienen en cuenta el impacto de la pandemia y apunta a que la violencia psicológica de control ha podido crecer durante el confinamiento de manera online.

En este contexto, advierte de que de las 388 denuncias interpuestas en la Comunidad Valenciana sobre delitos cibernéticos, 260 tenían como víctima a una niña, lo que supone casi siete de cada diez. Entre ellos, destacaban especialmente las amenazas y coacciones y los delitos sexuales. “Los datos sobre víctimas muestran una pequeña parte, ya que la violencia contra las mujeres y contra las niñas aún se contempla normal en muchos contextos, y tememos que estas cifras hayan aumentado con el confinamiento. En un momento en el que la infancia y la adolescencia pasan tanto tiempo frente a los dispositivos móviles, debemos recordar que la educación en igualdad, así como la prevención, la detección temprana y la notificación de la violencia son herramientas fundamentales para poner freno a estas situaciones”, ha subrayado el director de Save the Children en la Comunidad Valenciana, Rodrigo Hernández.

La organización también muestra su preocupación ante el aumento de las llamadas al 016 y de las consultas online en la web del Ministerio de Igualdad durante los meses del estado de alarma en España, lo que se traduce en un más que probable incremento de la violencia contra las mujeres, niños y niñas dentro del hogar.

Save the Children destaca que, desde enero de 2013, seis niños y niñas han sido asesinados en casos de violencia de género y se han quedado huérfanos. En el conjunto del Estado, la cifra de niños y niñas aumenta a 37, mientras que 301 menores se han quedado huérfanos como consecuencia de esta violencia. “Es intolerable que la infancia pague las peores consecuencias de la violencia machista. La violencia contra las mujeres tiene graves consecuencias en el desarrollo y bienestar de sus hijos e hijas: pierden de un plumazo a los dos adultos que hasta ese momento eran sus referentes y cuando no es posible que alguien de la familia se haga cargo de ellos, acaban entrando al sistema de protección para su acogimiento. Esto produce su revictimización, al tener a un padre en prisión, una madre asesinada, y encontrarse separados de su entorno familiar”, concluye Hernández.

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