La vacuna de AstraZeneca no se inyectará como mínimo a mayores de 65 años
El comité de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud debate si debe aplicarse solo a menores de 65 o bajar a los de 55. Sanidad deberá revisar el plan de vacunación para priorizar otros grupos vulnerables o de trabajadores esenciales
La vacuna de AstraZeneca no se pinchará a mayores de 65 años, como mínimo. El comité de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, integrado por técnicos del Gobierno y las comunidades autónomas, ha estado debatiendo este jueves si marcan el límite en los 65 o en los 55, sin llegar a un acuerdo, así que reanudará las conversaciones el viernes, según fuentes presentes en la reunión. En los ensayos clínicos del medicamento no había una muestra suficientemente grande de mayores de 65 como para arrojar un resultado concluyente sobre su efectividad en este grupo, y la gran mayoría de los particip...
La vacuna de AstraZeneca no se pinchará a mayores de 65 años, como mínimo. El comité de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, integrado por técnicos del Gobierno y las comunidades autónomas, ha estado debatiendo este jueves si marcan el límite en los 65 o en los 55, sin llegar a un acuerdo, así que reanudará las conversaciones el viernes, según fuentes presentes en la reunión. En los ensayos clínicos del medicamento no había una muestra suficientemente grande de mayores de 65 como para arrojar un resultado concluyente sobre su efectividad en este grupo, y la gran mayoría de los participantes tenían menos de 55. Al menos siete países de Europa ya han anunciado que solo la aplicarán a menores de 65. Alemania, por ejemplo, ha decidido poner en esta edad el límite, mientras que los asesores de Italia lo bajan a 55. En un término medio está Polonia, que lo fija en 60. Esto obligará a seleccionar a un grupo prioritario a los que administrar este medicamento, del que llegarán 1,8 millones de dosis este mes.
El Ministerio de Sanidad ha informado a última hora del jueves que las vacunas de AstraZeneca que llegan este fin de semana vayan destinadas a los sanitarios y sociosanitarios que no están incluidos en el grupo 2 y 3, es decir, aquellos que no están en primera línea. Tras ellos, tendrá que buscar otros grupos de personas vulnerables más jóvenes (de 65 o 55, depende de la edad que se decida) u otros trabajadores esenciales. El siguiente segmento dentro de la fase 1 del plan, de grandes dependientes, está integrado en buena medida por mayores de 65 años, así que para ellos tampoco podrá ir destinada. Y el siguiente, ya en la segunda fase (una vez que terminen residencias, sanitarios y grandes dependientes, alrededor de 2,5 millones de personas) son los mayores de 80 años.
En España no existía mucha controversia científica sobre si la vacuna de AstraZeneca se debería poner a mayores de 65 años. Las sociedades médicas que tienen alguna relación con el asunto (la de Epidemiología, de Salud Pública, de Medicina Preventiva, de Vacunología y de Geriatría) están de acuerdo en que este fármaco se debe reservar a los menores de esta edad, para quienes ha demostrado eficacia.
El argumento que han dado portavoces de cada una de ellas a EL PAÍS es similar y se puede resumir en este que explica José Gutiérrez, experto en vacunas de la Sociedad Española de Geriatría: “De momento y hasta que se genere más evidencia científica con los estudios que aún siguen en marcha sobre esta vacuna, lo indicado es continuar utilizando en este grupo etario [mayores de 65] las vacunas de Pfizer y Moderna. Se puede considerar en este momento que la vacunación es segura [en ellos] y que puede producir efectos secundarios leves. El problema radica en que no se ha constatado si, en las personas mayores, la vacuna es eficaz y genera una respuesta inmune suficiente como para provocar una inmunidad humoral y celular que evite las consecuencias de la infección por el virus”.
Las vacunas de AstraZeneca, continúa Gutiérrez, podrán ser utilizadas en otros grupos poblacionales. “Todo esto no debería retrasar la planificación que se ha propuesto. De hecho, podemos comenzar a pensar que en breve dispondremos de diversas vacunas contra el coronavirus y cada una de ellas estará indicada en un grupo de riesgo diferente. Esto conduce a pensar que posiblemente el orden de vacunación propuesto en la estrategia de vacunación en nuestro país no sea tan lineal como el previsto y se comience a solapar la vacunación de diferentes grupos de población”, añade.
A pesar de este consenso, no es un debate sencillo y está lleno de matices. Se trata, como sucede con todo medicamento, de encontrar un equilibrio entre el riesgo y el beneficio. Al contrario que en el resto de Europa, en el Reino Unido han asumido que aunque no hay pruebas concluyentes de su efectividad en mayores, como los ensayos clínicos mostraron en ellos buena respuesta inmune, el riesgo de que no sea del todo eficaz se compensa con las vidas que se pueden estar salvando si muestra finalmente resultados similares a otros grupos etarios.
“Una visión perfectamente aceptable es que sabemos que la vacuna es segura en edades más avanzadas, que la evidencia de la respuesta de anticuerpos sugiere fuertemente que será protectora, por lo que parece razonable suponer que lo será”, expone Martin McKee, profesor de la London School of Hygiene and Tropical Medicine. “Si se trata de un país donde tiene muchas otras vacunas, como la de Pfizer BioNTech, entonces podría justificar la administración de esa vacuna a las personas mayores y la de AstraZeneca a las personas más jóvenes. Por lo tanto, cada regulador tendrá que tomar su propia decisión y es difícil criticar a uno que adopte cualquiera de estos puntos de vista. Personalmente, creo que tenemos pruebas suficientes para justificar dárselo a las personas mayores, pero no criticaría a otras que decidan no hacerlo, siempre que tengan suministros adecuados de otras vacunas para esas personas mayores”, continúa este experto, uno de los más respetados en el ámbito de la salud pública.
Más de 1.300 muertes de mayores de 80 años a la semana
Kent Woods, quien fuera director de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), criticó en declaraciones a la agencia AFP que los países europeos (al menos siete de ellos lo han anunciado ya) rechacen la vacuna de AstraZeneca para mayores. Acusó a los líderes de estos países de hacer política y de “poner en riesgo la vida de sus ciudadanos”. Aunque realmente son decisiones o recomendaciones de los técnicos de estos Gobiernos, Woods se refiere al tira y afloja entre la UE y esta farmacéutica, que entregará menos dosis de las comprometidas. Este experto se mostró sorprendido de que mientras la EMA ha aprobado el medicamento para cualquier persona mayor de 65 años, los países la veten “justo para quienes más lo necesitan”.
En España, cada semana de enero han muerto más de 1.300 mayores de 80 años por culpa del coronavirus, según los datos del Instituto de Salud Carlos III, a los que se tienen que añadir los decesos que no han sido todavía contabilizados, con lo cual es más que probable que esta cifra aumente. Aunque en febrero se está produciendo una leve caída en los contagios, la epidemia en España sigue en niveles “extremos”. Cada semana que pasan sin vacunarse están muriendo cientos de mayores. Los que sobrepasan los 80 años representan el 66,5% de todos los fallecimientos oficiales por covid en España en la segunda ola, aunque solo suman el 6% de la población (2,8 millones de personas).
Pero, ¿supone la decisión un retraso con respecto a lo ya previsto? En realidad, no es un retraso, pero si la vacuna de AstraZeneca se aplicase a mayores se podrían adelantar con respecto al calendario actual. La cuestión es que, de acuerdo al plan de vacunación del Gobierno, todavía no es su turno. Antes que ellos se tiene que completar la vacunación en residencias, ya bastante avanzada, la de los 1,7 millones de sanitarios que están incluidos en la primera fase, y la de 367.000 grandes dependientes. Esto hace que muy difícilmente se pueda comenzar antes de marzo con los mayores de 80, algo que seguramente sí podría suceder si se usara para ellos la de AstraZeneca. Otros países, como Alemania, sí incluyeron a los ancianos en el grupo prioritario, y ya han pinchado a más de medio millón con las de Pfizer y de Moderna.
Casi todos los consultados están de acuerdo en usar la de AstraZeneca en personas más jóvenes de 65 años. Pero ponen una coletilla: “Siempre que tengamos suficiente de las otras vacunas para esa edad”. Ante la situación de escasez, Elvis García, doctor en Salud Pública por la Universidad de Harvard, es partidario de vacunar ya a los mayores con los medicamentos de AstraZeneca: “Si las vacunas son seguras, aunque la eficacia no se haya podido demostrar del todo en ese grupo poblacional, no vería mal vacunarles. Está muriendo mucha gente y, viendo lo visto, y ante la incertidumbre asociada a la distribución de vacunas que hemos visto estas semanas, esperar a que lleguen vacunas es jugársela”.
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