La agencia de salud pública europea insta a los hospitales a prepararse ante una previsible explosión de casos
El ECDC da por hecho que la variante ómicron es mucho más contagiosa que la delta y reduce la efectividad de las vacunas
El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha lanzado este miércoles un aviso muy serio sobre los riesgos que afrontan los países del continente ante la irrupción de la variante ómicron. El organismo considera que la transmisión comunitaria ya está en marcha y vaticina una explosión de casos durante las próximas semanas debido a la mayor transmisibilidad de la nueva forma del virus y a su capacidad d...
El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha lanzado este miércoles un aviso muy serio sobre los riesgos que afrontan los países del continente ante la irrupción de la variante ómicron. El organismo considera que la transmisión comunitaria ya está en marcha y vaticina una explosión de casos durante las próximas semanas debido a la mayor transmisibilidad de la nueva forma del virus y a su capacidad de escapar de las defensas desarrolladas gracias a las vacunas. Todo ello, añade, agravará la delicada situación epidemiológica que ya está causando la variante delta.
Ante este preocupante escenario, la agencia de salud europea considera “urgente” acelerar el ritmo de vacunación —la inmunización sigue siendo la mejor defensa para reducir los casos más graves—; mantener o recuperar medidas como el uso generalizado de las mascarillas y la limitación de las interacciones sociales; y preparar a los hospitales y equipamientos sanitarios ante el previsible incremento importante de la presión asistencial.
El ECDC considera “muy alto” el riesgo en todos los parámetros analizados: el de que la variante ómicron se extienda con fuerza, el de que cause un fuerte impacto en los sistemas sanitarios y el de que se incrementen los casos graves de covid y fallecimientos. “Incluso si la gravedad de los nuevos casos es igual o menor que la de los causados por la delta, la mayor transmisibilidad y el previsible crecimiento exponencial de casos desbordará cualquier beneficio que pueda aportar una menor virulencia. Por tanto, es previsible que la ómicron cause más hospitalizaciones y fallecimientos que los ya contemplados en las previsiones que solo han tenido en cuenta a la delta”, afirma el informe de riesgo publicado por el organismo.
La agencia europea de salud pública destaca que, aunque preliminares, los primeros informes apuntan a un importante incremento de la capacidad de transmisión de la nueva forma del virus y a una menor protección de la respuesta inmune lograda por la población gracias a las vacunas o a una infección natural ya pasada. Esto contribuirá a que la variante ómicron se haga mayoritaria en toda Europa, al menos, durante los dos primeros meses de 2022.
Pese al mayor escape vacunal de la variante ómicron, el ECDC considera que la evidencia disponible, aunque incipiente y no libre de cierta incertidumbre, muestra que las dosis de refuerzo “incrementarán la protección de los ciudadanos” tanto frente a ella como a la delta, por lo que recomienda acortar a tres meses la administración del tercer pinchazo respecto al segundo frente a los seis meses actuales. “Los datos disponibles muestran que es seguro y efectivo administrar la tercera dosis tan pronto como transcurridos tres meses” desde la segunda, sostiene el informe.
Los modelos matemáticos utilizados por el ECDC “muestran que es necesario reducir de forma importante e inmediata” las interacciones sociales para “evitar un gran incremento de casos y mantener en niveles manejables” la carga asistencial que soportarán los sistemas sanitarios y el balance de fallecimientos. Las medidas no farmacéuticas deben aplicarse “sin retraso” con el objetivo de “ralentizar la propagación de la variante ómicron y dar tiempo a los países para avanzar en los planes de vacunación”, porque de lo contrario los elevados niveles de transmisión “podrían desbordar rápidamente a los sistemas sanitarios”.
Estas medidas deben incluir, según el ECDC, “evitar grandes reuniones públicas o privadas”, “reducir los contactos sociales en centros de trabajo o lugares de encuentro social”, la extensión del “teletrabajo”, el incremento de las pruebas diagnósticas a la población” y el “rastreo de los contactos estrechos de los casos positivos”.
El informe llama también a preparar “de forma inmediata planes para incrementar la capacidad de los hospitales”, que “deberán reajustarse a los datos epidemiológicos que vayan conociéndose sobre la gravedad de los casos causados por la nueva variante”.
El ECDC considera que “hacer tests a todas las personas con síntomas, independientemente de su estado vacunal, así como el aislamiento de los casos positivos sigue siendo importante para ralentizar la circulación del virus”. “Las estrategias diagnósticas deben ser flexibles y rápidamente adaptables a la situación epidemiológica y los recursos disponibles”, prosigue el organismo, que insiste en que “la vigilancia mediante secuenciación genética sigue siendo de gran importancia para una detección rápida de la variante ómicron y el seguimiento de la situación”.
Tras conocer el informe del ECDC, la Comisión Europea ha alertado de que vienen “meses difíciles”. “Es probable que ómicron venga en una gran ola, generando una nueva presión sobre los sistemas sanitarios”, lo que hace necesario la adopción de medidas “fuertes”, ha afirmado en un comunicado la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides. “Los Estados miembros deben tomar las decisiones correctas basadas en la ciencia y con la salud pública como prioridad. Todos deben planificar de inmediato el aumento de la capacidad de atención de la salud, asegurarse de que se reintroduzcan y fortalezcan las medidas de salud pública y de que las vacunas aumenten rápidamente”, ha concluido la comisaria.