Aragón, Cantabria y Navarra endurecen las restricciones para el ocio nocturno de cara a Nochevieja
Madrid no autoriza macrofiestas; Galicia, el País Vasco y La Rioja estudian limitaciones
La multiplicación de los contagios provocada por la variante ómicron devuelve las restricciones más duras en la hostelería y el ocio nocturno a casi media España. La vida sin limitaciones de horario y aforo apenas ha durado un par de meses. Comunidades del norte como Aragón o Navarra, que ya superan los 2.000 casos por 100.000 habitantes, han anunciado este lunes que adelantarán el cierre de bares, restaurantes y discotecas más ...
La multiplicación de los contagios provocada por la variante ómicron devuelve las restricciones más duras en la hostelería y el ocio nocturno a casi media España. La vida sin limitaciones de horario y aforo apenas ha durado un par de meses. Comunidades del norte como Aragón o Navarra, que ya superan los 2.000 casos por 100.000 habitantes, han anunciado este lunes que adelantarán el cierre de bares, restaurantes y discotecas más allá de la Nochevieja. Galicia, País Vasco y La Rioja estudian medidas en la misma línea, mientras otros territorios se resisten a actuar. Andalucía apela a razones económicas para descartar más limitaciones y Madrid, que duplica la incidencia de la comunidad gallega, ha optado solo por frenar cinco macrofiestas de Fin de Año. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanza un mensaje de tranquilidad: “Veremos cifras de contagios muy altas, pero no de hospitalizaciones”.
Es en el norte de España, golpeado especialmente por esta sexta ola, donde primero ha estallado la inquietud por la explosión desenfrenada de casos. La incidencia se ha disparado por encima de los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en Navarra, Euskadi y La Rioja. Los gobiernos de estas comunidades junto a los de Asturias, Cantabria y Aragón han mantenido conversaciones en los últimos días para estudiar limitaciones a la hostelería que blinden en su conjunto estos territorios fronterizos y eviten la movilidad entre ellos durante las celebraciones. Finalmente, no han consensuado medidas concretas, pero en la cornisa cantábrica se extenderán las restricciones a la hostelería después de que Asturias cerrase el ocio nocturno ya la semana pasada y Cataluña recuperase el toque de queda.
Aragón y Navarra han decretado ya un adelanto del cierre de bares, restaurantes y discotecas hasta el 15 de enero. La Comunidad Foral, donde la hostelería y el ocio nocturno deberá bajar la persiana a la una de la madrugada, ha pedido aval judicial para aplicar un abanico de medidas que incluye prohibir el consumo en barra y fijar un máximo de diez personas en las mesas. Las alarmas han saltado en Aragón porque en los últimos diez días han detectado un cambio de perfil en el grueso de los infectados. La consejera aragonesa de Sanidad, Sira Repollés, ha explicado que los nuevos contagiados son sobre todo personas de entre 20 y 49 años, por lo que deduce que la transmisión del virus ha saltado del ámbito familiar al ocio. En esta comunidad los locales hosteleros cerrarán a medianoche y el ocio nocturno, a las dos.
Otros territorios siguen la misma senda. Cantabria cierra todo el ocio nocturno e impone restricciones de aforo en hostelería y negocios al detectar que todos sus municipios han escalado a los niveles más altos de alerta. La Rioja y Murcia tienen sobre la mesa un endurecimiento de restricciones que todavía no han concretado, pese a que en esta última comunidad toda la actividad no esencial echa el cierre ya a la una de la madrugada desde el día antes de Nochebuena.
Los gobiernos autonómicos del resto de territorios evitan de momento medidas duras y son los Ayuntamientos los que han decidido poner coto a las celebraciones. En la Comunidad Valenciana la única limitación a los locales de ocio y restauración de cara a Fin de Año es la exigencia a los clientes del pasaporte covid, con independencia de su aforo y el uso obligatorio de la mascarilla. El presidente, Ximo Puig, ha dejado en manos de los municipios la organización de actos bajo el “sentido común”.
Andalucía, que este lunes ha notificado 20.000 nuevos contagios, no piensa poner límites a las celebraciones antes de Reyes. No reunirá siquiera a su comité clínico hasta el próximo 4 de enero. El presidente, Juan Manuel Moreno, señala que se tomarán entonces medidas restrictivas si la incidencia sigue subiendo al ritmo actual. Pero ya ha avanzado que “no serán tan drásticas como en Cataluña” para que “afecten lo menos posible a la actividad económica”. Las consecuencias en la presión de los servicios sanitarios, aduce, “no es tan grave” como en otros territorios.
Mientras, la suspensión o limitación de celebraciones de Nochevieja y Reyes empieza a extenderse de manera dispar por ciudades y pueblos, incluso en las comunidades que se resisten a endurecer las restricciones. En Andalucía, no habrá campanadas ni en Málaga ni en Granada, donde también se restringirá la polémica fiesta de la Toma el 2 de enero. En Badajoz tampoco tomarán las uvas en una de sus principales plazas y en Cáceres no habrá Carrera de San Silvestre. En Valencia se han suspendido por segundo año consecutivo las campanadas de Fin de Año en la plaza del Ayuntamiento, al igual que en Palma de Mallorca. En la otra cara están localidades como Santiago de Compostela, que ha programado en la plaza del Obradoiro una fiesta con orquesta para 2.500 personas. Valladolid, con una incidencia de 2.500 casos por 100.000 habitantes, mantiene sus festejos. Y Madrid piensa recibir a lo grande 2022 en la plaza del Sol con un límite de 7.000 asistentes.
Con información de Pedro Gorospe, Amaia Otazu, Margot Molina, Isabel Valdés, Virginia Vadillo, Lucía Bohórquez, Cristina Vázquez y Juan Navarro.