Una maniobra del PP en el Senado retrasa la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’
Los populares apoyan una enmienda de Junts que no aporta nada al texto, porque su redacción ya está incluida en la norma, y obliga a devolver la ley al Congreso
Una inesperada maniobra parlamentaria ha impedido al Gobierno dejar lista definitivamente la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, más conocida como la ley del solo sí es sí. Todavía a última hora de la noche de este martes, esa aprobación definitiva queda en el aire. El Ejecutivo esperaba que el Senado se limitase en el Pleno de hoy a ratificar el texto llegado del Congreso, lo que facilitaría su entrada inmediata en vigor. Pero el PP ha unido sus votos a una enmienda intrascendente de Junts per Catal...
Una inesperada maniobra parlamentaria ha impedido al Gobierno dejar lista definitivamente la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, más conocida como la ley del solo sí es sí. Todavía a última hora de la noche de este martes, esa aprobación definitiva queda en el aire. El Ejecutivo esperaba que el Senado se limitase en el Pleno de hoy a ratificar el texto llegado del Congreso, lo que facilitaría su entrada inmediata en vigor. Pero el PP ha unido sus votos a una enmienda intrascendente de Junts per Cataluya, una enmienda cuyo texto ya es parte de la redacción de la norma. Así ha salido adelante y obliga a enviar de nuevo el proyecto a la Cámara baja para que dé su aprobación final.
Según explicaron desde el Ministerio de Igualdad, todavía quedaba una posibilidad de aprobarla sin que tuviera que volver al Congreso. Apuntaban a un error y estuvieron “esperando a ver cómo se resuelve”. Lo estuvieron toda aquella tarde y la mañana siguiente, la de este miércoles. Desde el Congreso, varias fuentes afirmaban que o el Gobierno pedía “un pleno extraordinario [ya no hay agendado ninguno hasta la vuelta del verano] o [quedará] para septiembre”. Que es lo que ha acabado sucediendo, porque ni ha sido posible deshacer lo que ocurrió en el Senado ni hasta ahora, este miércoles, el Ejecutivo ha solicitado ese pleno extraordinario.
Si la ley del solo sí es sí ya tuvo una gestación agitada, su trámite final en el Senado ha acabado en un embrollo. La intención de los partidos del Gobierno era tumbar todas las enmiendas en la Cámara alta para de ese modo aprobarla sin más esperas ni variaciones. La sorpresa ha llegado con la enmienda aprobada, cuya relevancia es nula, pero que obliga demorar el trámite final al Congreso, que no regresa a la actividad hasta después de las vacaciones.
El episodio resulta aún más rocambolesco porque la enmienda reproduce textualmente un párrafo del preámbulo aprobado en la Cámara baja con una simple variación de una letra. Es la enmienda número 93, de adición, es decir, que proponía añadir algo a la redacción; en este caso, al preámbulo.
Donde el proyecto habla de “con el fin de identificar y dar respuesta a las violencias sexuales más ocultas, como la mutilación genital femenina, la detección de casos de aborto y esterilizaciones forzosas”, la propuesta alternativa de Junts se refiere a “con el fin de identificar y dar respuesta a las violencias sexuales más ocultas, como la mutilación genital femenina, la detección de casos de aborto y esterilizaciones forzosos”. Un “forzosas” por un “forzosos” que sería, además, incorrecto gramaticalmente.
Sin embargo, la enmienda se admitió igualmente a trámite, se votó y salió adelante gracias al apoyo del PP, algo que ni siquiera los independentistas de Junts esperaban.
La primera sorprendida fue la ministra de Igualdad, Irene Montero, que había cerrado un largo debate de más de cuatro horas con un discurso en el que saludaba la aprobación de la ley. “Hoy cumplimos un mandato muy claro del movimiento feminista”, subrayó la ministra. “Ese ‘solo sí es sí’ es a partir de ahora un mandato para el Estado”. Montero, como la inmensa mayoría de los oradores, cargó contra los argumentos “reaccionarios” y “negacionistas” expuestos durante el debate por el senador de Vox José Manuel Marín, quien incluso ironizó sobre el contenido de la ley: “¿Es necesario dar un sí durante todo el acto? ¿A intervalos? ¿Vale un ‘sigue’ o un ‘más’?”.
Las palabras del representante de la extrema derecha concitaron las críticas de todos excepto del PP. Los populares también se opusieron, aunque con argumentos diferentes. Alegan que el texto es una “chapuza jurídica” que “vulnera la presunción de inocencia”. Javier Maroto, el portavoz de los populares en el Senado, publicó un tuit poco después de que acabase la votación: “La ministra Irene Montero ha venido hoy al #Senado para hacer su “gran intervención” final en el día de la aprobación definitiva de su ley del “Solo sí es sí”. Pues la ley no se ha aprobado. Se devuelve al Congreso. Enhorabuena, Irene…”.
Esa maniobra del PP es lo que ha frenado lo que para la izquierda y los nacionalistas es, en cambio, un “paso decisivo” para defender y proteger a las mujeres de la violencia sexual. Según las normativas del entorno, esta será una de las más vanguardistas, con un articulado más ampliado y que condensa más situaciones concretas y adaptadas al contexto actual en el que se da este tipo de violencia machista.