La retribución del permiso parental sigue estancada a dos semanas de que expire el plazo europeo
Sumar y el PSOE se comprometieron a retribuir al menos cuatro de las ocho semanas para cuidado de hijos de hasta ocho años, pero no se sabe cuándo ni cómo se hará
Sin noticias sobre la retribución del permiso parental. Así están las cosas a dos semanas y un día del 2 de agosto, fecha en que expira el plazo para transponer la última parte de la directiva europea de conciliación, que obliga a que este sea remunerado. En España, desde junio del año pasado, los padres y madres pueden disponer de ocho semanas hasta que sus hijos cumplan ocho años para cuidarles, que se pueden disfrutar seguidas o de manera discontinua. De momento, eso sí, sin percibir ni un euro. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha repetido numerosas veces en público que, s...
Sin noticias sobre la retribución del permiso parental. Así están las cosas a dos semanas y un día del 2 de agosto, fecha en que expira el plazo para transponer la última parte de la directiva europea de conciliación, que obliga a que este sea remunerado. En España, desde junio del año pasado, los padres y madres pueden disponer de ocho semanas hasta que sus hijos cumplan ocho años para cuidarles, que se pueden disfrutar seguidas o de manera discontinua. De momento, eso sí, sin percibir ni un euro. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha repetido numerosas veces en público que, si por él fuera, cuatro de esas ocho semanas ya estarían remuneradas, y fuentes de su departamento confirman que ya lo han pedido “formalmente” y “se ha tratado de sacar adelante esta retribución en el seno del Gobierno”. Es lo que figura en el acuerdo de coalición entre Sumar y el PSOE. Pero de momento ni se sabe cuándo se hará, ni tampoco cómo. A estas alturas, parece que España no cumplirá con Europa en tiempo y forma.
Tanto el Ministerio de Derechos Sociales como el de Trabajo, ambos en manos de Sumar, han recalcado que para ellos es fundamental cumplir con el acuerdo de gobierno y, por tanto, retribuir esas cuatro semanas. Fuentes del departamento de Bustinduy señalan que están trabajando para que ese compromiso se materialice lo antes posible. “Esto implica necesariamente la voluntad de nuestro socio de Gobierno”, prosiguen. Y exponen que habría varias formas: a través de un real decreto ley, “que sería la vía más rápida para hacerlo antes del 2 de agosto”, o también incluir la retribución de estos permisos en los próximos presupuestos o en la ley de familias, actualmente en tramitación parlamentaria.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, afirmó en una rueda de prensa a principios de julio que agosto es “una fecha significativa” porque se agota el plazo de transposición de la directiva “y esto puede hacer que nuestro país siga incurriendo en un incumplimiento de la normativa comunitaria”, pero se mostró “convencido” de que se va a corregir “cuanto antes”. “La negociación de presupuestos será un buen lugar para hacerlo”, añadió entonces. Algo que se materializará, en todo caso, después de agosto. Fuentes parlamentarias señalan que el permiso parental probablemente será uno de los nudos gordianos de la negociación entre los socialistas y Sumar. El Ministerio de Hacienda, que depende del PSOE, no se pronuncia. Preguntado por los permisos parentales, señala que en este momento no tiene nada que decir. Ninguno de los ministerios consultados por este diario responde si hay diferentes interpretaciones en el seno del Ejecutivo sobre la forma de transponer la directiva.
“Estamos muy preocupados por que, a fecha de 2024, todavía sea una materia pendiente. No entendemos que los borradores de la ley de familias no incluyeran la remuneración [de incluirse, tendrá que ser a través de enmiendas en el Congreso]”, apunta Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia, que agrupa a más de 70 organizaciones de defensa de los derechos de los niños. “Que esté en debate si la directiva se va a transponer como un permiso parental como tal para el cuidado hasta los ocho años o simplemente a través de la absorción de los permisos ya existentes nos debería avergonzar como país. España no puede aspirar al cumplimiento básico y mínimo de la normativa de la Unión Europea, sino que la cuarta economía de la Zona Euro debería aspirar a avanzar aún más y empezar a introducir este permiso parental, que es necesario porque las familias necesitan permisos más allá del nacimiento”, añade.
Conviene recapitular para tener claros los conceptos básicos. La Unión Europea aprobó en 2019 la directiva de conciliación, que establece unos mínimos que todos los Estados miembros deben cumplir. Entre otras novedades, incorpora lo siguiente: ambos progenitores deben contar con cuatro meses de permiso parental para cuidados de los hijos de hasta un máximo de ocho años, de los cuales al menos dos deben ser intransferibles y estar retribuidos; para los hombres que tengan un hijo, al menos 10 días de permiso por paternidad (para las mujeres que se conviertan en madres, una directiva anterior ya fijaba un mínimo de 14 semanas).
Permiso de lactancia
Dado que los Estados miembros han ido legislando cada uno a su manera y desarrollando sus propios sistemas, la UE precisa algo en su normativa: los países podrán tener en cuenta otros permisos ya en vigor, siempre que superen los estándares mínimos previstos. Es lo que se llama cláusula pasarela. Así, en el caso de los hombres, España cumpliría de sobra con la directiva europea: las 16 semanas con las que los padres cuentan cuando tienen un hijo están muy por encima de los dos meses de cuidado parental que exige la directiva y de los 10 días de permiso por paternidad. En el caso de las mujeres, la cosa cambia. Si deben existir ocho semanas retribuidas por permiso parental, sumadas a otras 14 por maternidad, dan un total de 22. Y España solo tiene 16 aseguradas por maternidad.
Aunque aquí entra el recién reformado permiso de lactancia, que se puede disfrutar hasta que el bebé cumple nueve meses y que, desde el pasado mayo, ya puede acumularse en jornadas completas aunque el convenio colectivo del sector en el que trabajen los progenitores no recoja esta posibilidad o estos no lo acuerden directamente con su empleador. Esto supone, para quien trabaje a jornada completa y en caso de un solo hijo, unos 14 días. En el real decreto en el que se introdujo esta modificación, se afirma que con el cambio “se avanza en la mejora y se incrementa el nivel de reconocimiento y protección de los permisos de conciliación, cumpliéndose por tanto la exigencia de un permiso parental retribuido”, tal y como se establece en la directiva de conciliación.
Esta frase desató las alarmas. Fuentes del Ministerio de Trabajo aseguran, sin embargo, que no implica que se dé por satisfecho el compromiso con la UE: el permiso de lactancia supone un avance, dado que suma entre dos y tres semanas, pero aún no supone que la directiva esté transpuesta. Faltarían entre tres y cuatro semanas. En Trabajo añaden, además, que la intención es ampliar también el permiso por maternidad y paternidad, de las 16 semanas hasta las 20, tal y como también figura en el acuerdo de coalición. Se iría, “por tanto, más allá de la directiva europea”, según estas fuentes. Aunque de momento no hay nada atado.
Dado el retraso en la transposición de la directiva, España se enfrenta a una posible sanción. Ya hay un procedimiento iniciado en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En 2023, la Comisión inició el procedimiento, una vez que expiró el plazo para transponer el grueso de la normativa. El tribunal deberá decidir si el retraso está justificado (en este tiempo ha habido elecciones generales, y se suele tener en cuenta si el Gobierno está adoptando alguna medida o no) y puede otorgar incluso una prórroga o imponer una multa.
María José López Álvarez, profesora de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la Universidad de Comillas de Madrid, recalca que es vital que España cuente con un permiso parental, más allá del que existe por nacimiento. “Hasta ahora, lo que tenemos es una excedencia por cuidado de hijo, que se puede coger hasta los tres años”, explica. Pero no está retribuida, así que penaliza, por un lado, a las clases desfavorecidas y, por otro, a las mujeres, que suelen cogerla más que los hombres. “Resulta difícil hacer comparaciones entre países europeos, porque tienen sistemas muy diferentes. Por ejemplo, en algunos cuentan con permisos más largos, pero peor retribuidos. Pero en general, en España estamos en la media en permisos de maternidad, estamos por encima en permisos de paternidad y por debajo de la media en permisos parentales”. Los países nórdicos son los más avanzados en estos últimos, sostiene. “En Suecia disponen de 480 días, está retribuido todo el permiso, aunque en menor cantidad al final, y hay una parte que se puede traspasar a los abuelos o a personas cercanas”, añade. Esa es otra. La directiva europea en ningún momento especifica que el permiso parental deba ser retribuido al 100%, y en el acuerdo entre el PSOE y Sumar tampoco se especifica. Habrá que ver el detalle.