El póker ‘online’ estalla con la pandemia y los profesionales aprovechan para desplumar a los novatos
El confinamiento redujo los torneos presenciales y llevó a mucha más gente a participar en partidas en plataformas de Internet
“Me ha ido notablemente mejor este año”, dice Edgard Cabacas, jugador profesional de póker. La pandemia y el confinamiento han cambiado la rutina anual de este juego, y este cambio se observa, sobre todo, en dos aspectos: se han suspendido los torneos presenciales y las plataformas online han experimentado un crecimiento inaudito.
Las apuestas deportivas, lógicamente, cayeron con la suspensión de las competiciones. El póker online, en cambio, vivió un crecimiento espectacular. “La aplicación de medidas de confinamiento ha sido muy favorable para el póker online”, di...
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“Me ha ido notablemente mejor este año”, dice Edgard Cabacas, jugador profesional de póker. La pandemia y el confinamiento han cambiado la rutina anual de este juego, y este cambio se observa, sobre todo, en dos aspectos: se han suspendido los torneos presenciales y las plataformas online han experimentado un crecimiento inaudito.
Las apuestas deportivas, lógicamente, cayeron con la suspensión de las competiciones. El póker online, en cambio, vivió un crecimiento espectacular. “La aplicación de medidas de confinamiento ha sido muy favorable para el póker online”, dice la Autoridad Nacional de Juegos de Francia en su informe sobre el segundo trimestre de 2020. “El producto bruto del juego ha crecido un 126% en el segundo trimestre de 2020 respecto al mismo trimestre en 2019″, explica el documento. “Este crecimiento procede tanto del aumento de los jugadores activos (un 68% más) como de la intensificación del juego, con un 34% más de gasto por jugador”. En estas cifras espectaculares se han producido picos aún superiores: durante la semana del 13 al 19 de abril, por ejemplo, el incremento fue del 222%. Estos datos implican que de media hubiera unos 500.000 jugadores activos semanales en las plataformas francesas.
Francia y España comparten legislación. Esta circunstancia hace posible que los jugadores españoles y franceses puedan jugar en plataformas .es y .fr de forma indistinta, pero no así en las globales .com. Los datos franceses son, por tanto, trasladables a España. La Dirección General de Ordenación del Juego española aún no ha publicado su informe del segundo trimestre.
“Jugué más porque tenía más horas libres debido a que la actividad de mi empresa paró”, explica Cabacas. “Vi que las mesas estaban muy bien y mis ganancias se dispararon bastante. No es tanto que fuera más fácil como que había más volumen de juego. En lugar de, por ejemplo, 200 jugadores, solía haber 400. Y los profesionales eran los mismos. En el momento que hay 400 jugadores y 50 profesionales, el nivel baja. Eso es bueno para el profesional”, añade.
Este fenómeno que se produjo en el segundo trimestre se concentró especialmente en la Europa confinada. Una de las curiosidades del póker es que los jugadores que viven en lugares con una legislación restrictiva no pueden jugar en cualquier plataforma del mundo, solo las autorizadas en su país. En Estados Unidos, los jugadores deben viajar para jugar en torneos presenciales, pero también de forma online. Igual pasa en España, donde la ley no permite jugar en plataformas globales. Los jugadores españoles que quieren participar en un torneo online global, deben ir a Andorra o a otros países con legislación menos restrictiva, como el Reino Unido.
“En el punto álgido del confinamiento, teníamos más de 50.000 jugadores activos, es decir, más del doble del tráfico habitual”, explica Alex Hernando, responsable de Póker Winamax España. “Era un incremento incluso por encima de lo que podíamos esperar, pues los datos del mercado global indican un incremento medio del tráfico de 1,5 veces respecto a los datos normales”, explica. Aunque esa cifra ha bajado después del confinamiento, algunos se han quedado. “Hoy tenemos entre un 10% y un 15% más de jugadores activos, los que juegan con dinero real, al mes si comparamos con los datos previos a la pandemia”, añade Hernando.
Cabacas no fue el único jugador que percibió este cambio. “Noté que podía ganar a más amateurs”, dice Martí Roca, también jugador profesional. “En mis partidas trabajo con un 7% de ventaja, quizá en la pandemia subió hasta un 12% o 13%, el doble aproximadamente. No jugué muchísimo, pero conozco a gente que sí lo hizo y aprovechó el momento. Un soltero se habría machacado ahí. Yo no pude porque tengo familia. Pero si lo miro de forma racional hubiera sido el momento de apretar y jugar todo el día. No volverás a ver un campo así”.
El póker no es el tenis, donde un jugador profesional ganará casi siempre a uno amateur. En el póker la incertidumbre cuenta y lo único que aumenta son las probabilidades de ganar si el rival es más débil. “En un corto plazo un amateur puede ganarme. Se basa en probabilidades, eso en el tenis no podría pasar nunca. Obviamente las probabilidades de que yo gane son más altas que al revés”, dice Cabacas.
Nada en Las Vegas
Las partidas online basadas en dinero no fueron el único cambio sustancial. Los jugadores profesionales de torneos de póker suelen pasar unos meses al año fuera de casa. Este año toda esa actividad se ha movido a Internet, lo que ha afectado a sus estrategias. Adrián Mateos, el jugador español más laureado de la historia, de 26 años, juega sobre todo torneos. Su cambio de rutina ha sido significativo. “Cada año nos tiramos dos meses en verano compitiendo en Las Vegas en las World Series. Este año, al ser online, he escogido los torneos importantes y he estado solo un mes”, dice.
Mateos, que vive en Londres, podía jugar en cualquier plataforma del mundo. Pero a su nivel existe una diferencia sustancial entre ver las caras del rival y no hacerlo. “El juego online y en vivo requiere habilidades distintas. En vivo no debes tener gestos verbales o debes ser bueno detectándolos, y online, esos factores desaparecen y es un juego más matemático porque no tienes información exterior”.
El póker online tiene tanto éxito porque incluso las presuntas trampas son poco relevantes. “En póker online hay gente que usa softwares de apoyo. Es difícil de controlar pero en teoría se hace. Y a niveles muy altos ni siquiera el software te vale para ganar. Es un juego tan complejo con tantas opciones que incluso para un programa es difícil. Es un juego de información incompleta”, dice Mateos.
Mateos no es el único profesional de torneos que ha tenido que reciclarse. “Este año me ha tocado adaptarme”, dice Sergio Aído, también profesional. “Cerraron los casinos en Macao y me he tenido que pasar al online, que llevaba años sin jugar. Durante el confinamiento ha habido un boom del póker online, ya que era la alternativa al juego físico. Esto atrajo tanto a aficionados como a un gran puñado de profesionales, como en mi caso”, añade.
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