iPad Air, a prueba: rendimiento y flexibilidad para intentar cautivar a estudiantes y empresarios
La nueva tableta de Apple estrena el nuevo procesador A14 Bionic y mueve el sensor de desbloqueo a un lateral
Durante la primera mitad de 2020 crecieron notablemente las ventas de PCs y tabletas en el mundo debido a la pandemia de coronavirus, según la consultora IDC. El teletrabajo y la educación a distancia provocaron un aumento de la demanda. Pero, según vaticina IDC, la venta de estos dispositivos volverá a bajar en 2021 debido en parte a la incertidumbre económica. Apple es el fabricante líder en el mercado de las tabletas, según la misma consultora. Su últim...
Durante la primera mitad de 2020 crecieron notablemente las ventas de PCs y tabletas en el mundo debido a la pandemia de coronavirus, según la consultora IDC. El teletrabajo y la educación a distancia provocaron un aumento de la demanda. Pero, según vaticina IDC, la venta de estos dispositivos volverá a bajar en 2021 debido en parte a la incertidumbre económica. Apple es el fabricante líder en el mercado de las tabletas, según la misma consultora. Su última baza es el iPad Air 2020, un dispositivo potente y flexible con el que la compañía de Cupertino pretende posicionarse tanto en el ámbito de la educación como en el de las empresas.
EL PAÍS ha probado durante unas semanas el dispositivo, que está disponible desde 649 euros. El último iPad Air de Apple tiene un diseño que en parte difiere del de sus antecesores y recuerda al de los nuevos iPhone 12. Ambos dispositivos comparten los laterales totalmente planos y las esquinas redondeadas. El nuevo iPad Air estrena colores. Además de los tradicionales plata, gris espacial y oro, también está disponible en verde y azul cielo.
La tableta mide 24,7 centímetros de alto, 17,8 de ancho y 6,1 milímetros de grosor. En general, el agarre es cómodo y la tableta, que pesa 458 gramos, es bastante ligera. Para reducir los marcos y agrandar la pantalla, que tiene 10,9 pulgadas, el sensor Touch ID abandona el frontal y pasa a situarse en el botón superior de encendido y bloqueo. Aunque en ocasiones se echa en falta el desbloqueo mediante reconocimiento facial, el Touch ID funciona muy bien y permite desbloquear el iPad Air de forma rápida y sencilla. El usuario puede configurar varios dedos para acceder al dispositivo.
Resulta cómodo coger la tableta con una mano y manejarla con la otra. Aunque la pantalla se ensucia bastante: las huellas dactilares quedan notablemente marcadas. En general, la experiencia al usar el iPad Air ha sido positiva. La tecnología True Tone adapta la pantalla a las condiciones ambientales. Además, el panel se ve bien y la respuesta táctil es muy rápida. No obstante, al igual que ocurre con los nuevos iPhone, se echa en falta una mayor tasa de refresco. La del iPad Air no alcanza los 120Hz. La tasa de refresco es la cantidad de veces que la pantalla actualiza la imagen que muestra por segundo. Cuanto mayor sea, las animaciones se perciben de forma más realista y los desplazamientos entre diferentes pantallas o aplicaciones son más fluidos.
Además, el rendimiento es el esperado de un producto premium. El iPad Air estrena el último procesador de Apple: el A14 Bionic. Se trata de un procesador de cinco nanómetros que también se encuentra en el interior de los iPhone 12. En las pruebas realizadas por este periódico, el dispositivo está a la altura en cuanto a velocidad y fluidez a la hora de realizar todo tipo de acciones: desde editar vídeos en 4K a usar videojuegos, crear obras de arte o utilizar varias apps a la vez. Pese a que el iPad Air todavía no puede competir con un ordenador, probablemente se convierta en una buena herramienta de trabajo para algunos usuarios.
La tableta cuenta con una cámara delantera de siete megapíxeles y la misma cámara trasera de 12 megapíxeles del iPad Pro, que está pensada para hacer fotos en alta resolución y grabar vídeos en 4K. Pese a que son sensores adecuadoss para por ejemplo hacer videollamadas, los resultados no son comparables con los obtenidos con la mayoría de smartphones de alta gama. Al utilizar la trasera, se echa en falta sobre todo un mayor nivel de detalle en las fotografías.
Apple no suele revelar en sus eventos la memoria RAM de sus móviles o tabletas. La prensa especializada apunta a que la del iPad Air es de 4GB. En cuanto al almacenamiento, hay dos versiones: una de 64GB que parte de los 649 euros y otra de 256GB, disponible desde 819 euros. Dependiendo del uso que se quiera hacer del dispositivo, el almacenamiento de la primera versión puede no ser suficiente para determinados usuarios. Por ejemplo, si se suelen descargar varias apps en el dispositivo y almacenar contenido en el mismo, probablemente sea mejor optar directamente por la segunda opción. Además, si solo se busca una tableta básica, hay opciones bastante más económicas en el mercado.
La compañía de Cupertino tampoco suele hacer pública la capacidad de la batería. La autonomía va a depender mucho del uso que se haga de la tableta. Si simplemente se desea visualizar contenido audiovisual durante algo varias horas al día, la batería aguantará sin problema. Pero si se desea utilizar la tableta como herramienta de trabajo con diferentes accesorios, la batería puede no alcanzar una jornada completa.
Un lápiz para dibujar y un teclado con ‘trackpad’
El iPad Air es compatible con el Apple Pencil. Se trata de un lápiz que cuesta 135 euros y está pensado para dibujar, colorear o tomar notas. Funciona con bastante precisión y la latencia —el tiempo de respuesta— es bastante baja. Resulta especialmente cómodo para tomar notas a mano, algo que podría ser útil para los estudiantes y sus apuntes. Pero si no se suele escribir a mano o dibujar, probablemente no aporte una gran diferencia para el usuario. El lápiz cuenta con un borde plano que se acopla magnéticamente al iPad Air para cargarlo y enlazarlo.
Otro de los dispositivos compatibles con la tableta es el Magic Keyboard, un teclado de 339 euros que se adhiere de forma magnética a la parte trasera del iPad Air. Al hacerlo, da la sensación de dejar de usar una tablet y empezar a utilizar un pequeño ordenador con su teclado y trackpad —el panel táctil que permite controlar una especie de ratón que aparece en la pantalla—. La experiencia con este teclado, que es bastante robusto y pesado, es muy positiva. La pantalla se puede ajustar ligeramente en diferentes ángulos y tanto las teclas como el trackpad funcionan de forma correcta.
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