Nia, ganadora de la final de ‘OT 2020’, la edición más accidentada del programa
La canaria se impone en una entrega de ‘Operación Triunfo’ que se tuvo que suspender por el estado de alarma y que ha dado lugar a diversas polémicas
Nia Correia, canaria de 26 años, se ha coronado como ganadora de Operación Triunfo 2020. La cantante fue la vencedora en la final celebrada este miércoles y en la que compitió frente a los otros cuatro finalistas: Eva, Flavio, Hugo y Anajú. A las pocas semanas de concurso, Nia ya se situó como una de las favoritas para alzarse con la victoria por sus habilidades vocales y su control del e...
Nia Correia, canaria de 26 años, se ha coronado como ganadora de Operación Triunfo 2020. La cantante fue la vencedora en la final celebrada este miércoles y en la que compitió frente a los otros cuatro finalistas: Eva, Flavio, Hugo y Anajú. A las pocas semanas de concurso, Nia ya se situó como una de las favoritas para alzarse con la victoria por sus habilidades vocales y su control del escenario. Aunque estudió el Ciclo Superior de Actividades Físicas y Deportivas, su pasión es la música, tanto que durante tres años fue parte del elenco del musical El rey león. También ha pertenecido al Coro Oficial de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. En segunda posición quedó Flavio y en tercera, Eva. Anajú y Hugo terminaron en cuarto y quinto puesto, respectivamente en la que ha sido la edición más accidentada del programa.
El reality parece haber dejado atrás el éxito televisivo y cultural de Operación Triunfo 2017, lo que podría condenarlo al cajón de la nostalgia. Tras seis meses de concurso, que sufrió un parón desde mediados de marzo hasta comienzos de mayo por culpa de la pandemia —aunque no en redes, donde los triunfitos siguieron subiendo actuaciones virtuales bajo la dirección de la academia—, OT 2020 parece que solo dejará para el recuerdo polémicas sin apenas un palo por tocar: tauromaquia, machismo, homofobia o bullying.
Tanta polémica deja una edición no muy brillante y quizás por ello una de las menos seguidas en televisión: solo han logrado ser líderes de la noche una vez, y el mejor dato de audiencia de esta temporada (13%) no llega siquiera a alcanzar al peor de la temporada pasada (14,1%).
Elección de concursantes
La primera polémica llegó tras solo una semana de concurso cuando los seguidores del programa empezaron a pedir la expulsión de Eli por cómo trataba a su compañera, Ariadna, a la que mandó callar en varias ocasiones en la emisión 24 horas y a la que llegó a llamar “guarra”, una escena que parecía sacada de Gran Hermano. Esta actitud se tildó de bullying, y a ella se sumaron bromas pesadas a otros compañeros y comentarios poco afortunados. Todo ello llevó a que la directora de la academia, Noemí Galera, tuviese que darle un toque de atención en una tutoría individual. El resultado fue expulsión más contundente de la historia del programa: Eli solo obtuvo un 8% de los votos de la audiencia (frente al 92% que votó por su otro compañero).
A la semana siguiente, la polémica volvía a saltar en las redes tras una serie de comentarios que otro triunfito, Jesús, hizo a varios compañeros mientras se maquillaban para hacer una actuación en drag: “Se os está viendo el plumero, eh. Pluma, pluma gay”, dejaba caer el gaditano para después rematar con un: “el único macho que hay aquí soy yo”. Horas después, la organización del reality respondía a esta nueva crisis programando una charla sobre Diversidad Afectivo Sexual con el activista Paco Tomás.
Estas perlas fueron las únicas del concursante: durante su estancia en la academia dejó varios momentos de “machismo”, según los seguidores de OT, como decir “cómo voy a hacer yo twerking si soy un tío” o cuando respondió a una compañera: “si él no sabe planchar, tú no sabes aparcar”. De nuevo, Noemí Galera encerró al concursante en un cuarto para darle un toque de atención. Poco tenía que ver el nuevo tono con las reivindicaciones de igualdad y libertad sexual que las dos ediciones anteriores del talent habían llevado a la televisión pública.
Los invitados
En la sexta gala, Nia tuvo como premio cantar junto a Estrella Morente. Un regalo que se convirtió en mal trago cuando justo antes de empezar a cantar Volver, la artista granadina decidió recitar improvisadamente unos versos de José Bergamín a favor de los toros: “Ni el torero mata al toro, ni el toro mata al torero, los dos se juegan su vida a un mismo azaroso juego”, entonó ante la mirada atónita de su compañera. No estaba pactado, y las redes se incendiaron con la actitud de Morente. Estas palabras muy probablemente respondían a los comentarios de otra triunfita, Maialen, que esa misma semana, hablando con sus compañeros, había criticado la tauromaquia: “Hostias, es que es muy nazi. Ostrás, hay que ser muy psicópata, mucho”.
La siguiente semana el reality tuvo que apagar un nuevo fuego. Con el 8-M a la vuelta de la esquina, OT preparó su semana feminista, y entre otras cosas, varias mujeres se acercaron a la academia a dar charlas. Una de ellas fue de la mano de la escritora Anna Pacheco, que durante su rato con los triunfitos criticó el “feminismo liberal” de Ana Botín o Ciudadanos. La respuesta por parte de políticos vinculados a Ciudadanos no se hizo esperar: “Como ciudadano no quiero pagar una televisión pública si se convierte en un aparato sectario al servicio de una ideología”, escribió en Twitter Albert Rivera. Con él, también protestaron integrantes del Partido Popular y Vox.