Mikel López Iturriaga aterriza en TVE: “Hacer gansadas delante de una cámara sirve de terapia”
El director de El Comidista, web de gastronomía de EL PAÍS, estrena ‘Banana split’ en La 2, programa donde entrevista a músicos en cocinas de toda España
Pesa entre 79 y 80 kilos para una altura de 1,85. Es de los afortunados. No ha engordado ni un solo gramo durante el confinamiento pese a dirigir El Comidista, la web de gastronomía de EL PAÍS. Y pese a que su plato estrella es el “cuchareo”: los garbanzos, las lentejas, las patatas con chorizo, las patatas a la riojana… Eso sí, no come carne en casa. “He cocinado cosas más o menos saludables. ...
Pesa entre 79 y 80 kilos para una altura de 1,85. Es de los afortunados. No ha engordado ni un solo gramo durante el confinamiento pese a dirigir El Comidista, la web de gastronomía de EL PAÍS. Y pese a que su plato estrella es el “cuchareo”: los garbanzos, las lentejas, las patatas con chorizo, las patatas a la riojana… Eso sí, no come carne en casa. “He cocinado cosas más o menos saludables. No me he entregado al bizcochismo como tantos otros. Creo que cuanto más cocinas en casa, más probabilidades tienes de no engordar”.
Mikel López Iturriaga (Bilbao, 1967) se presenta así ante sus más de 300.000 seguidores en Twitter: “Periodista y jefecillo del Comidista. También como Banana split en La 2 de TVE. Más marica que cocinero”. Lo último es la respuesta a un tuitero que le acuso de ser eso, más homosexual que experto en gastronomía: él se apropió de la descripción, en lo que es un buen ejemplo de su sentido del humor. Pero la novedad en su currículum es lo otro. Este jueves a las 23.00 se estrena como presentador del programa Banana split, un formato que mezcla la cocina y la música. “La 2 quería hacer un programa de música y yo quería hacer un programa de gastronomía: nos quedamos en la mitad. Yo no veía claro el salirme tanto de mi ámbito, aunque había sido periodista musical allá por la Alta Edad Media. Queremos juntar los dos mundos para sacarlos de su escenario habitual y que muestren un lado distinto del que habitualmente proyectan”.
La primera en comparecer será la cantante Amaia Romero. “En cada programa haré una playlist con un tema. El primero se centrará en el fast food, pero también aplicado a la música. La tesis es que no toda la comida rápida ni toda la música de consumo rápido son malas. Hay éxitos de pop que aguantan y con calidad”. El periodista acudirá a un estudio de grabación para encarar un reto tan complejo como crear el plato definitivo del fast food musical: su propia canción del verano.
Pero, ¿por qué ese nombre? “Se me ocurrió el título porque hay una canción de la cantante francesa Lio que se llama Banana Split, de los años ochenta, es una de mis canciones favoritas que habla de comida y a la vez es el postre pop por excelencia. Encaja bastante bien con la idea de lo que queríamos hacer”. ¿Y dónde ha comido él el mejor banana split? “¡Qué pregunta!”. Piensa. “Me comí uno bastante bueno en Caravelle, en Barcelona”.
Iturriaga llevó la sección musical de Tentaciones, el suplemento joven de EL PAÍS, durante siete de sus años de esplendor en los noventa. Fue de los primeros en dar el salto al periodismo en Internet, en Loquesea.com, Ya.com y ADN.es. Tiene su propio cajón de anécdotas: “En el mundo de la música, me encantó entrevistar a George Michael justo después de que saliera del armario y de que le detuvieran por ligar en unos retretes de Los Ángeles. Estuvo simpático, abierto y divertido, muy dispuesto a reírse de sí mismo y de todo lo que le había pasado. Fue toda una lección de vida”. ¿Y en Banana split? “De las entrevistas que he hecho en el programa, y para que ningún músico español se me enfade, te diré que la de Rufus Wainwright comiendo churros con chocolate fue una maravilla: es listo, gracioso y entró completamente en el juego desde el primer momento”.
No es la primera vez que Iturriaga se pone delante de la cámara. Tuvo un programa que duró un verano en La Sexta TV y ha hecho otras incursiones, pese a esa timidez que rezuma por todos los poros. “Talento natural para estar delante de una cámara tengo cero y todo el que he podido desarrollar es con la práctica y perdiendo la vergüenza. Hacer gansadas delante de una cámara sirve de terapia para no tomarte a ti mismo demasiado en serio. Pero no es lo mismo hacer vídeos en YouTube que un programa de televisión”.
Tras ADN.es llegó una versión primigenia de lo que sería El Comidista, hoy una presencia fija en la web de EL PAÍS . “Empezamos en julio de 2010 y hemos ido evolucionando y encontrando otros formatos. La misma actualidad te va dando temas, productos y restaurantes que se ponen de moda, cuestiones de política alimentaria. La comida abarca muchas cosas y El Comidista no solo es una web de comida o de nutrición”. El confinamiento llevó a que sus audiencias se dispararan. “Una de las poquísimas cosas buenas que ha tenido el confinamiento es que hemos cocinado más (igual se nos ha ido un poco la mano con los dulces). Pero en general ha logrado que gente que no se había acercado mucho a las cazuelas y a las sartenes le haya perdido un poco el miedo y eso lo veo en el interés que genera El Comidista. Hay gente que cocinó mucho en el confinamiento y que sigue interesada”.
Y mientras él habla, en una terraza del centro de Barcelona, una de las pocas abiertas un lunes festivo, la Generalitat anuncia nuevas restricciones con la mirada puesta en la hostelería. “Está atravesando muchas dificultades, aunque también es verdad que en verano hay restaurantes en España, sobre todo en el norte, que han alcanzado cifras que no habían visto en su vida. Es una situación de mucha incertidumbre, restricción de aforos y de horarios que están llegando. Creo que va a haber por desgracia una criba importante. ¿Qué modelo puede ser el que aguante? Seguramente el restaurante más flexible para adaptarse a todos los imprevistos que vayan saliendo”.