Polémica en Países Bajos por un programa con adultos desnudos ante niños
Varios partidos políticos protestan contra el estreno de ‘Desnudos’, previsto para el 21 de marzo
Desnudos. Así se mostrarán varios adultos en los Países Bajos ante un grupo de escolares de Primaria, de entre 9 y 12 años, que les harán preguntas sobre el funcionamiento del cuerpo humano, en un programa de la televisión pública. Firmado por NTR, su emisora especializada en temas educativos y culturales, está compuesto por ocho capítulos de 15 minutos cada uno, y el estreno está previsto para el 21 de marzo, pero ya se han presentado 100.000 firmas en su contra. Tampoco le ha gustado al partido de inspiración calvinista —c...
Desnudos. Así se mostrarán varios adultos en los Países Bajos ante un grupo de escolares de Primaria, de entre 9 y 12 años, que les harán preguntas sobre el funcionamiento del cuerpo humano, en un programa de la televisión pública. Firmado por NTR, su emisora especializada en temas educativos y culturales, está compuesto por ocho capítulos de 15 minutos cada uno, y el estreno está previsto para el 21 de marzo, pero ya se han presentado 100.000 firmas en su contra. Tampoco le ha gustado al partido de inspiración calvinista —con tres escaños en un Parlamento de 150—, partidario de que el Gobierno impida su difusión. Los responsables de Desnudos, por el contrario, esperan que resulte educativo y los niños vean que los cuerpos reales no son siempre como los que aparecen en los anuncios, que contribuya a mejorar la imagen que tienen de sí mismos. Los adultos desvestidos no son modelos, y tampoco habrá preguntas sobre la sexualidad. La emisión está basada en otra similar producida en Dinamarca que ganó en 2019 el premio al mejor programa infantil en el Festival Nacional de la Televisión.
En los Países Bajos, Thierry Baudet, líder de Foro para la Democracia —con dos escaños parlamentarios— se ha sumado a las críticas de su colega calvinista diciendo que Desnudos “hace poco menos que promoción de la pederastia”. El formato del programa es simple: cinco adultos envueltos en un albornoz se plantan frente a los menores, y una vez sin ropa, contestan a sus preguntas. “¿Te sientes inseguro sobre alguna parte de tu cuerpo?”; “¿te afeitas o te depilas con cera?”; “¿querrías cambiar de sexo por un día, y por qué sí o no?”. Estas son algunas de las cuestiones de los niños, que están sentados en unas gradas como si fuera un pequeño teatro. Cada capítulo se dedica a un tema distinto, por ejemplo, el pecho, las nalgas, el pene o el vello púbico, hasta cubrir todo el cuerpo.
Antes de que los mayores se desvistan, el presentador, Edson da Graça, pregunta a los críos si les incomoda ver unos cuerpos desnudos, y durante el primer capítulo se nota que algunos se muestran recelosos. Al cabo de unos minutos, sin embargo, la curiosidad puede más que la vergüenza. Otros escolares, que no han participado en el programa, pero sí han visto la primera entrega en clase, explican la experiencia de varias maneras. “Al principio era un poco raro, pero después te acostumbras”, dice un niño, Marijn. “Mirar esto con toda la clase es extraño, porque vemos otro tipo de cosas normalmente”, añade Timme, un compañero. “Me hace sentir incómoda, porque no se suelen ver estas cosas en la televisión”, apunta Evie, una niña.
Da Graça explica que puede ser muy útil en la primera adolescencia saber qué cambios se operarán en el cuerpo. “Verán que cada cuerpo es distinto y todos están bien. Que no hay que ser perfecto o todos iguales”, dice. La sesión de preguntas termina con un aplauso de los niños hacia los mayores. Según el centro Rutgers, especializado en investigar la sexualidad y que ha asesorado a la emisora, en muchas familias la desnudez es un tabú, y en las escuelas ya no suele haber duchas. “De modo que los niños no ven que hay muchos tipos de cuerpo”.
“Hacer algo así es de locos. Son niños, hay que protegerlos”, ha dicho Tuhanan Kuzu, un parlamentario holandés de origen turco, que dejó el partido socialdemócrata para fundar el suyo: Denk (piensa, en neerlandés), que suma tres diputados. De todos modos, el político que más se ha involucrado en intentar prohibir la emisión es el calvinista Kees van der Staaij, que ha recogido ante la prensa las 100.000 firmas reunidas por un youtuber y ha dicho que “estar desnudo no es normal y no debe serlo”. Daniël van Deutekom es el youtuber en cuestión y dice que “un adulto distingue entre desnudez y sexualidad, pero para un menor no es tan fácil”. Los portavoces de NTR aseguran que han tenido mucho cuidado y han hablado con los niños para explicarles lo que iban a ver. También les han preguntado qué sentían y lo han tenido en cuenta, y los padres habían dado su consentimiento cuando el niño expresaba su interés por participar. Calificado para todos los públicos, porque no se ven ni oyen actos sexuales, la emisora admite que esperaban que hubiera cierta polémica, pero dependerá de los padres si sus hijos lo ven o no. De momento, el estreno del 21 de marzo sigue adelante.
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