‘Solos’, ciencia ficción con pretensiones
La nueva serie de Amazon Prime Video infiere que el ser humano es equivalente al ‘homo faber’, abocado indefectiblemente a depender de la tecnología que él mismo construyó
Hay datos abrumadores: en 2019, por ejemplo, se produjeron más de 10.000 series de televisión de las que cerca de la mitad eran de ficción, según un estudio de la consultora Glance. Dicho de otra manera: hay una demanda insaciable y eso explica el que se produzcan series tan extrañas como Solos (Amazon Prime Video). Siete capítulos de menos de 30 minutos cada uno de ellos que, en realidad, son casi siete monólogos. Actrices y actores de renombre, desde ...
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Hay datos abrumadores: en 2019, por ejemplo, se produjeron más de 10.000 series de televisión de las que cerca de la mitad eran de ficción, según un estudio de la consultora Glance. Dicho de otra manera: hay una demanda insaciable y eso explica el que se produzcan series tan extrañas como Solos (Amazon Prime Video). Siete capítulos de menos de 30 minutos cada uno de ellos que, en realidad, son casi siete monólogos. Actrices y actores de renombre, desde Helen Mirren y Anne Hathaway a Morgan Freeman, entre otros, situados en un contexto de ciencia ficción y con lo que, imaginamos, es el anhelo de todo actor: personaje único con largas parrafadas y un variado registro de actitudes. Una pera en dulce para demostrar el talento de cada cual.
Insiste la promoción de la serie en que el verdadero eje central es la condición humana y cuál es el verdadero significado de ser humano. Probablemente un empeño excesivo para quienes, teóricamente, buscan audiencia y fidelidad. Y no deja de ser llamativo que para descubrir el verdadero significado de ser humano se alardee de todo un muestrario tecnológico que permite hogares inteligentes, viajes en el tiempo, en el espacio, trasplantes de memoria, manipulación o borrado de recuerdos y mucha inteligencia artificial. Al parecer, ser humano es equivalente a homo faber, abocado indefectiblemente a depender de la tecnología que él mismo construyó.
Ciencia ficción con pretensiones intelectuales y en la que se prescinde radicalmente de un componente esencial de las tramas audiovisuales: la acción, sin por ello desechar la posibilidad de que, con el paso del tiempo, la serie se convierta en una producción “de culto”, es decir, un fracaso apreciado por una minoría. Lejos, muy lejos, queda el inolvidable Viaje a la Luna, de Méliès.
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