Elena Rivera: “Me pones Julio Iglesias o Rocío Jurado en un karaoke y me vengo arriba”
La actriz ha tenido su primer verano de vacaciones tras dejar ‘Cuéntame’ y aprovecha para disfrutar de una de sus pasiones, la gastronomía, mientras triunfa en todo el mundo con la serie ‘Alba’
Elena Rivera (29 años, Zaragoza) ha crecido delante de las cámaras, primero en concursos musicales y después en Cuéntame cómo pasó, serie que dejó hace cuatro años. De eterna novia de Carlos Alcántara pasó a protagonizar obras de teatro y liderar series de éxito. La última, Alba, que tras pasar por Atresplayer Premium y Antena 3 lleva seis semanas en la ...
Elena Rivera (29 años, Zaragoza) ha crecido delante de las cámaras, primero en concursos musicales y después en Cuéntame cómo pasó, serie que dejó hace cuatro años. De eterna novia de Carlos Alcántara pasó a protagonizar obras de teatro y liderar series de éxito. La última, Alba, que tras pasar por Atresplayer Premium y Antena 3 lleva seis semanas en la lista de las 10 series de habla no inglesa más vistas en todo el mundo en Netflix. Este es el primer verano en tres años en el que tiene vacaciones, y acaba de llegar de unos días en Benicàssim y Marbella. La cita es en un restaurante en una azotea de la Gran Vía madrileña, un lugar que le descubrieron Jon Kortajarena y Miguel Ángel Silvestre.
Pregunta. ¿Tenía ganas de descansar tras enlazar tanto trabajo?
Respuesta. Desde que salí de Cuéntame, enlacé una obra de teatro y las series Inés del alma mía, Alba, Sequía, Los herederos de la tierra… Creo que solo descansé en el confinamiento. Soy consciente de que soy una privilegiada y agradezco haber podido enganchar tanto proyecto con tanta responsabilidad. Pero también es necesario parar, y una vez que lo he hecho, he notado que el cuerpo lo necesitaba.
P. ¿Es más de turismo nacional o de salir fuera?
R. Soy más de nacional. Me gusta salir y conocer otras culturas, es muy enriquecedor, pero ahora parece que está el postureo de irse a la otra punta del mundo, 13 horas de vuelo… Hay cosas muy bonitas en España. Hay personas que se vuelven locas por salir fuera y luego les preguntas por sitios muy emblemáticos e históricos de nuestro país y no conocen nada. Es una pena.
P. Le gusta la gastronomía, pero ¿le gusta cocinar?
R. No tanto. Si tengo a mi alrededor gente a la que se le da mejor, prefiero disfrutar comiendo. En el confinamiento miré si me entraba el gusanillo, pero nada. Soy vaga en ese sentido, toda la parafernalia que hay que montar y las horas de cocinar para que luego no dure nada... Cuando me pongo intento que me sobre para que al menos tenga para el día siguiente. Me gusta mucho comer. A lo mejor no me voy a un viaje fuera de España, pero ese dinero lo invierto en conocer sitios de comer bien. De comida me gusta todo, menos las lentejas.
P. Perdone el recurso fácil, pero ¿tortilla con o sin cebolla?
R. Con. Y un poquito desecha.
P. ¿Con qué se viene arriba en un karaoke?
R. Uy, con lo que sea. Me pones una balada de Julio Iglesias y me vengo arriba, una copla de Rocío Jurado y también, una de Justin Bieber o Aitana, lo mismo. La música es en lo que empecé, es mi pasión, y aunque haya tirado por la interpretación, en cuanto me pinchan, me animo, estoy en mi salsa.
P. Es muy activa en las redes sociales. ¿Cuánto hay de postureo en lo que enseña en ellas?
R. Yo siempre apuesto por la normalidad. Pero es un escaparate para nosotros como actores, nos sirve para promocionar, nos da más repercusión, puedes posicionarte, medir lo que quieres decir… Eres tú quien va marcando el paso. Pero intento mostrar mucha naturalidad. Me da miedo cuando veo esa obsesión por mostrar una realidad muy superior, demasiado postureo, porque eso afecta a la salud mental. Mostrar continuamente todo tan perfecto y tan idílico crea una frustración que la gente termina necesitando psicólogos. Estamos llegando a un límite que da un poco de miedo.
P. Decía antes que ya tenía ganas de parar de tanto trabajo. ¿No le da miedo que se olviden de usted?
R. Ese miedo en esta profesión siempre está, es muy incierta. El éxito de Alba, por ejemplo, me ha pillado descansando, pero para la gente estoy ahora muy presente. De momento, nunca he tenido esa ansiedad de no tener nada.
P. ¿No se ha arrepentido de haber dejado Cuéntame? Al fin y al cabo, era un trabajo bastante seguro…
R. Lo tenía muy claro, y se hizo muy bien el final de nuestros personajes [Carlos Alcántara, interpretado por Ricardo Gómez, y Karina]. Y no solo el final, la temporada entera fue muy redonda. Cuéntame tuvo una etapa hasta ese final y ahora están en otra etapa. No he seguido viéndolo, solo alguna cosa suelta. Estoy en otra etapa, no sé si más madura, pero sí he sentido que la profesión me ha tendido la mano y me ha demostrado que no soy solo ese personaje, sino que puedo hacer más cosas.
P. ¿Verá el final de Cuéntame cuando llegue?
R. A ver… No es nada formal ni nos han hecho una propuesta, pero hay posibilidad de que, si hacen un final, intentar que aparezcamos. Está todo en el aire y ni ellos saben si va a acabar ni nada, es hablar por hablar. Pero si deciden hacer un regreso, tiene que ir en concordancia con el espíritu de los personajes, que tenga sentido. Pero no sé, son cosas que se oyen, que dicen... pero oficialmente no hay nada.
P. Transmite una imagen de mujer casi perfecta. Desmontemos esa idea, algún defecto tendrá.
R. Me cuesta bastante decir no de primeras. Me da cosa defraudar con ese no. Y otra cosa, soy excesivamente puntual, hasta el punto de que llego pronto y hago tiempo para que la otra persona no crea que estoy loca. Es enfermizo.
P. En realidad no son defectos del todo…
R. También soy perfeccionista hasta un punto exagerado.
P. Otra cosa que no es un gran defecto...
R. Ya sé: tengo mal humor al levantarme, necesito mi media hora de que nadie me hable. Me levanto con mala leche.
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