‘Street Food’ y ‘Chef’s Table’: dos rincones de calidad para la comida y la alta cocina en televisión
David Gelb y Brian McGinn están detrás de estas dos producciones de Netflix que combinan lo mejor del documental de calidad con una mirada social y cultural
Los aficionados a los programas sobre comida y cocina con ciertos estándares de calidad tienen en David Gelb y Brian McGinn dos aliados esenciales. Netflix estrenó en julio la tercera temporada de su producción documental Street Food, centrada en esta ocasión en Estados Unidos, y lo hizo sin mucho ruido (en este mundo de oferta sobredimensionada, solo los grandes productos, las apuestas en las que las plataformas se juegan todo reciben esa clase de atención).
Los creadores de ...
Los aficionados a los programas sobre comida y cocina con ciertos estándares de calidad tienen en David Gelb y Brian McGinn dos aliados esenciales. Netflix estrenó en julio la tercera temporada de su producción documental Street Food, centrada en esta ocasión en Estados Unidos, y lo hizo sin mucho ruido (en este mundo de oferta sobredimensionada, solo los grandes productos, las apuestas en las que las plataformas se juegan todo reciben esa clase de atención).
Los creadores de Chef’s Table (también en Netflix) plantean en esta ocasión una mirada sencilla y revitalizante de la comida que se hace en las calles. Su aproximación a la cocina huye de tópicos, acrobacias tipo Masterchef o exotismos propios de ciertos programas de viajes. Eligen una ciudad, tres o cuatro historias y las muestran. Y ahí está la clave: detrás de cada cocinero, de cada aventurero que se decide por este negocio, hay una narrativa que nos acerca a la tradición, la cultura y la sociología del lugar. En la primera temporada empezaron con Asia (Bangkok, Osaka, Delhi, Seúl… el plan era irresistible) y en la segunda por América Latina (por proximidad cultural e idiomática, el espectador hispanohablante conocerá algunas de las propuestas y alucinará con ciertos descubrimientos dependiendo de su origen) para desembarcar ahora en Estados Unidos.
Gelb y McGinn combinan con agilidad el ritmo de la calle y su música con toda la clase que ya mostraron en Chef’s Table, seis temporadas de entre cuatro y seis capítulos centrados cada uno en un chef. Historias impactantes como la de Sam Brock o grandes chefs como Massimo Botura se mezclaban entonces con otras figuras con un marcado carácter social, como la chef de Filadelfia Cristina Martínez, en episodios que ya anticipaban algo de lo que ahora se ve en Street Food. Y si no tienen suficiente, vayan a la versión francesa de Chef’s Table y prepárense para conocer los secretos de la propuesta vegetal de Alain Passard y otras exquisiteces. Y sí, hay algún tópico de otras producciones sobre la alta cocina, pero es una mirada nueva que se agradece.
En Street Food EE UU viajamos a Los Ángeles, Portland, Nueva York, Nueva Orleans y Hawái para conocer la cultura de mezcla absoluta de orígenes y tradiciones sin la que no se entiende ese país y, por extensión, su cocina. Sorprende quizás, por menos conocida, la escena culinaria de Portland, pero la temporada destaca sobre todo por las historias que hay detrás de cada cocinera, hazañas como la de Tami Treadwell, antigua enfermera que tras superar un cáncer (fue despedida mientras estaba enferma) encuentra en su camión de comida, Harlem Soul Food, una manera de salir adelante y encontrarse con su gente en Harlem. Cuando todo iba bien, llegó el covid y se llevó por delante la vida de su marido y su negocio. Pero Tami ha vuelto a abrir y Harlem vuelve a tener su punto de encuentro en la calle 125. O la vida de Linda Green, Yakamein Lady, conocida en toda Nueva Orleans por su maestría a la hora de llevar la receta tradicional del yakamein a sus máximos. Trabajaba en un colegio que nunca reabrió tras el desastre del Katrina en 2005 y eso la llevó a desarrollar su verdadera pasión. Hay más, solo pasen por Street Food y elijan la suya.
El pasado 7 de septiembre, la franquicia se expandió con el estreno de Chef’s Table: Pizza, seis episodios impecables en los que descubrimos al responsable de que una de las mejores pizzas del mundo esté en Phoenix, los secretos de la tradición napolitana o el perfil de Ann Kim, mucho más que una de grandes cocineras de la actualidad.
Iron Chef, En la Toscana, Fuera de carta o Comida para Phil son solo algunas de las propuestas de Netflix para los amantes de la cocina. Si abrimos el visor a otras plataformas e incluimos concursos o programas centrados en los dulces, la oferta es inabarcable. Muy pocos estarán, sin embargo, a la altura de las producciones de David Gelb y Brian McGinn.
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