Clover Bish, primera mujer cisgénero en ‘Drag Race España’: “Como siempre ves a chicos en la industria, no te planteas que nosotras podamos”

La inmensa mayoría de los participantes de Drag Race España son hombres cisgénero, pero ha tenido que llegar una mujer al concurso de Atresplayer Premium para que el término se popularice entre muchos de sus espectadores y los medios de comunicación. Se refiere a aquellas personas que se sienten identificadas con su sexo de nacimiento y que no tienen disforia de género, al contrario que la comunidad trans. Aunque la mayor parte de la población del mundo es cisgénero, casi nadie emplea esta palabra para definirse. Por eso buena parte del activismo LGTBI+ reivindica su uso, porque es la forma de que no se etiquete solo a la minoría, de que lo normal no sea lo heteronormativo.

Pero la presencia de Clover Bish (Ariadna Congost Quesada, 25 años) en la actual tercera temporada del programa va más allá de ser la primera mujer cisgénero que concursa en el formato español y la segunda en todo el mundo, como explica ella misma a EL PAÍS en conversación telemática desde Barcelona.

Pregunta. Llegó al programa como baby drag, con apenas nueve meses de experiencia en esta industria.

Respuesta. No tenía muchos contactos y he tenido que hacer muchas cosas yo sola o fiándome del primero que se ofrecía. Y, a veces, te das cuenta de que no es la persona adecuada para hacer el trabajo. Mi primer traje hecho a medida lo he hecho para el programa.

P. ¿Cómo empezó en el drag?

R. Toda mi vida me he dedicado a la danza y al baile. He sido toda la vida fanática del mundo drag. Recordaba ver la gala de Canarias al encender la televisión y pensar que no sabía qué era eso, pero que me encantaba. Como siempre ves a chicos hacerlo, no te lo planteas.

P. Eso recuerda a la brecha de sueños, los estudios que explican que el momento en el que una niña deja de pensar que puede ser científica o presidenta de su país se consolida a los 10 años de edad.

R. El drag pensaba que era algo que me gustaba, que no se me daría mal, pero no sabía si podía hacerlo. Hasta que vi a Victoria Scone en la versión británica de Drag Race. Es cuando me di cuenta de que había una posibilidad. Mi madre drag es Charlotte Bish, es la primera que me maquilló y me ayudó en el proceso para entrar en el programa.

P. ¿Han sido duros los ataques en redes sociales desde que apareció en el concurso?

R. Sí que ha habido críticas. Vi cómo recibió la gente a Victoria y que no fue fácil para ella. Por eso, cuando entré en el programa sabía dónde me metía y las consecuencias que podía tener. Siempre hay alguien que me hace de menos, que te critica por mencionar a menudo que eres mujer y que no termina de entender qué hago yo allí. Siento con algunos de los haters que han salido que están esperando el mínimo error para decir que no merezco estar ahí por ser mujer; que hay una fijación que no hay con el resto de concursantes. Pero también es verdad que la mayoría de la gente sí lo ha entendido y lo ha apoyado.

P. Su tema musical Sí, soy mujer, que ha presentado en el programa, alude a esa misoginia en el universo drag.

R. Ya solamente con estar en el programa, estoy haciendo activismo, solo con mi presencia. Por mucho que diga que solo voy a representarme a mí misma, una vez que estás ahí, aprovechas la oportunidad y das voz a las mujeres que no han tenido la misma oportunidad. A mujeres cis y a trans, porque en el feminismo cabemos todas. Hay muchas oportunidades en esta industria, pero no están bien repartidas. Falta dar visibilidad a las mujeres que hacemos drag. En mi vídeo musical hay representación de todas ellas, de las de la escena de Barcelona.

P. Pero incluso en la franquicia mundial de Drag Race existe exclusión con los drag kings [personas, generalmente mujeres cis o trans, que se travisten en alter ego con atributos considerados masculinos]...

R. Y es un universo muy interesante. Yo, como fanática de formatos similares, sé que en uno llamado Dragula sí que aceptaron a una chica que era drag king, Landon Cider, que además ganó el concurso. Hay que darles visibilidad porque ayuda a que otras personas se interesen por ello. Cuanto más crece una comunidad, más avanza. Y le reventaría la cabeza a muchas personas saber que el drag king no es solo para mujeres, que hay hombres cis o trans que pueden travestirse de hombres. En otro programa, La más draga, de México, puede verse. El drag no tiene género.

P. Una fortaleza de Drag Race España es que rompe el estereotipo de que una drag queen es alguien que se limita a exagerar atributos femeninos, con peluca y sombras de ojos. También incluye muchos más referentes culturales y visuales, como el anime o el punk.

R. Nuestros alter egos son como tomar un molde y crear a una persona de cero. Te inspiras en todo lo que tú quieras. Las posibilidades del drag son infinitas. O tan grandes como tantas personas lo estén creando.

P. ¿Qué le gustaría reivindicar de Clover Bish (o de Ariadna)?

R. Antes de entrar al programa, estudié mucho mi discurso y creo que mucha gente no lo tiene en cuenta. Entre otras cosas, se sobreentiende que soy una chica heterosexual que se está apropiando de la cultura LGTBI+... Con tantas letras que hay en el colectivo, deberíamos recordar que no solo existe la G de gay, también otras como la B de bisexual. Ya estoy yo en el programa para recordarlo. También hay chicos trans que tienen la regla igual que yo y hay que recordar que todas esas variantes existen en el mundo drag.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.