En las bambalinas de la heredera de ‘Amar es para siempre’: una serie diaria de época con ambiciones propias del ‘prime time’
Pasamos un día en los gigantescos estudios que recrean la España de los cincuenta y ambientan ‘Sueños de libertad’, la encargada de ampliar el liderazgo de Antena 3 en la crucial franja de sobremesa
Es una serie diaria, pero comienza con una escena de acción propia de una ficción del prime time. En los primeros instantes de Sueños de libertad, una mujer en la España de finales de los cincuenta huye a través del bosque junto a su hijastra. Les persigue su marido, que, cuando las alcanza, dispara a sangre fría. De inmediato, el guion da un salto atrás en el tiempo para explicar cómo esa pareja que cumple con los patrones de una relación tóxica ha llegado a ese punto, pero no tardará muchos capítul...
Es una serie diaria, pero comienza con una escena de acción propia de una ficción del prime time. En los primeros instantes de Sueños de libertad, una mujer en la España de finales de los cincuenta huye a través del bosque junto a su hijastra. Les persigue su marido, que, cuando las alcanza, dispara a sangre fría. De inmediato, el guion da un salto atrás en el tiempo para explicar cómo esa pareja que cumple con los patrones de una relación tóxica ha llegado a ese punto, pero no tardará muchos capítulos en regresar a ese intenso momento inicial. La serie destinada a heredar el legado de la longeva Amar es para siempre en las tardes de Antena 3 lleva por bandera su ambicioso listón en lo visual y lo narrativo.
Esta nueva ficción de próximo estreno refleja una España muy concreta y dos realidades muy distintas, las de una familia adinerada, los De la Reina, dueña de una elegante cadena de perfumerías, y los trabajadores que viven justo al lado de la fábrica que impulsa a la empresa. Los ingredientes son los de siempre, pero mucho más elaborados, defiende su equipo creativo. A las tramas llenas de ambiciones, amores prohibidos, traiciones e injusticias se les suma la estética —vestuario, decorados, peluquería...— propia de los relatos de época de las series a la carta, que cuentan con ocho capítulos por temporada. Con esas entregas, el nuevo serial de Antena 3 no tendría ni para dos semanas de emisión. Pero, tal y como comenta a mediados de enero Eulàlia Carrillo, la coordinadora de guion de la serie, “su espectador potencial es en buena parte el mismo que el de las grandes ficciones semanales y ha sofisticado su mirada”.
Para Montse García, directora de Ficción de Atresmedia TV, el objetivo ha sido “encontrar una historia de las que atrapan, con una factura impecable. Solo una gran serie podría tomar el testigo de Amar es para siempre”, dice. Se da la paradoja de que Amar es muy a menudo el contenido más exitoso en la tarde de Antena 3 (y, por extensión, del resto de ofertas de la televisión generalista), a pocas semanas de finalizar para siempre sus emisiones. Ha estado 18 años en pantalla, siete de ellos en La 1 como Amar en tiempos revueltos. Las formas de producir contenidos diarios han cambiado mucho desde aquel 2005 y este nuevo proyecto permite dar ese salto cualitativo. Hay muchas probabilidades de que Antena 3 siga la estrategia de estrenos anteriores y emita el primer capítulo de Sueños de libertad en el prime time, justo después de El hormiguero. El seguimiento televisivo a esas horas de la noche duplica al de la franja habitual de la serie producida por Diagonal TV.
Su protagonista, Natalia Sánchez, floreció en Los Serrano y se curtió hace años precisamente con un personaje en Amar es para siempre. La actriz encuentra la grabación de esta nueva serie mucho más complicada, por horas invertidas en el estudio y por la gran cantidad de secuencias en exteriores con las que cuenta, casi todas ellas en Toledo y en El Escorial. Al marido iracundo lo interpreta Alain Hernández, que en su caso pasó por otro clásico reciente de las tardes, El secreto de Puente Viejo. Ambos entienden que se necesitaba una gran apuesta inicial para enganchar a un espectador que ha estado casi dos décadas acostumbrado a sintonizar con su predecesora.
Sus dos actores protagonistas destacan que el fogonazo inicial no va a ser esporádico. Las tramas no se alargan de forma innecesaria, conscientes de la gran cantidad de horas en parrilla que deben ocupar. “En los capítulos que estamos grabando ahora [más allá de la entrega 50], siguen pasando muchas cosas y muy fuertes”, comenta ella. “Hay un nivel de intensidad impropio de las ficciones diarias, en las que puedes dejar de verlas durante un mes y, cuando te reenganchas, siguen prácticamente en el mismo punto en el que las dejaste”, completa él.
Dos microuniversos para la España de los cincuenta
En los estudios de Boadilla del Monte, a 24 kilómetros de Madrid, donde se graba se han creado dos microuniversos en no pocos metros cuadrados. Al doblar la esquina de una elegante perfumería se encuentra el decorado que recrea una humilde tasca para empleados. Le sigue la elegante mansión de los De la Reina, con amplios pasillos y lujoso mobiliario. A su lado, las humildes habitaciones de los trabajadores se encuentran repletas de objetos que a muchos espectadores les recordarían a las casas de sus abuelos. Están recreadas con tanta precisión que es muy probable que muchos de sus detalles —viejas revistas, naipes antiguos, costureros y coloristas juegos de mesa— no vayan a aparecer en plano y solo sean apreciados por los actores que recrean a esos personajes del pasado.
En la entrada de los estudios se amontonan hileras de burros de los que cuelgan las prendas de los muchos personajes de Sueños de libertad. Por su corte y su gama cromática, es fácil identificar dónde se separa la zona rica de la zona humilde. Pero, tal y como advierte Alberto Cavia, que es junto a Montse Sancho uno de los encargados de su vestuario, la precisa recreación de época de esta producción hace una pequeña excepción histórica. Prefiere dar algo más de color a los atuendos de los trabajadores, alejándolos ligeramente de los predominantes gris y ocres franquistas. Una serie diaria no está concebida para deprimir a quien la mira, coinciden todos sus responsables. El componente de esperanza necesario para un planteamiento de largo recorrido lo personaliza el personaje de Begoña. Para Sánchez, la actriz que la interpreta, se trata de “una mujer soñadora, con ganas de vivir y ser feliz. Los románticos inicios con Jesús se van torciendo y ella comienza una lucha para salir adelante”. Ese recorrido es el que hace que el personaje sea “una heroína de pies a cabeza, con todas sus debilidades y fortalezas”, defiende la guionista sobre el personaje adaptado por Beatriz Duque y Verónica Viñé. Antes de Sueños de libertad, Eulàlia Carrillo ha supervisado y firmado cientos de capítulos de La Riera y decenas de Vendetplá, dos reconocidas telenovelas de la autonómica catalana TV3.
“Las tramas reflejan muy bien a la España de esos años a nivel social, porque en lo político no entramos”, dice Hernández. “El machismo de entonces era evidente y normalizado y por eso Jesús va a parecer más villano a ojos de los espectadores que del resto de personajes”, advierte. Su personaje es, por tanto, un hombre de su tiempo, también víctima de los códigos sexistas que el entorno le obliga a cumplir, pero, puntualiza el actor, tiene además “comportamientos más que reprobables que no serían aceptados en ninguna época”.
¿Podrá aguantar Sueños de libertad ese elevado listón visual durante mucho tiempo? El equipo tiene que dejar grabado un capítulo por jornada, como cualquier otra producción de estas características. Su director, Joan Noguera, confía en la amplia experiencia del equipo de la serie, a quien ha dirigido en Amar en tiempos revueltos. A pesar de que el proyecto está pensado para que dure muchas temporadas en la parrilla, sus creadores no se han conformado en estos primeros capítulos con elaborar un relato genérico, que convierta a sus personajes en arquetipos intercambiables. “Preferimos dotar de identidad a los protagonistas y sus conflictos y ya veremos en el futuro, si llega el momento, cómo abrir el abanico y jugar con otras tramas que ya están ahí presentes”, dice el director.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.